El uso, literalmente, cambia significados

Por , publicado el 27 de enero de 2021

El tiempo transforma todo a nuestro alrededor, incluidas las palabras. Palabras que antes eran de uso común están ahora fuera de circulación o han perdido el significado con el que solían usarse. Por ejemplo, el adverbio jamás, que hoy se usa con el significado de ‘nunca’ [Yo jamás (nunca) haría eso], también registra en el diccionario académico, como acepción en desuso, el sentido de ‘siempre’, que ha quedado en la locución adverbial por siempre jamás (Pensaré en ti todos los días de mi vida, por siempre jamás) donde jamás funciona como un elemento ponderativo que enfatiza la expresión.

El paso del tiempo puede no solo crear nuevos vocablos (cliquear, audiolibro, cracker, etc.), sino también variar los significados de palabras ya existentes, como producto de la expresividad que el hablante le quiere atribuir a su forma de hablar para reforzar o enfatizar las palabras, como ha sucedido en los últimos años con literal (literalmente).

El Diccionario de la lengua española (2014) registra la palabra literal con el significado de ‘conforme a la letra del texto, o al sentido exacto y propio, y no lato ni figurado, de las palabras empleadas en él’ y literalmente como ‘De manera literal’. Sin embargo, encontramos en el uso diario actual expresiones como Ella es literalmente un huracán de emociones y sentimientos encontrados o Literal… esa sonrisa me va a matar, donde es claro que no quieren decir al pie de la letra lo que se está expresando. En ambos casos, se trata de expresiones enfáticas en las que literal o literalmente ha reforzado el significado figurado del resto de la expresión.

Al respecto, la RAE, pese a lo registrado en los diccionarios oficiales, ha señalado a través de su cuenta en Twitter (18 de septiembre de 2020) que «En efecto, el uso ponderativo del adjetivo “literal” como adverbio se ha extendido en la lengua coloquial, aunque sería preferible el uso en estos casos de “literalmente”»; esto significa que es mejor decir Hay amigas que, literalmente, son un regalo de cielo que *Hay amigas que, literal, son un regalo de cielo.

Otro ejemplo de cómo el uso expresivo de las palabras y el tiempo han modificado la carga semántica de las palabras es el uso de términos que presentan significados opuestos y que son conocidas como autoantónimos. Esto ha sucedido con nimio, lívido o enervar, por ejemplo.

Nimio pasó de significar ‘exceso’ a indicar ‘insignificancia’. De hecho, el DLE registra ambos significados (aunque a nosotros esto nos resulte contradictorio): 1. adj. Dicho generalmente de algo no material: Insignificante, sin importancia. 2. adj. Dicho generalmente de algo no material: Excesivo, exagerado; lívido pasó de ‘amoratado’ a ‘intensamente pálido’; y, por su parte, enervar, que se registra con el significado de ‘debilitar, quitar las fuerzas’; “hoy se emplea más frecuentemente con el significado de ‘excitar o irritar’, sentido que el francés añadió a esta voz en el siglo XIX, de donde pasó al español” (DPD, 2005).

Siguiendo en esta línea, según el estudio realizado FundéuRAE [Herrero, Álex (24 de abril de 2018) Cuando el lenguaje evoluciona «sensiblemente»] lo mismo está pasando, desde hace algún tiempo, con sensiblemente, un adverbio que está experimentando una ampliación o cambio de significado, puesto que al interpretar la frase Ha mejorado sensiblemente, un grupo de hablantes (adultos) comprenden esto como que el paciente mejoró ‘notablemente’ (significado registrado); sin embargo, otro porcentaje (jóvenes, en su mayoría), entiende con la frase lo contrario; es decir, que el paciente ha mejorado ‘ligeramente’.

Estos ejemplos demuestran que es el uso lo que determina la evolución y mutabilidad de una lengua y como dijimos antes no solo se crean nuevos términos, sino que se crean nuevos significados puesto que los hablantes asocian una palabra con otra como sucedió, por ejemplo, con nimio que al asemejarlo a mínimo (parecido gráfico y fónico) se asemejaron también los significados.

4 comentarios

  • Jacinto Gonzáles dice:

    Y con el mismo criterio no podrían reconocer o aceptar el verbo aperturar o es que después de haber negado tanto tiempo su validez, ya no ya, ¿ya?

  • Anónimo dice:

    Tanto Billy como Lady terminan en y. Para efectos de la tildación la y ¿se considera como vocal?
    Algo más, ¿cómo sería el plural de esos nombres? Juan-Juanes, María-Marías, …

    De paso, los de CA ¿no se podrían tomar un tiempito del que usan para esos largos artículos y
    comentar o responder las dudas que planteamos y que no queden pendientes de moderación?

  • Anónimo dice:

    Algo más. Una pregunta para Lady Olivares. ¿Cómo se pronuncia su nombre, dado el caso que termina en y que es vocal y consonante? Lády, Ladý, Léidy o “Leidý”

  • Juan Pérez Nomás dice:

    Como el confinamiento en que estamos metidos nos lleva a buscar algo en qué entretenernos, les dejo este enlace (link, para la mayoría) https://www.bbc.com/mundo/noticias-54982568

    Quizá el lenguaje inicialmente fue por señas y con sonidos guturales (hoy no verbal). Esto fue dando forma a lo que luego se llamaría palabras y luego idioma. Después, algo muy necesario, surgió la escritura.

    Seguro, igual que hoy, existió una elite (unos dicen élite) que comenzó a dar normas (una suerte de RAE local) para que todos se entiendan entre sí como ellos querían. Para distinguirse y hacerla difícil daban normas que pocos las entendían y no le hacían caso. Como hasta ahora siguán comunicándose.

    Que no se dice hubieron nadie lo entendía, y hoy tampoco; que hay palabras que tienen que ser con V y otras con B, sonando igual. Esto lo dictaminaron unos cuantos para distinguirse. Y así, con crípticos cambios para lucirse y que la comarca vecina no entienda lo que se decía se crearon nuevos idiomas, primero dialectos y más tarde algo más formal que perduran hasta hoy.

    Que por qué la coma no es un signo musical, como las tildes, y que ayude tanto a quien escribe como al lector, misterio. …y otras cosas más.

    ¿Será o habrá sido así la cosa?

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