Piuranos en redes 

Por , publicado el 28 de junio de 2024

Las facilidades que ofrece internet actualmente en el mundo y en Perú, en particular, abren una ventana para conocer e informarse de diversidad de temas, pero también para mostrar, intencionalmente o no, el dejo o acento del hablante. El caso del español piurano no es la excepción, y así proliferan en red varias cuentas de usuarios que acometen la tarea de reflejar las características más relevantes de su dialecto, cuya caracterización es precisamente el contenido que quieren compartir. Ahora bien, ¿qué rasgos dialectales son los que se destacan? ¿Y qué dice el público sobre ello? 

En general, la tendencia más marcada es la que se centra en la entonación, apoyada en el prejuicio lingüístico de que hay hablantes que “cantan” y otros que no (que tienen acento “neutro”). Contrasta, sin embargo, el habla espontánea del que presenta el contenido con la planificada en la que este acento tiende a alargar la duración de los sonidos vocálicos, tanto en la oralidad como en la representación escrita que acompaña a los videos (¡Guaaa!; Veee, cojudaaazo). En realidad, esto no es nada nuevo, estaba presente ya en la literatura costumbrista o en los típicos chistes de piuranos, donde el dejo es precisamente la marca identitaria. En este sentido, el uso del acento como objeto de burla o humor tiende a reforzar los prejuicios sobre acentos “bonitos” y “feos” o a desprestigiarlo socialmente provocando en sus hablantes el rechazo de la propia variedad y la copia de otros acentos más prestigiosos socialmente. 

El segundo aspecto más recurrente es el del léxico: las palabras o expresiones que los piuranos sienten como suyas, como marcas de identidad regional, muchas de ellas registradas en los diccionarios o glosarios regionales (E. Puig, 1985; Arámbulo Palacios, 1995). Bajo la consigna “Los piuranos dicen” o “En Piura no se dice…” (que contrasta la variedad estándar con la regional), se menciona la interjección, quizá, más definitoria del dialecto piurano: ¡gua!, usada para expresar asombro, rechazo o disconformidad, acompañada o no de ¡che!, otra interjección usada con el mismo valor. Asimismo, los sustantivos churre (‘niño’), chucaque (‘malestar de estómago provocado por pasar vergüenza’), chifle (‘plátano frito en rodajas o láminas’); los adjetivos manganzón (‘alto’, ‘ocioso’), pespito (‘coqueto’), malmandado (‘que no hace bien las cosas encargadas’), manaturaloso (de mal natural + –oso: ‘que hace daño o molesta con intención’), ardiloso (‘escandaloso’), cojudo (‘tonto’), perecido (‘hambriento’); el verbo aguaitar (‘mirar’) o las locuciones verbales pelar las muelas (‘sonreír’), amarrar la chiva (‘demorar algo intencionalmente’), entre otras. 

En el plano gramatical, la característica más relevante del dialecto piurano popular es la repetición del sufijo –ísimo o –azo, con valor superlativo: “Soy piurano y acá no hace sol, hace un solazazazazo“; “Soy piurana y acá no decimos está lejos, decimos está lejisisisísimos“. También con valor ponderativo se emplea el prefijo re– para intensificar la cualidad señalada: “¡Ve este refatal!”. Destaca, asimismo, la inclusión del sufijo –ito, con valor afectivo: aquicito no más, más tardecito. 

Las reacciones ante estas características dialectales están divididas entre los que, siendo piuranos también, se sienten identificados, y los que, aun siéndolo, no lo reconocen como propio, arguyendo la diferencia entre el dejo citadino y el rural (provincial) o entre el dejo del piurano costeño y el de la sierra, que no se ve reflejado. Los comentarios que los rechazan, en general, concuerdan en atribuir ese estilo de habla a las zonas fuera de la capital del departamento: “Esas frases se escuchan frecuentemente en el bajo Piura”; “¿De qué parte de Piura será este porque en Piura Piura no hablan así?”. Como ocurre en otros ámbitos, las generalizaciones suelen presentar un panorama único, estereotipado, carente de los matices que ciertos aspectos reclaman, pero que, en el fondo, demuestran una conciencia lingüística sobre su propia variedad dialectal, así como los prejuicios sociales en torno a esta. 

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