Duda resuelta: ¿Es Porres o Porras?
Por Castellano Actual, publicado el 10 de septiembre de 2012Pregunta de Carlos Alberto Leiva Gallardo:
Se dice San Martín de Porras y no Porres.
Respuesta de Castellano Actual:
Estimado Carlos:
Hasta donde sabemos, el apellido de san Martín es Porres; aunque, en algunos documentos aparece registrado Porras.
ACTUALIZADO (12/09/2012): Alejandro Martín nos brinda una excelente explicación en los comentarios. La reproducimos aquí:
Recién avecindado en Barcelona ciudad, hace ya once años, una de las primeras cosas que me hizo girar la cabeza en un supermercado fue un paquete de dulces tradicionales con muy buena pinta, llamados tortas de manteca. Aparte de que el nombre no me decía mucho, viniendo yo de Perú, noté en el paquete que la empresa que lo fabricaba se llamaba “San Martín de Porres, S.L.” de Écija, comarca de Sevilla. Ya me engurruñaba el gesto preguntarme qué tenía que ver la asociación de un santo peruano con una marca de golosinas.
Por otro lado, la vida en esta ciudad induce al contacto del hispanoparlante con el catalán, cuyas vocales -emparentadas con el occitano y el aragonés- son de distinta pronunciación que las del castellano. Notoriamente la “e”, cuando va entre consonantes, tiende a pronunciarse “ae”, simbolizada en el Alfabeto Fonético Internacional (AFI) como æ. Los apellidos Porres y Torres son de uso común aquí, como lo son Porras y Torras, escritos con “a”. Sin embargo, los árboles genealógicos de los apellidos son distintos, consignándose ya en 1523 una mención del apellido Cortés de Porras en Burgos, ciudad influida por la lengua aragonesa y originaria de Juan de Porras, padre del santo.
Con todo lo anterior, puedo pensar que el Santo de la Escoba se apellidaba entonces De Porras, y no Porres. Atribuyo la popularización del “Porres” a una maniobra registral, habitual en la época, para castellanizar y uniformar los apellidos del reino distanciándolos de cualquier vestigio catalán, hasta hace poco un idioma históricamente postergado e incluso proscrito por mando real.
Finalmente, si el lector se pregunta el porqué de mi interés en el tema, diré que fue mi madre la que, por problemas de salud, puso su gestación bajo la advocación del Santo para que yo naciera, y me puso el suyo como segundo nombre.
Saludos cordiales,
Castellano Actual
Felicito y sigo vivamente vuestra página.
Recién avecindado en Barcelona ciudad, hace ya once años, una de las primeras cosas que me hizo girar la cabeza en un supermercado fue un paquete de dulces tradicionales con muy buena pinta, llamados tortas de manteca. Aparte de que el nombre no me decía mucho, viniendo yo de Perú, noté en el paquete que la empresa que lo fabricaba se llamaba “San Martín de Porres, S.L.” de Écija, comarca de Sevilla. Ya me engurruñaba el gesto preguntarme qué tenía que ver la asociación de un santo peruano con una marca de golosinas.
Por otro lado, la vida en esta ciudad induce al contacto del hispanoparlante con el catalán, cuyas vocales -emparentadas con el occitano y el aragonés- son de distinta pronunciación que las del castellano. Notoriamente la “e”, cuando va entre consonantes, tiende a pronunciarse “ae”, simbolizada en el Alfabeto Fonético Internacional (AFI) como æ. Los apellidos Porres y Torres son de uso común aquí, como lo son Porras y Torras, escritos con “a”. Sin embargo, los árboles genealógicos de los apellidos son distintos, consignándose ya en 1523 una mención del apellido Cortés de Porras en Burgos, ciudad influida por la lengua aragonesa y originaria de Juan de Porras, padre del santo.
Con todo lo anterior, puedo pensar que el Santo de la Escoba se apellidaba entonces De Porras, y no Porres. Atribuyo la popularización del “Porres” a una maniobra registral, habitual en la época, para castellanizar y uniformar los apellidos del reino distanciándolos de cualquier vestigio catalán, hasta hace poco un idioma históricamente postergado e incluso proscrito por mando real.
Finalmente, si el lector se pregunta el porqué de mi interés en el tema, diré que fue mi madre la que, por problemas de salud, puso su gestación bajo la advocación del Santo para que yo naciera, y me puso el suyo como segundo nombre.
