El plural de los apellidos

Por , publicado el 10 de mayo de 2013

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Algunos apellidos mantienen la misma regla de los sustantivos comunes; así, tendremos: Borbón – Borbones – los Borbones, Habsburgo – Habsburgos – los Habsburgos; Austria – Austrias, los Austrias; en donde caben dos posibilidades: pluralizar solo el apellido o pluralizar el apellido y también el artículo. Esto sucede, sobre todo, cuando les damos un uso genérico que se puede evidenciar no solo con el uso de mayúsculas y plurales, sino también con el uso de minúsculas: “los garcía márquez, los carpentier, los borges, los vargasllosa, los sábato, los spota y otros habitantes de esa Mancha de cuyos nombres prefiero no acordarme, creen mostrar la Latinoamérica profunda” (Scorza, Manuel. La danza inmóvil: 16).

Desde nuestro punto de vista, cabe señalar que las formas plurales de los nombres de pila –Marías, Luisas, Anas– pueden resultarnos coloquiales y bastante más expresivas que las formas plurales de los apellidos, y por eso, a lo mejor es que se tienda, actualmente, a mantenerlos inalterables y a formar su plural solo en el artículo; así, decimos: los Sánchez, los Castillo, los González, los Flores, etc. y nunca *los Sáncheces, *los Castillos, *los Gonzaleces o *los Floreses. Esto ocurre además, porque cuando decimos los Sánchez, los Castillo, los González o los Flores como nombres propios, no constituyen la suma de un Sánchez más otro Sánchez o de un Castillo más otro Castillo, sino que es el nombre del conjunto o familia (Romero Gualda, 1989: 107).

Ahora bien, con los apellidos extranjeros, la formación del plural tiene que ver con el grado de asimilación y popularidad que estos hayan alcanzado en el ámbito español; así, si la terminación del apellido extranjero es compatible con las terminaciones castellanas, no es infrecuente la realización del plural: los Kennedys, los Jacksons frente a los Spencer o los Nixon (ver Alcina y Blecua, 1994: 545-546 y también Fernández Leborans, 1999: 85).

 

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