Si se dice lo de otro…
Por Claudia Mezones, publicado el 23 de julio de 2012De nuestra comunicación cotidiana forman parte expresiones como: «Luisa dijo que no iría al cine»; «El Presidente expresó que sería radical con la delincuencia». Esto quiere decir que es común y frecuente que los hablantes demos a conocer lo que otros han dicho (afirmaciones, apreciaciones o pensamientos en general). Estas expresiones, además, pueden adoptar otras formas, sobre todo si se trata del ámbito escrito: «Luisa dijo: “No iré al cine”». «El Presidente expresó: “Seré radical con la delincuencia”». «“El modelo cubano ni siquiera funciona para nosotros”, confesó Castro» (www.eltiempo.com).
En lingüística se habla de estilo directo y de estilo indirecto. Según la Nueva gramática de la lengua española (2010), “se llama discurso directo al que reproduce de forma literal palabras o pensamientos”: «“Si no consigo aterrizar la máquina me voy a otro aeropuerto”, dijo el piloto antes de estrellarse» (www.elmundo.es); «Karla dijo muy enfadada: “Estoy harta de todo esto”». Se utilizan las comillas para marcar las palabras literales, es decir, tal cual las dijo la otra persona, así como los dos puntos (después del verbo introductor) o la coma (antes del verbo introductor). Por su parte, el discurso indirecto reproduce las palabras de otro adaptándolas a las referencias del hablante, así tenemos: «Tony Blair afirmó que el radicalismo islámico es el mayor peligro para el mundo de hoy» (www.correoperu.com.pe). Se utiliza la conjunción “que” y ya no las comillas pues las palabras ya no son literales.
Se puede optar por uno u otro estilo, pero hay que tener en cuenta las particularidades lingüísticas que supone cada uno de ellos. Aunque ambos son introducidos por verbos de lengua (decir, afirmar, susurrar, gritar, confesar, etc.), hay diferencias formales ya que el autor de las palabras y el hablante no coinciden en el mismo espacio ni tiempo, así tenemos: 1) cambio del pronombre, del posesivo y del tiempo verbal: Quiero tu camisa/Me dijo que quería mi camisa; 2) cambio de verbos por referencias espaciales (ir/venir; llevar/traer): Voy a tu oficina en cinco minutos / Me dijo que venía a mi oficina en cinco minutos; 3) cambios de adverbios y verbos en las referencias temporales: El accidente fue ayer y mañana harán las pesquisas / Dijo que el accidente había sido el día anterior y que al día siguiente se harían las pesquisas.
En la prensa escrita abundan casos en donde se mezclan ambos estilos: «Alexander Aloszyn, general de las fuerzas aéreas rusas, confirma que: “en ningún momento se les prohibió el aterrizaje, no estamos autorizados para ello, la última decisión pertenece al piloto y éste dijo: aterrizamos”» (www.elmundo.es). No obstante, hay que evitar estas combinaciones, puesto que, como ya hemos explicado, cada uno de estos estilos tiene características lingüísticas particulares, más aún si se trata del ámbito escrito.
Así que si se dice lo de otro hay que saber decirlo, sea en estilo directo o indirecto.