Álvaro Cunqueiro (1911-1981)
Por Manuel Prendes Guardiola, publicado el 28 de enero de 2014
Galicia, rincón bilingüe de la gran comunidad hispanohablante, ha sido patria de grandes escritores principalmente en dos periodos: la Edad Media y el siglo XX. Pero probablemente no haya dado autor más completo y magistral en las lenguas gallega y castellana que Álvaro Cunqueiro. Este poeta, periodista y sobre todo narrador fue el gran representante de la literatura fantástica española, equiparable y anterior a los maestros del boom del realismo fantástico (o la mera fantasía) en el nuevo continente. En un libre torbellino de erudición e imaginación, Cunqueiro lleva el habla y las costumbres rurales de Galicia a los ambientes literarios más remotos: la Bretaña artúrica en Merlín y familia, la Grecia mítica de Un hombre que se parecía a Orestes, el oriente de Cuando el viejo Simbad vuelva a las islas… universos fundidos en uno solo: en El año del cometa aparecen juntos los monarcas David, Arturo y Julio César; en Las mocedades de Ulises, el padre del héroe es rey y carbonero, dice descender de Ricardo Corazón de León y lleva a una ermita a bautizar a su hijo recién nacido, quien, ya en su primer viaje, se hará pasar por Amadís de Gaula –por ejemplo– para entretener a sus anfitriones…
Este desenfadado tratamiento de los mitos no recurre a la amargura y la ambigüedad, sino a la poesía y el humor, aunque teñido de cierta melancolía por el paso del tiempo, la nostalgia del viaje y –a falta de este– la pasión por inventar historias, a ser posible protagonizadas por el mismo narrador. La novela cunqueiriana, de hecho, tiene una forma más bien sencilla y “primitiva”: los vecinos se cuentan los últimos rumores o escuchan con deleite las historias de forasteros que vienen de lejos (incluso del Más Allá).
No es imposible conseguirlo en el Perú (se lo reeditó además bastante con motivo de su centenario): descubrirlo vale el esfuerzo.