Gracias y un saludo cordial.
Una pregunta:
¿Se dice “hubo muchas personas en la fiesta” o “hubieron muchas personas en la fiesta”?
Gracias por su atención.
César Carranza
Estimado Alejandro Martín:
Muchas gracias por tan importante aporte.
Saludos cordiales,
Castellano Actual
Estimado César:
El verbo “haber” actúa como verbo auxiliar (ha comprado, habrán venido, habrás salido, habían bebido, haya llegado…) y como verbo impersonal (hay días soleados, había un solo carro, hubo tres muertos…). Como auxiliar tiene un sujeto claramente marcado en las formas verbales (él o ella ha comprado, ellos o ellas habrán venido, tú habrás salido…); en cambio, como impersonal no lo tiene; pero el hablante cree que sí y por eso suele cometer errores: *habían cinco carros, *hubieron tres muertos… En ambos casos, los sintagmas “cinco carros” y “tres muertos” no son sujetos son objetos directos; es decir, estructuras que completan el sentido de los verbos: había algo, hubo algo.
Respondiendo a tu pregunta, la forma correcta es “Hubo muchas personas en la fiesta”, pues se trata de una oración impersonal. Para mayores detalles puedes leer el artículo que publicamos hace poco en Castellano Actual.
Saludos cordiales,
Castellano Actual
hola querido pariente por lo que me das a entender, mira, estas por ahí, por ahí, bien cerquita, pero no quiero desilusionarte, primero nacio el porres y luego los llamaron porras, si te interesa saber un poquito mas visita mi cuenta en facebook
y sabras algo mas de los PORRES, o al menos mas o menos lo mismo que van sabiendo algunos que van leyendo y esperando siempre que publique un poquito mas sobre el tema , mis saludos y espero te guste.
jajajajajajajajajajaaj
“Evento” es una palabra cuya segunda acepción en DRAE es “eventualidad, hecho imprevisto”. Pero inmediatamente después, como tercera acepción dice, como localismo para Perú, “suceso importante y programado, de óndole cultural, artístico, etc…”
Yo, que soy peruano, ¿en qué sentido debo utilizar la palabra “evento”?
Estimado Castellano Actual:
Se dice que “en algunos documentos” se menciona el apellido del santo como “Porras” pero resulta que son los únicos, no existe documento de la época ni cercanamente posterior que consigne su apellido como “Porres”.
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Estimado Alejandro Martín:
La información de tu artículo es invaluable para mí.
Yo también he estado intrigado porque el apellido “Porres” es casi desconocido en el Perú de donde es originario el santo. En las Páginas Blancas de Telefónica encuentras miles con el apellido “Porras” pero sólo 2 con el apellido “Porres”. En España el Apellido “Porras” es 10 veces más frecuente que “Porres” según el Instituto Nacional de Estadística.
En Wikipedia hay referencias al padre de Martín como Juan de Porras en biografías y en el Acta de Donación de Martín al monasterio de fecha 2 de Junio de 1603. Además se menciona que el padre era “burgalés”, o sea, originario de Burgos, origen del Reino y Condado de Castilla por tanto muy apartado de la influencia catalana u occitana.
La posible uniformización registral que mencionas tendría influencia sobre la escritura y hubiera afectado a los posibles “Porres” que al castellanizarse a “Porras” hubiera traído por consecuencia la modificación de la pronunciación de “æ” a “a” y no viceversa que es lo que sería necesario para sustentar el cambio del apellido del santo de “Porras” a “Porres”.
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Una posibilidad muy probable es que el cambio se deba a la internacionalización del santo porque en Portugués una de las acepciones de la palabra “porra” es “cantidad de esperma eyaculada” lo que resulta muy inconveniente para inspirar devoción religiosa.
No tengo la fecha exacta de cuándo se empezó a proponer este cambio pero el año de su canonización, 1962, en Perú se entendía que el nombre era Martín de Porras.
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Si alguien pudiera compartir la información de la fecha y las circunstancias en que empezó este cambio se lo agradecería mucho.
