Recepcionar
Por Shirley Cortez González, publicado el 15 de octubre de 2012Las lenguas son instrumentos que los hablantes emplean para satisfacer sus necesidades comunicativas. De ahí que formen nuevas palabras (neologismos) o dejen de usar otras (arcaísmos). Algunos neologismos cubren un vacío o no encuentran rival que los resista y rápidamente se generalizan y consagran su éxito ingresando a los diccionarios. Otros, en cambio, desaparecen como estrellas fugaces, y otros luchan contra la resistencia de ciertos hablantes que los consideran inaceptables o innecesarios, como es el caso de “recepcionar”.
Este verbo, que circula en el lenguaje administrativo y periodístico, es un neologismo no tan reciente, extendido en buena parte del mundo hispanohablante. El CREA (Corpus de referencia del español actual) registra su uso en Argentina (y cita un texto de 1979), Chile, Colombia, Cuba, España, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, Uruguay.
“Recepcionar”, formado a partir del sustantivo “recepción”, en general, significa lo mismo que “recibir”. Por este motivo, la Academia lo considera un neologismo superfluo y no lo admite aún en su Diccionario (lo mismo pasó con “influenciar”, que ya se registra). Sin embargo, otros sí lo consignan, pero restringido a Argentina y Uruguay, como ‘Recibir un aparato las ondas de radio o de televisión’.
En Perú el uso está bastante extendido y no faltan ejemplos: “recepcionar” una solicitud, un expediente, una denuncia, una obra, cascos, llamadas, a un congresista, a los invitados, Internet, cable, etc. En estos casos, cuando el sujeto es un ser animado, es más conveniente usar “recibir”, pues el significado es el mismo: ‘tomar o hacerse cargo alguien lo que le dan o le envían’, ‘salir a encontrarse con alguien para agasajarle cuando viene de fuera’ o, dicho de una entidad gubernamental: ‘aceptar oficialmente una construcción o una obra acabada’.
Pero en el caso de ser el sujeto una cosa, el DRAE (2001) consigna solo ‘Admitir [una cosa] dentro de sí a otra’. ¿Resultarían términos equivalentes? ¿Es “recepcionar” superfluo o cubre el vacío que deja “recibir” al no consignar una acepción para los aparatos receptores?
En los deportes como el vóley, tenis, fútbol “recepcionar” no parece ser tan superfluo, pues no sería sustituible por “recibir”. Así, si comparamos “El jugador recepcionó el balón” con “El jugador recibió el balón”, en el primero el verbo implica que un objeto —el balón— viene en movimiento hacia otra persona, la cual debe emitir una acción de respuesta inmediata; dos aspectos que en el segundo no se evocan. En este contexto, “recepcionar” significaría ‘responder un jugador el balón enviado por el contrario’.
En fin, la suerte de “recepcionar” depende de los hablantes, que definen si una palabra llega a triunfar en una lengua, lo cual tarde o temprano se refleja en los diccionarios. Por ahora, “recepcionar” sigue en pie de lucha y no da visos de ceder.
Me gustó, como muchas otras, la explicación que dan por “recepcionar”.
Me da argumentos para apoyar la vigencia del verbo “aperturar”.
Un empleado en una ventanilla administrativa puede recibir o recepcionar solicitudes o expedientes para tramitar, pero no creo que alguien diga (aunque se dan casos) que recepcionó una propina, una requintada o un regalo, aunque si este último no es para él, sino para entregarlo a otra persona, quizá lo recepcione. En síntesis, para mí, recibir y recepcionar no son sinónimos exactos.
Pregunté por el antónimo exacto de felicitar y me dicen que no lo hay. Habría que inventarlo, por ejemplo: “infelicitar”, que sería neologismo, como explican.
Estimado Carlos:
Su comentario nos sirve para preguntarnos ¿cualquiera puede crear una palabra? Claro que sí y para ello el hablante puede utilizar distintos mecanismos de formación de palabras: derivación (prefijación y sufijación), composición, abreviación, etc. Pero, ¿qué hace que una palabra sea aceptada por la comunidad? El uso. Además, como es lógico, dicha palabra tiene que mantener las reglas del propio sistema lingüístico: grafías, fonemas, reglas ortográficas, etc. Por ejemplo, no sería posible crear una palabra con la siguiente combinación sbt porque no suele darse en el español. La palabra “atardecer”, por ejemplo, creada por Núñez de Arce, fue aceptada por toda la comunidad lingüística hispana porque no resultaba aberrante dentro del propio sistema, ya que formaba pareja con el existente “amanecer”, por lo que pasó a ser un elemento constitutivo de nuestra lengua. Del mismo modo, la ciencia y la técnica también crean sus propios términos para facilitar su conocimiento y desarrollo. Así pues, atendiendo al carácter negativo del prefijo in- usted ha creado el neologismo “infelicitar” como antónimo de “felicitar”, pero como tal tendrá que promoverlo para que sea reconocido y aceptado como una nueva palabra por los hablantes de una comunidad.
Saludos cordiales,
Castellano Actual
Esto de los neologismos está dando licencia a que cualquier persona con menos de cinco dedos de frente, y que sobre todo tenga acceso a un órgano de difusión masivo, invente cualquier palabreja y sencillamente la impulse usándola en forma frecuente. En Colombia “recepcionar” proliferó en los medios de comunicación por el uso y abuso generado en los ámbitos administrativos del Estado. Muchísimos periodistas acogieron este neologismo sencillamente porque les pareció novedoso y sonoro, sin siquiera verificar su procedencia. Lo peor es que muchos de esos periodistas nunca se toman el trabajo de investigar a fondo la procedencia de un término, sino que simplemente lo adoptan porque otros colegas, que gozan de más fama y laboran en grandes medios, lo usan.
