Lo que un refrán dice otro lo contradice
Por Karent Urízar González, publicado el 2 de abril de 2018En el Perú empezó este mes el periodo escolar eso significa que se terminaron las vacaciones de verano. Retornar a clases no suele ser nada agradable, sobre todo, porque a los más pequeños les cuesta despertarse temprano y retomar la rutina de bañarse, desayunar y vestirse para salir porque mientras más sueño tengan, más se demorarán. Los padres, entre otras frases motivadoras como Vas a volver a ver a tus amigos, vas a llegar antes que todos, les vas a ganar, etc., usarán tal vez refranes como Al que madruga Dios le ayuda. Sin embargo, podemos encontrar que algunos niños se levantan con más energías tan emocionados de volver al colegio que se despiertan durante la madrugada, como dispuestos a plantarse ante la puerta del colegio una o dos horas antes de que este abra; a lo que los padres (con algo de modorra) se adelantarán con el refrán No por mucho madrugar, amanece más temprano. Notaremos que se van haciendo mayores cuando al argumentar con la primera frase, nos respondan con la segunda; aunque la sabiduría de la experiencia nos permitirá replicarles que Cada cosa a su tiempo.
Hemos vivido escuchando frases como esta para muchas situaciones cotidianas unas más ingeniosas que las otras y que han sido transmitidas de generación en generación: “como decía mi abuelita /tío/ madre/ padre…” y citamos el refrán, máxima, aforismo, etc., que venga a cuento. Damos fe con ello de que la lengua está viva; y vamos ampliando, difundiendo o haciendo acortamientos de estos dichos ya que a buen entendedor…
Como es evidente, los múltiples pueblos y distintas generaciones han ido encontrando, a lo largo de su historia diversas maneras de decir más o menos lo mismo, y han llegado a formarse frases con pequeñas variantes, frases sinónimas y hasta frases antónimas que se han fijado en el colectivo social. Muchas manos en la cocina ponen el caldo morado, tiene variantes como Muchos cocineros estropean el caldo, Muchas manos descomponen la olla y también tienefrase sinónima Muchos componedores descomponen la novia; evidentemente, para referirse que al intervenir muchas personas en algo se crea desorden y confusión. Sin embargo, la misma sabiduría tradicional nos permite sustentar la idea contraria, si hay necesidad de ello, porque muchos saben que Lo que un refrán dice, otro lo contradice: a los ejemplos anteriores se contraponen A más manos, menos trabajo y si el contexto ayuda Buey solo, bien se lame o es Mejor solo que mal acompañado; que son un elogio de la soledad e independencia. Otro ejemplo sería el del típico consuelo al enamorado despechado: Al pasado, pisado para que siga con su vida, siempre que la desilusión no sea tan grande como para animarse a volver a la carga con un Donde hubo fuego cenizas quedan.
Algunos quizás no se oponen al cien por ciento, pero se aceptan según el contexto: por ejemplo, con En casa del herrero, cuchillo de palo, probamos que no siempre se cumple que De tal palo, tal astilla. En la aseveración Persevera y triunfarás se insta a la perseverancia, claro que cuando se persevera en el riesgo dirán que, por supuesto, Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe.
Y termino con estos dos refranes que presentan un dilema moral bien actual, cuando los poderosos se muestran tan magnánimos en dádivas y favores. Recordemos que desde la infancia nos enseñan a aceptar cualquier obsequio con la frase A caballo regalado, no se le mira el diente; sin embargo, ya adultos aprendemos que Cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía. Así que mucho ojo crítico con la pretendida sabiduría popular.
Karent Urízar González