De ambas formas se ha escrito el apellido del santo mulato: Porres y Porras. Pero si vamos a los más remotos antepasados del santo vemos siempre la forma Porres. Así, en el Libro del Repartimiento de la ciudad de Sevilla, de fecha del año 1253, hallamos un antepasado directo de San Martín: Gómez Pérez de Porres, escrito con e. Posteriormente, en el siglo XIV, hallamos la misma forma en el Libro Becerro de las Behetrías; y en las guerras fratricidas de don Pedro y su hermano el de Trastamara hallamos a alguno más de la misma familia y escrito igualmente Porres. Andando el tiempo se usan indistintamente ambas maneras, pero, insisto, la documentación más antigua siempre nos muestra el apellido como Porres.
Un saludo.
Sin duda ninguna, “Porras” y “Porres” es exactamente el mismo apellido. Por tanto lo mismo da decir San Martín de Porres que San Martín de Porras.
Tengo en imprenta un libro de 650 páginas sobre la genealogía de los Porras/es, originarios del valle de Valdeporres. El primer documento que habla sobre este linaje Porras data del año 1190 y su apellido se lee como “Porras” pero da la casualidad que son originarios del valle de Valdeporres: “Valle de Porres”, por lo que el apellido lo tomaron de este valle y debió ser el primero “Porres”.
He constatado, en numerosos documentos, donde a una misma persona se la nombra, indiferentemente, con el apellido “Porras” o “Porres”.
Son algunos personajes destacados del linaje Porras/es quienes ellos mismos, ya en los siglos XVI y XVII, época de San Martín de Porres pues parece ser que se le conoce más asiduamente como “Porres”, decían ya que ambos apellidos eran uno mismo, como por ejemplo Juan Dionisio de Porras, que en diciembre de 1628 heredó el mayorazgo de Cidad de Valdeporres y que fue montero del Rey.
Por tanto, “Porras” y “Porres” es lo mismo. No le busquemos cambios con castellano actual o castellano antiguo o con cualquier otra teoría.
Espero tener a la venta a finales de enero 2017 el libro titulado: “LOS POPRRAS ORIGINARIOS DE VALDEPORRES. (I) CASA DE VIRTUS Y CIDAD. LÍNEA TRONCAL”, donde se detalla su origen, su genealogía y el porqué de llamarse indistintamente “Porras” o “Porres”.
Juan José Vega se pregunta por qué decimos Porres y no Porras, como en realidad debiéramos decir, ya que el padre de nuestro santo moreno se apellidaba Porras; era un español de nacimiento llamado Juan de Porras, y así consta documentalmente y así fue registrado varias veces.
“Pero sucede que en idioma portugués –explica Juan José Vega–, porra es la palabra que sirve para designar la parte masculina del hombre [el miembro, el pene], y a todas luces era inadecuado llamar así a un santo, y peor aún en plural [o sea, Porras y no simplemente Porra]. […]
El hecho del problema del significado del apellido Porras nos consta por una curiosa anécdota que oímos de labios del que fuera eminente filósofo Mariano Iberico, quien ejerció precisamente como diplomático en el Brasil, y también de boca de Luis Alberto Sánchez, cuyo chispeante genio limeño lo condujo a la averiguación de tantas cosas de acá.
“Algunos biógrafos del santo guardan reserva sobre el asunto; verbigracia, Rubén Vargas Ugarte y el mismo Emilio Romero. Quien mejor nos ha ilustrado sobre el tema es José Antonio del Busto, lúcido historiador, autor de una biografía del santo, en cuyas páginas, por cierto, no alude para nada al… ‘escabroso’ asunto.
Además, Porras es vocablo que se aplicaba antes a la mujer de peor fama, acepción que ya no consta en el Diccionario de la Real Academia.
“Así es que lo mejor es echar un velo sobre el asunto y continuar llamando al santo con el apellido que le dio el Papa Juan XXIII, y no su padre. Al fin y al cabo, en el mundo entero es conocido como San Martín a secas.” (Martín, Revista de Artes y Letras, Universidad de San Martín de Porres, 2001, 1:1, 126bc.)
Camilo José Cela, en el segundo tomo de su Diccionario Secreto, documenta convenientemente la acepción sexual de porra. (Cf. C. J. C., D. S., II, 528-530.)
Mandar a uno a la porra es mandarlo a paseo, o al diablo, o a escardar cebollinos, o a freír espárragos, o a la mierda, o al carajo, o como decía Simón Bolívar, a la pinga.
El Comercio diario peruano.
Marco Aurelio Denegri