¿En quechua o en español?
Por Carola Tueros, publicado el 22 de septiembre de 2021A propósito de las constantes declaraciones en quechua del jefe del gabinete de ministros del Perú, muchas personas me preguntan si es correcto o incorrecto que se comunique en esta lengua indígena.
Para responder a esta interrogante, primero es preciso saber que toda lengua presenta variantes. Tenemos una variedad en el sentido espacial llamada diatópica o geográfica (distinta forma de hablar dependiendo del territorio, dialectos), otra variedad entre los estratos socioculturales denominada diastrática (supeditada a la edad, al grado de instrucción o grupo social, nivel superior o lengua culta, nivel medio o lengua familiar, nivel popular y la jerga o lengua marginal) y la variedad estilística o diafásica de acuerdo con las finalidades y las situaciones del decir (nos comunicamos de distinta manera si el receptor es un niño, una autoridad o nuestro confidente).
Centrándonos en la diafásica, podemos agregar que obedece al contexto o situación comunicativa, es decir, emplearemos un determinado registro con el canal adecuado atendiendo a las características o perfil del receptor, al tema del discurso, al ámbito de la interacción social y a todo lo que rodea el hecho comunicativo. Usaremos un estilo formal o informal, según las circunstancias.
Entonces, si la mayoría de los interlocutores habla únicamente español, ¿es conveniente cambiar el código de manera deliberada y sin previo aviso? Pues no, tendríamos que emplear el castellano para lograr una comunicación efectiva. Además, si el comunicado proviene de un representante de la patria como es el premier de la nación peruana, el mensaje se debe dar en un registro formal con el preciso cuidado de las propiedades del lenguaje, esto es, la coherencia o congruencia, la corrección en sus distintos niveles (léxico, morfológico, sintáctico, etc.) y la adecuación.
Hablar en otra lengua cuando no se justifica en función del contexto, más que incorrecto, es inadecuado. Desde el punto de vista lingüístico, no posee mayor competencia ni cultura quien conoce o domina más idiomas, sino quien utiliza los vocablos, el código y el canal apropiados conforme con el público al que se dirige.
Gran parte de la población peruana no sabe el quechua, solamente el 13.9 % lo tiene como lengua materna. El 82.6 % habla castellano, el 1.7 % aimara y el 0.87 % otras lenguas amazónicas (El Peruano, [Perú, 27/08/2021]). Por lo tanto, si un discurso se dirige a todo el país o a un grupo, donde casi la totalidad se comunica solo en español, no hay por qué expresarse en quechua.
Esto no significa desprecio a dicha lengua ni a las demás que se hablan minoritariamente en el país, tampoco, discriminación alguna o falta de inclusión, ya que, a mucha honra y orgullo, son parte de nuestra cultura y legado. Por el contrario, refleja la apropiada competencia lingüística para lograr la eficacia comunicativa al manifestarse en un código inteligible entre los interlocutores.
Distinto sería si el mensaje se enfoca en una comunidad quechua hablante o de cualquier otro idioma. También, si se expone en una determinada lengua materna con un debido traductor; por ejemplo, en las cumbres internacionales, donde los presidentes de cada país se comunican en sus propios idiomas oficiales. Hasta se podría emplear un registro coloquial o informal si se maneja el mismo código entre amigos y familiares; pero no a toda una población o público general, puesto que no habría un entorno de entera confianza.
Y ¡por qué no hablar o escribir en quechua si se hace a la par la traducción! Así lo hago al terminar esta disertación: «¡Kawsachun Perú suyunchis!». «¡Anchatam kuyayky, Perú!». ¡Que viva nuestro Perú! ¡Te amo mucho, Perú!
Hay una cosa que quiero preguntar: ¿El quechua tiene nuevos sustantivos y verbos?
Anónimo, si no incorporan o agregan nuevos sustantivos y verbos, sería una lengua muerta viviente.