Es primavera
Por Nelly Trelles, publicado el 29 de septiembre de 2014El idioma representa la realidad en el sentido más amplio de esta palabra: material, espiritual, moral… Pero siendo la realidad la misma no todas las lenguas la recortan por igual, sino de acuerdo a la visión que tienen del mundo, lo que en alemán se conoce como Weltanschauung (o ‘cosmovisión’). Por ejemplo, en el español se distinguen siete colores en el arcoíris cada uno con sus respectivos nombres, mientras que en lenguas africanas no pasan de dos. Esto no significa que no perciban los otros tonos, sino que los denominan usando derivados o perífrasis. Lo mismo sucede con la división del tiempo físico, dividido en cuatro estaciones en casi todas las lenguas románicas, determinadas por la mayor o menor duración de la luz solar de acuerdo con los solsticios (época en que el día es de diferente duración que la noche) y los equinoccios (el día y la noche tienen la misma duración). Por eso, ahora que ha empezado la primavera decimos que «amanece más temprano».
Los romanos solo tenían dos estaciones: La primera, prolongada, estaba compuesta por la suma de lo que hoy llamamos primavera, verano y otoño, mientras que la estación más breve era el invierno (hibernum tempus). Cervantes, en el capítulo 53 de El Quijote menciona cinco estaciones: primavera, verano, estío, otoño e invierno, debido a que utiliza los nombres en su sentido etimológico. Ahora, estío solo ha quedado en el lenguaje literario y poético.
Respecto a primavera significa literalmente ‘el principio del verano’ del latín vulgar prima vera, es decir, ‘primer verano’. Tanto en la Edad Media como en el Siglo de Oro, verano significaba ‘primavera’. Según el diccionario de la Real Academia (DRAE, 2001), primavera es la ‘estación del año que astronómicamente principia en el equinoccio del mismo nombre y termina en el solsticio de verano’. En el hemisferio norte transcurre entre el 21 de marzo y el 22 de junio, y en el hemisferio sur, entre el 23 de septiembre y el 22 de diciembre. En sentido figurado, primavera alude a aquello que está en su mayor hermosura y vigor o se refiere al tiempo de las flores, de la alegría. Al Cielo también se le compara con la «eterna primavera». Por eso, a San Josemaría Escrivá le gustaba mucho cantar una canción del festival de San Remo de 1956 «Aprite le finestre al nuovo sole è primavera, è primavera. Lasciate entrare un poco d’aria pura…», que traducida al castellano dice así: «Abran las ventanas al sol, es primavera, es primavera fiesta del amor…».
Nelly Trelles Castro
Universidad de Piura
Foto: Nicholas A. Tonelli (CC BY 2.0)
Me gusta estos espacios en donde se aclara el uso correcto de ciertas expresiones sobre las que se tienen dudas, son necearios para no atentar con tra la pureza del idioma.
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Excelentes abordajes de dudas sobre vocablos, expresiones, usos correctos y “otras yerbas” del lenguaje. El tratamiento de los temas es ágil, claro y actual.
Muchas gracias