El verano
Por Susana Terrones Juárez, publicado el 9 de febrero de 2012“Un rayo de sol, oh, oh, oh…
me trajo tu amor, oh, oh, oh,
un rayo de sol, oh, oh, oh,
a mi corazón, oh, oh, oh,
llegó y me dio tu querer
que tanto y tanto busqué
y al fin tendré”.
Dice la letra de la popular Canción del Verano que le dio fama al grupo español Los Diablos a finales de los 60. Si nos remontamos a esta época resonarán en nuestros oídos canciones que hablaban de la playa, del mar, de la arena. Recordamos también al conjunto español Fórmula V que con La playa, el sol, el mar, el cielo y tú y Vacaciones de verano, deleitó a muchos. Asimismo, nos viene a la memoria Arena blanca, mar azul de Al Bano y Romina Power y Vamos a la playa de Righeira. En fin, canciones que hacían referencia al verano, estación que en el norte de Perú se presenta por un tiempo más o menos largo.
Veamos, pues, de dónde proviene el nombre de esta estación que los peruanos viven con ilusión y son capaces de enfrentar más allá de sus propias expectativas. Se dice que para los romanos solo había dos estaciones: una muy prolongada y otra breve. La primera se llamaba “veranum tempos” o ‘tiempo primaveral’, derivado de “ver, veris” (‘primavera’), y estaba compuesta por lo que hoy llamamos primavera, verano y otoño; la segunda era el “hibernum tempos” o invierno. De la estación más prolongada surgirá más adelante nuestro verano, pues en determinado momento el comienzo de esta estación se llamó “primo vere” (‘primer verano’ o ‘principio de la primavera’) y más tarde “prima vera” (o ‘primavera’ propiamente dicha), mientras que la época más calurosa o fin de la primavera tomó el nombre de “veranum”, que hoy denominamos verano.
A pesar de esta división, la estación cálida todavía era más prolongada, hasta que en cierto momento su período final, el tiempo de las cosechas, fue llamado “autumnus”, voz derivada de “auctus” (‘aumento, crecimiento, incremento’), y esta de “augere” (‘acrecentar, robustecer’). De ahí que el vocablo latino “autumnus” da origen al término otoño.
El verano es, por tanto, el estío, es decir, la estación del año que astronómicamente comienza en el solsticio de verano y termina en el equinoccio de otoño. En el Diccionario de la Lengua Española (DRAE, 2001) se hace referencia a ella como la época más calurosa del año, que en el hemisferio norte o septentrional comprende los meses de junio, julio y agosto y en el hemisferio sur o austral corresponde a los meses de diciembre, enero y febrero. En este sentido, el verano guarda relación con los días de las canículas (o de la canícula), período del año en que es más fuerte el calor.
De ahí que en esta época, muchos veraneantes, los del lugar y los foráneos, aprovechan este tiempo “canicular” para tomar vacaciones y “veranear” en las famosas playas del litoral norteño, poniendo los medios para protegerse del sol veraniego y cuidando de que el “horario de verano” les rinda lo suficiente para disfrutar del veranillo con la familia y las amistades. Algunos extranjeros que nos visitan o pasan una temporada con nosotros sostienen, sin embargo, que en Piura, “la ciudad del eterno calor”, hay en realidad dos estaciones: verano e “infierno”.
Me encanta leer los diferentes temas que abordan en “Castellano Actual” y me gustaría saber si tienen información referente a las variedades linguisticas del Castellano en el Perú.
Actualmente estoy realizando un Master en los EEUU y me gustaría que una de mis investigaciones se base la diferentes tipos de pronunciación y léxico que existe en Perú. Recuerdo muy bien que los habitantes de la zona selvatica hablan de una manera diferente a las personas de la costa y asi también a las personas de la zona central. Por tanto seria muy enriquecedor sus aportes y/o comentarios para poder presentarlos en la Universidad de Mississippi. Desde ya mi más sincero agradecimiento y continuen por esta maravillosa senda de instruir por medio de la palabra.
Ronald Jerí
Graduate Research Assistant
University of Mississippi