Diferencia semántica entre los términos secuestrado y prisionero de guerra
Por Paola Celi, publicado el 1 de junio de 2015El año pasado, las noticias informaron sobre el secuestro del general Rubén Darío Alzate, en Colombia. Por esos días, la cadena de noticias BBC, afirmó que esto desató una discusión semántica, pues para las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), el mencionado general era un prisionero de guerra, mientras que para la mayoría de colombianos, estaba secuestrado.
En el artículo ¿Secuestrado o capturado?: la dimensión semántica del caso del general colombiano, de la BBC, se explica que, según el Convenio de Ginebra (artículo 4), son prisioneros de guerra las personas que caigan en poder del enemigo. Estas pueden ser: “los miembros de las fuerzas armadas de una Parte en conflicto, así como los miembros de las milicias y de los cuerpos de voluntarios que formen parte de estas fuerzas armadas (…)”; o “las personas que sigan a las fuerzas armadas sin formar realmente parte integrante de ellas, tales como los miembros civiles de tripulaciones de aviones militares, corresponsales de guerra, proveedores, miembros de unidades de trabajo o de servicios encargados del bienestar de los militares, a condición de que hayan recibido autorización de las fuerzas armadas a las cuales acompañan…”. Además, en el artículo se menciona que el Comité Internacional de la Cruz Roja sostiene que “el estatuto del prisionero de guerra solo se aplica en conflictos armados internacionales”.
Por todo lo expuesto, se puede afirmar que el general Rubén Darío Alzate no fue un prisionero de guerra, sino una persona secuestrada, es decir, aquella que es ‘retenida indebidamente para exigir dinero por su rescate, o para otros fines’ (Diccionario de la lengua española, 2001); pues, aunque sea considerado un enemigo por las FARC, no se da la figura de conflicto internacional. A esto, se suman los siguientes hechos: el general se desplazaba vestido de civil y desarmado en el momento del secuestro.
Aunque la trascendencia de esta discusión sobre el significado de ambos términos fue muy contextual (pues las FARC, supuestamente, cometieron el delito de secuestro, lo que en Colombia se tradujo como falta de voluntad de paz de este grupo guerrillero), este hecho reflejó la importancia del carácter semántico de las palabras.
Como dato adicional, se puede decir que la historia tuvo un final feliz pues el general Rubén Darío Alzate fue liberado dos semanas después de permanecer en poder de la guerrilla de las FARC.
Paola Celi Arellano
Universidad de Piura
Imagen: teinteresa.es
La semántica es trascendental para la adecuada interpretación de los vocablos, sin duda.
Un comentario adicional, quizás con la pretensión de ser conceptualmente complementario, es que el contexto en que se les utiliza es de semejante importancia para la comunicación, ira verbal, ora gráfica.
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