«Hasta que me olvides» 

Por , publicado el 2 de octubre de 2024

«Hasta que me olvides…» es el inicio de una famosa canción del mexicano Luis Miguel que seguro evocará en más de uno emociones y recuerdos. La frase que le da título a esta canción y a este artículo es un claro ejemplo de cómo la palabra hasta marca un límite temporal, que resuena con la idea de despedida y anhelo juntos. Pero más allá de su sentido emocional en la música, hasta es una preposición que, en el lenguaje cotidiano, forma diversas locuciones que enriquecen nuestra comunicación: hasta luego, hasta siempre, hasta nunca, hasta el momento, hasta el infinito, hasta mañana, hasta pronto, hasta aquí…  

Etimológicamente, proviene de la mezcla del árabe hispano ḥattá con el latín ad ista (‘hasta eso’) y su función principal es señalar un límite, ya sea en términos de tiempo, de espacio o de cantidad. Pero su alcance va más allá de la simple preposición: a través de distintas expresiones, hasta tiene también un valor adverbial, con el cual expresa énfasis, sorpresa o, incluso, ironía.  

Como preposición, hasta pertenece al grupo de las preposiciones con significado léxico e indica, principalmente, ‘término límite en relación con el tiempo, el espacio o la cantidad’ (Diccionario panhispánico de dudas, 2024): La ruta a pie más larga del mundo va desde Sudáfrica hasta Rusia; Bachillerato automático se extendió hasta el 31 de diciembre; Se abre convocatoria de trabajo con sueldos de hasta S/10.000. Cuando aparece unida a un infinitivo o a la conjunción que, adquiere un sentido de consecuencia, puesto que señala el límite de un proceso o acción continua: Los transportistas mantendrán el paro hasta ser escuchados; Permaneceré aquí hasta que me escuches. 

Hasta también puede formar parte de oraciones negativas en las que es común, aunque innecesario, incluir un no enfático: No se fue hasta que (no) lo escucharon. En este caso, la oración principal tiene un sentido negativo (No se fue) y en la subordinada, introducida con la preposición hasta, se agrega un no que solo sirve como refuerzo de la negación expresada (hasta que no lo escucharon = hasta que lo escucharon).  

Por otro lado, en algunas zonas de América, especialmente en México, la costa de Ecuador, en América Central y en Colombia (Diccionario panhispánico de dudas, 2024), se suele omitir el adverbio no delante del verbo en oraciones con hasta, con lo que el enunciado puede resultar ambiguo e interpretarse de manera opuesta. Por ejemplo, el enunciado Atendemos hasta las 6:00 p. m. puede significar, por un lado, que en ese lugar se cierra a las 6:00 p. m. o, por otro, que se abre a partir de las 6:00 p. m. Para evitar la confusión, se aconseja colocar la negación delante del verbo: No atendemos hasta las 6:00 p. m. o, simplemente, Se atiende a partir de (o desde) las 6:00 p. m. cambiando la preposición hasta por la a (o desde), que introduce complemento circunstancial de tiempo. Otra forma de evitar un doble sentido en este enunciado sería optar por la correlación de preposiciones; es decir, usar una que marque el inicio y otra que señale el final: Atendemos desde las 4:00 p.m. hasta las 6:00 p.m., con lo cual quedaría explícito el tiempo en el que habrá atención. 

En otros casos, usado como adverbio, hasta puede marcar un punto de inflexión o sorpresa, como en Hasta él sabe la respuesta, donde se enfatiza lo evidente que resulta la respuesta para todos menos para “él”. En estos casos, hasta puede ser remplazado por incluso o inclusive: Incluso él sabe la respuesta. Con este uso, puede acompañarse con otras preposiciones: Hasta por ti haría eso; Ese banco cobra hasta por retirar en ventanilla; Los impuestos nos dejaron hasta sin casa. 

Finalmente, en frases coloquiales como hasta nunca puede expresar diversas emociones como enojo (He venido a despedirme, así que adiós, buena suerte y hasta nunca); hartazgo (Hasta aquí llegué yo); separación definitiva ante la pérdida de alguien (Hasta siempre, querida mamá) o esperanza, como en hasta pronto o hasta luego que, sobre todo en América, refleja más calidez que un simple adiós. Por lo tanto, nos despedimos hasta el próximo artículo. 

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