Argumentar que el lenguaje es dinámico y evolutivo no es excusa para imponer cualquier término por la sola fuerza de aceptación popular. “Recepcionar” por recibir, “aperturar” por abrir, “Revisación” por revisión (muy usada en el periodismo deportivo argentino), son algunas de estas aberraciones lingüísticas que seguramente algún día serán admitidas por la Real Academia de la Lengua por la fuerza de su uso. Mientras tanto, me atrevería a recomendar a los hispanohablantes no deslumbrarse ante al surgimiento de cualquier término “nuevo”, sin antes verificar su procedencia, en especial si procede de los medios masivos de comunicación.
Me gusta el verbo RECEPCIONAR en cualquier contexto que se utilice porque es una palabra que deja claro qué y quién está “recepcionando” y es evidente que está recibiendo algo ya sea palpable o sensorial. O por lo menos tiene lógica su existencia ya que si el sustantino Recepción en su acepción: Lugar donde se presta dicho servicio (que no queda dicho cuál es el servicio), la pregunta sería por qué ese “lugar” se llama recepción si además de ser donde se “reciben” a las personas en las instalaciones que se habilita este espacio, prestan otros servicios incluido “recepcionar” la mensajería, encargos, información para ser transmitida, etc.
Otras acepciones de recepción se relacionan con ceremonias o fiestas protocolares y el vocable es ese porque es ese sin investigar por qué, pero seguiendo la lógica sonora, si decimos que lo que capte ondas es un Receptor, esa acción de captar no se interpreta igual si decimos que: el receptor recepciona / el receptor capta / el receptor recibe, porque tendría varias lecturas e interpretaciones según el contexto (deporte, comunicaciones, salud, etc)….en fin …….me gusta usar ese verbo.
Estoy completamente de acuerdo con usted.
es de aparicion resientey tiene diversas significados recogidasen los diccionario
“Recepcionar” es un neologismo malsonante, chirriante y feo. Progresivamente ha sido adoptado por los que no dominan el castellano pues, en caso contario, sabrían que esa palabra no existe en el diccionario de la RAE, donde espero que siga sin existir por siempre. Generalmente es un término utilizado por gente que pretende suplir su falta de conocimientos con palabras complicadas -cuanto más, mejor- porque a su parecer suenan “cultas”.
Julia, si recepcionar, una variante de recibir, te parece malsonante, chirriante y feo, ¿qué nos puedes decir de “uberizar” y “uberización?
Me sorprende Julia que seas tan renuente a la actualización y modernización del idioma. Los neologismos siempre existirán. A nuevas necesidad, nuevos términos, y con el paso del tiempo más y más.
Ahora, si te parece feo, chirriante o que se yo, es completamente subjetivo, no todos pensamos igual.
Acepto que “malsonante, chirriante y feo” es una definición subjetiva. Pero no me quedan dudas de que “es un término utilizado por gente que pretende suplir su falta de conocimientos con palabras complicadas”.
Ni en la nota ni en los comentarios encontré pruebas que indiquen que la palabra “recepcionar” aporte algo nuevo que no esté ya cubierto por “recibir”
Jorge, parece que no has leído el primer comentario que allá por el 2012, me publicaron y empezó (comenzó o se inició) esta sustanciosa discusión. Compárala con las decenas de intervenciones por “el o la agua”, si es “cilantro o culantro” o si dice “haya o haiga”. Pocas intervenciones pero sustanciosas, incluso la tuya,
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La RAE tiene lo suyo y espera que un laureado use un nuevo término para darlo por aceptado.
Claro que, como con “aperturar”, después de haberlo rechazado por tanto tiempo y tantas veces, debe costar trabajo reconocerlo.
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Como en otros casos, quizá en un comienzo solo existía el verbo “poner” y todo se ponía. Hasta que un alguien inventó el verbo “colocar” y seguro que los puristas, que no miran adelante, se opusieron. Tal vez, algo parecido ocurrió con “escribir” y “redactar” y nuestro idioma, como ser vivo que es, fue creciendo. Dejémoslo crecer, a riesgo que alguna vez tropiece.
No se alarmen con los neologismos, hoy nos enteramos que la FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE, proclama “sinhogarismo”, como neologismo válido:
Sinhogarismo es un neologismo válido que significa ‘condición de la persona sin hogar’…
¿que opinan de la palabra “faxear”? Para la accion de enviar un documento via fax…(que anteriormente era facsímil)
Dagoberto, si el fax aún se usara quizá se seguiría faxeando, pero ya no se usa. Ahora, que se envían mails, se mailea.
Si como dije hace poco, si “uberizar” y “uberización” han sido aceptados por la RAE, o reconocidos como hijos ilegítimos, qué impide que faxear y mailear se acepten.
Me encontraba realizando una preinscripción en línea y me llamó muchísimo la atención que se utilizara este verbo de la siguiente manera: «solo se recepcionarán a aquellos que…» Ya que, al menos en mi región, nunca lo había oído con el sentido dado en esa página web. Por este motivo, es que quise indagar en cuales casos se debía utilizar susodicha palabra, enterándome ahora de que, en efecto, sí se trata de un neologismo, pero por mucho que le pese a la mayoría, ya está admitido por la RAE; no obstante, desde la Fundéu nos aclaran que es impropio utilizar el término como sinónimo directo del verbo «recibir» o de incluso «atender»; por tanto, su utilización se limitaría casi exclusivamente hacia la formalidad en ámbitos administrativos para indicar que se da entrada a algo que se recibe.
Dudo mucho, muchísimo que Nuñez de Arce inventase la palabra “atardecer”.
¿No será, más bien, que le dio visibilidad y popularizó su uso?
No deberíamos “inventarizarnos” historias “incorrectadas” 😉