Como que y como si

Por , publicado el 30 de abril de 2018

Las construcciones como que y como si, formadas por el adverbio relativo como más las conjunciones que o si, respectivamente, se pueden usar en estructuras de distinto valor gramatical y en algunas de ellas su alternancia es posible; mientras que en otros casos no lo es.

Como comparativos, como que y como si alternan para introducir oraciones subordinadas que expresan una situación hipotética que se compara con una real (Nueva gramática de la lengua española, 2011: 45.10f). Así, como que se une al verbo en indicativo: Era como que cerrábamos un ciclo y es equivalente a la construcción como si que, en cambio, emplea el verbo en subjuntivo: Era como si cerráramos (cerrásemos) un ciclo. Esta alternancia de como que y como si es especialmente frecuente con los verbos hacer y parecer: Hizo como que no vio ~ Hizo como si no viese (viera); Parecía como que el tiempo se había detenido ~ Parecía como si el tiempo se hubiese detenido. Por lo general, estas estructuras admiten la omisión de como: Hizo que no vio, Parecía que el tiempo se había detenido.

La forma como que, cuando es locución conjuntiva, ya no es equivalente a como si y puede introducir oraciones de carácter causal explicativo: Lo conozco muy bien, como que he sido su vecino durante veinte años; o encabezar oraciones enfáticas de réplica. Es decir, que si alguien dice Tienes ojeras, su interlocutor puede reaccionar respondiendo exclamativamente ¡Como que llevo dos noches sin dormir!, donde es claro que esta réplica constituye la causa de lo dicho por el emisor.

También es posible utilizar el adverbio exclamativo cómo seguido de la conjunción que para expresar disconformidad o extrañeza ante lo dicho por el emisor: ¡Cómo que no vas a venir! En este caso se ha omitido el verbo decir entre cómo y que ¡Cómo (dices) que no vas a venir! Y esto puede abreviarse más si solo se usa el adverbio no para construir el enunciado: ¡Cómo que no!, una construcción que adquiriría su sentido completo dentro de la situación comunicativa en la que se utilice. Así, siguiendo con nuestro ejemplo, si yo como emisor le pregunto a alguien ¿Vas a venir? y me contesta que no, puedo replicar diciendo ¡Cómo que no vas a venir! o tan solo ¡Cómo que no! En estos casos, lo importante es cuidarse de no agregar la preposición de a la última expresión porque sería un error *¡Cómo de que no!

Por su parte, como si puede utilizarse para contestar preguntas: –¿Cómo se encuentra? –Como si me hubieran golpeado con un ladrillo y también aparece en enunciados exclamativos para negar de manera enfática las inferencias que se hagan de una situación. Por ejemplo: Si el emisor vive cerca de un río y afirma: ¡Podemos alegrarnos porque no lloverá este año! El receptor que sabe que las lluvias son un peligro constante podría contestar ¡Qué ilusiones te haces! ¡Como si el peligro pudiera pasar alguna vez!, de esta manera acentúa la relevancia de lo que dice.

Sea lo que fuera que vayamos a decir, lo importante es saber en qué casos podemos usar indistintamente una u otra expresión y en cuáles no, pues hoy en día el uso de como que se ha extendido a contextos muy variados y más coloquiales.

Lady Noelia Olivares Mauricio

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