A cualquier dolencia es remedio la paciencia
Por Karent Urízar González, publicado el 9 de septiembre de 2020Muchas palabras del español poseen una rica carga semántica desde su misma etimología. El conocimiento de esta ayuda a entenderlas mejor, a apreciarlas y hasta a jugar con ellas, como es el caso de los refranes.
En estos tiempos de nueva normalidad a la que hay que acomodarse, se ha de recurrir al ejercicio de la paciencia. De más está decir que todos hemos puesto, y seguiremos poniendo, en práctica dicha virtud, tan cercana a la de la fortaleza. Si podemos decir que saldremos de esta etapa más fuertes, será sin duda por haber sobrellevado pacientemente nuestra vida.
Paciencia proviene del latín pati, patior, que significa ‘sufrir’; en cambio, del participio patiens, patientis proviene paciente, palabra que sirve para señalar tanto a las personas que están en los hospitales como a quienes sufren o soportan en sí la acción de algo o de alguien. Es con este segundo significado con el que se corresponde la acepción más extendida de paciencia, recogido en el DLE (2014) como ‘capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse’.
Esta relación entre la paciencia y el dolor se ve reflejada claramente en el refrán con que inicia este texto: A cualquier dolencia es remedio la paciencia. Sobre este refrán, recogido por Correas en 1627, el Refranero multilingüe del Centro Virtual Cervantes (1997-2020) apunta que “antiguamente se usaba más la palabra doliente que paciente, porque quien está enfermo ha de aceptar el dolor y las incomodidades de tal estado”.
Tomando como base la virtud de la paciencia, se han formado este y otros refranes, se han acuñado muchas frases en distintos ámbitos, y aunque “Más fácil es recomendar tener paciencia que tenerla”, podemos seguir recomendándola cuando surjan contratiempos que uno mismo no puede solucionar y, por lo tanto, debemos otorgarles tiempo, ya que “La paciencia es un árbol de raíz amarga, pero de frutos muy dulces”.
Por eso, pacientes tienen que ser los que tratan de mantener la calma encerrados en casa durante meses, y mucho más los dolientes, a los que –dadas las deficiencias del sistema sanitario y los gastos económicos que acarrea una enfermedad– bien se puede aplicar el refrán Quien tiene dolencia, abra la bolsa y tenga paciencia. Este refrán, que también aparece en el Vocabulario de refranes y frases proverbiales de Correas en 1627, ha caído en desuso, pero bien se entiende que abrir la bolsa es invertir dinero en nuestra salud. Y no es el único refrán que trae a colación lo costosas que resultan las enfermedades; hay otros más, por ejemplo: Cuando los enfermos claman, los médicos ganan o Cuando el doliente va a la botica, una persona pobre y dos ricas.
Obediencia y paciencia son la mejor ciencia es otro refrán que también conviene recordar en estos tiempos en que tantos conflictos se producen entre, por un lado, las normas de la autoridad y las recomendaciones médicas, y, por otro, la impaciencia de muchos por salir a la calle a buscar el entretenimiento o el mero placer de desafiar a aquellas.
No será un refrán, pero tampoco son menos conocidos ni sabios los primeros versos del poema de Santa Teresa de Ávila con el que quisiera terminar, por si a alguien le ayuda: Nada te turbe, / nada te espante, / todo se pasa, / Dios no se muda. // La paciencia / todo lo alcanza, / quien a Dios tiene, / nada le falta. /Sólo Dios basta.
No sé, pero este título “A cualquier dolencia es remedio la paciencia” lo hubiera escrito de otra forma, comenzando por reemplazar el “A” con “Para”.
A cualquier dolencia es remedio la paciencia.
Para cualquier dolencia el remedio es la paciencia.
Ls dos formas dicen lo mismo, pero en forma diferente.
¿Qué es lo que las hace diferentes?
¿Qué cambia en una y otra?
Para el COVID-10 si no te cuidas y protejes no habrá paciencia que valga.
O, pacientemente esperar contagiarte.
Hola!! Me gusto el articulo, si me pone a reflexionar sobre si la paciencia tiene que ser pasiva. Y no puede ser una paciencia activa.
En esta situación de covid así como en otras situaciones como puede ser otras enfermedades, el duelo, entre otras debemos tener paciencia pero no necesariamente tenemos que tener la pasividad de estar en una sala en un hospital.
Debemos ser activos y buscar nuestra salud, tanto para no perderla como para recuperarla.
Podemos ser pacientes que pase esta situación de covid, que parece que no termina más, en nuestras casas. Enfermando mentalmente por el encierro y fisicamente por el sedentarismo o podemos buscar un psicologo que nos ayude a enfrentar esta situación compleja.
Leia un articulo hoy a la tarde sobre ¿Por qué ir al psicologo? y me senti tan tocado en esta situación.
Por problemas de pareja, por molestias, cambio de humor, no saber que hacer yo y que hacer con mis hijos y sin hacer mucho siento que nos estamos ahogando por ser pacientes pasivos.
Espero que sirve de aporte
Saludos!
Carolina
Fuente: https://psicologoscordoba.org/cuando-ir-al-psicologo/