Léxico estético
Por Paola Celi, publicado el 19 de junio de 2024Los procedimientos estéticos ofrecen no solo esos “retoques” que algunos consideran necesarios para mantener la belleza del cuerpo, sino también una gran variedad de términos que, hoy en día, se usan con mucha frecuencia… Pero ¿sabemos de dónde vienen? Veamos algunos de ellos:
Bótox. En este caso, mediante un proceso de metonimia, el nombre de la marca (Bótox) pasó a designar al producto en sí. Es decir, bótox se convirtió en el sustantivo común con el que se conoce a la toxina botulínica que, en la medicina estética, se usa para atenuar la apariencia de las arrugas y tersar la piel del rostro: Las inyecciones de bótox emplean una toxina para impedir temporalmente el movimiento de un músculo; Los jóvenes están usando bótox para prevenir arrugas. Adaptada al castellano, bótox, es palabra grave y se escribe con tilde.
Skincare. Desde luego, no pueden faltan los anglicismos (o ‘términos provenientes del inglés’). Skincare es, en la actualidad, la palabra preferida por todos los influencers o gurús del ‘cuidado facial’ (que es lo que significa). Al tratarse de un anglicismo crudo (sin adaptar), se escribe en cursiva (o redonda si es que todo el texto está en cursiva) o entre comillas: El paso más importante del skincare es la protección solar; La industria del skincare ha triplicado sus ventas en los últimos cinco años.
Se sabe que para la mayoría de los anglicismos hay un equivalente en el español que podría usarse sin problemas. Pero a muchos hablantes suele parecerles “chic” usar el término en inglés, como en el caso de peeling que, sencillamente, es exfoliación (‘tratamiento cosmético para eliminar las células muertas de la piel’, DLE, v. 23.7): La mejor forma de cuidar la piel es con peeling ultrasónico; Los médicos advierten sobre los riesgos del peeling con fenol.
Serum. No solo los anglicismos se ponen de moda, también los latinismos. Serum es una palabra del latín que ha cobrado protagonismo a raíz del auge del skincare. Su equivalente en castellano es nada más y nada menos que suero; sin embargo, marcas como L’Oréal, Garnier, Maybelline, entre otras, usan serum en la presentación de sus productos; quizá porque la palabra suero suele identificarse más con la ‘disolución de sales u otras sustancias en agua, que se inyecta con fin curativo’ (DLE, v. 23.7).
Al respecto, la Fundéu afirma: «Aunque lo más adecuado es usar la voz castellana suero, si se opta por emplear la hispanización del latinismo serum, lo adecuado es adaptarla a la ortografía del español y escribirla en redonda y con tilde en la e: sérum. Su plural es sérums».
Estos son algunos ejemplos que nos acercan al lenguaje de la medicina estética, porque, de un modo u otro, hay que estar actualizados con esta realidad, ya sea con un pinchazo de bótox o con una dosis de conocimiento lingüístico.