¡TIERRA!

Por , publicado el 12 de octubre de 2015

rodrigodetriana

 (…) Y porque la caravela Pinta era más velerae iva delante del Almirante, halló tierra y hizo las señas qu’el Almirante avíamandado. Esta tierra vido primero un marinero que se dezía Rodrigo de Triana, puesto que el Almirante, las diez de la noche, estando en el castillo de popa vido lumbre (…)
(En Cristóbal Colón (1982): Textos y documentos completos. Relaciones de viajes, cartas y  memoriales. Madrid: Alianza.)

Desde que Rodrigo de Triana diera el grito de  «¡Tierra!», América se dio por descubierta para el mundo occidental. El contexto espacio-temporal y psicológico en que fue pronunciada esta palabra la presenta como la máxima unidad de comunicación: un texto completo, cargado de toda la fuerza expresiva del momento sobre todo porque llevaban muchos días navegando con zozobra en la carabela “La Pinta”; al ver «destellos de lumbre» supusieron que pronto estarían en «tierra firme».

Tierra, la palabra tan esperada y mágica de ese momento, proviene del latín tĕrra  y  aparece documentada por primera vez en la segunda mitad del siglo X en las Glosas silenses. Y es, por tanto, una de las palabras más antiguas documentadas en castellano. En América y España tierra invade el contenido semántico de ‘polvo’. Así, a veces, se prefiere  decir El carro levanta mucha tierra en vez de El carro levanta mucho polvo. Semánticamente es muy productiva: de ella derivan terreno, terrenal, terrícola, terral, coterráneo, etc. y los peruanismos terrapuerto y terramoza.

El grito ¡tierra!, unido al significado del término: ‘Parte superficial del planeta Tierra no ocupada por el mar’ (DRAE, 2014), no solo dio una información, sino que intervino en la historia del mundo al producirse en un contexto y con una intención de la que se valió para que entendieran el mensaje los tripulantes. Esta breve comunicación era esperada por su contenido implícito: pisar «suelo o piso» (otra de las acepciones del DRAE) después de muchos días de navegación. Más precisa y adecuada es la acepción del Diccionario de uso de María Moliner (1967: 1312): «superficie del planeta Tierra no cubierta por mar. Se usa sin artículo, o sea como partitivo, cuando se nombra contraponiendo la tierra al mar o al aire: ¡ver tierra, tomar tierra!». Así el sustantivo tierra, en el contexto señalado, –sin ser verbo– es performativo (‘que realiza el hecho’), en el sentido de que al pronunciarlo  casi se realiza la acción de pisar tierra firme.

Nelly Trelles Castro
Universidad de Piura

Foto: Edward the Confessor (CC BY-SA 4.0)

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