¿Los peruanos y las peruanas?
Por Carola Tueros, publicado el 11 de mayo de 2022A propósito del titular Peruanos y peruanas del Bicentenario protagonizan serie de cómics, difundido por la agencia peruana de noticias Andina el pasado 18 de abril del presente año, cabría preguntarse si es correcto o no utilizar este desdoblamiento incidiendo en un lenguaje inclusivo.
Antes de aseverar si lo es o no, se debe dejar claro que género y sexo son realidades distintas: el género responde a una cuestión gramatical; mientras que el sexo, a un aspecto biológico. En nuestra lengua castellana hay dos géneros para el sustantivo: masculino y femenino. Algunos admiten variación de género (peruano/peruana), pero la mayoría de sustantivos en cuanto al género son invariables: (el cartón, la pared). Si bien el sexo manifiesta una diferenciación sexual (hombre/mujer; caballo/yegua), el morfema de género puede establecer otras disimilitudes como la forma o dimensión de los objetos (jarro/jarra), la distinción entre árbol y fruto (manzano/manzana), entre contable y colectivo (leño/leña) o también la oposición léxica (plato/plata).
En español, el género totalizador es el masculino. Si decimos peruanos, estamos aludiendo al individuo sin distinción de sexo. Puede ser al peruano + peruano + peruano (más de un peruano, todos masculinos), o bien al peruano + peruana + peruana (más de un peruano, pero solo uno masculino y el resto femenino); o, quizás, al peruano + peruana (a ambos: masculino y femenino). No ocurre lo mismo al decir peruanas, pues solo indica peruana + peruana + peruana (más de una peruana, todos femeninos). Es incorrecto, por lo tanto, el empleo del femenino para mencionar simultáneamente a ambos sexos; función exclusiva del masculino.
Entonces, en cuanto a seres animados, el masculino en uso genérico puede designar toda la especie con la inclusión de individuos de ambos sexos, ya sea en singular o en plural: Los peruanos sobresalen por su gastronomía; Un estudiante universitario debe analizar, reflexionar y no simplemente paporretear; Los hombres virtuosos son ejemplos de vida para otros; Invitaron a todos los padres de familia de los alumnos de la Universidad de Piura.
Los plurales padres, reyes, príncipes y otros que designan títulos nobiliarios pueden abarcar en su designación a los dos miembros de una pareja varón y mujer: padres (padre y madre), reyes (rey y reina) príncipes (príncipe y princesa), etcétera.
Por otra parte, los factores extralingüísticos y contextuales permiten saber si el masculino no es de uso genérico y hace referencia solo a varones: Aquellos jóvenes peruanos tienen verdadera vocación sacerdotal; Antiguamente solo admitían hombres en la escuela militar. Como lo señala la Nueva gramática básica de la lengua española (2011, p. 21): «Resultan innecesarias las series coordinadas de sustantivos de ambos géneros propias del lenguaje político y administrativo actual». Habría que agregar también al lenguaje periodístico de algunos medios de comunicación social: los alumnos y las alumnas, los congresistas y las congresistas, los ciudadanos y las ciudadanas, los hijos y las hijas, los niños y las niñas, los universitarios y las universitarias, los usuarios y las usuarias, etcétera.
Solo se usarán desdoblamientos de masculino y femenino o la adición de otros elementos como sustantivos especificadores o restrictivos o apostillas diversas cuando no queda claro que la expresión comprende individuos de uno y otro sexo y es esencial en el contexto comunicativo: Los peruanos y las peruanas pueden servir actualmente en el Ejército; Castigaron a todos los empleados, tanto a hombres como a mujeres; Trabajadores de ambos sexos; La escala proporcional de alumnos y alumnas no es igual en la sección A que en la B; Tanto sudamericanos como sudamericanas podrán postular a becas deportivas en USA; Ese colegio es para niños y para niñas; Los monjes y las monjas asistieron al retiro anual extraordinario; ¿Cuántos hermanos y hermanas tienes?, etcétera.
Cabe señalar que la doble mención es señal de cortesía en ciertos usos vocativos: señores y señoras, alumnos y alumnas, amigos y amigas, etc. Quizá este uso se da por la extensión de la expresión damas y caballeros. Si no son vocativos, no se justifica su empleo; recordemos aquí que el vocativo no es el sujeto de la oración y se emplea para iniciar una conversación, apelar o dirigirse al interlocutor con diversos propósitos; siempre va separado por la coma: Damas y caballeros, les damos la cordial bienvenida a la apertura del año académico 2022.
En definitiva, el masculino tiene un significado más extenso que el femenino, de manera que —volviendo a la interrogante inicial— solo bastaba decir Peruanos del Bicentenario protagonizan serie de cómics. El problema no es cómo se enuncie, sino la mala interpretación, pues por desconocimiento de la disparidad entre sexo y género, se piensa, muchas veces, que se debe desdoblar lingüísticamente para no discriminar a la mujer. Sin embargo, no es un asunto de sexo, sino de género gramatical. No es necesario incidir, en este caso, en un lenguaje inclusivo (los peruanos y las peruanas), que atenta contra la economía del lenguaje y favorece la tendencia de un desdoblamiento indiscriminado del sustantivo.
Todos somos peruanos y no soy menos peruana si me incluyo dentro del término peruanos, ya que es un masculino, cuyo uso genérico comprende también al femenino.
*Fuente de la imagen: Andina.pe
Totalmente de acuerdo. Los maniáticos de notoriedad, huachafos ellos, para hacerse notar y para exhibirse encontraron un tema con una gelatinosa base. Pero debieran ser consistentes y la dispersión de género debe ser a lo largo de todo el enunciado, sobre todo en información pública y en asuntos legales a costa de hacer comunicados más largos y tediosos.
En la nota se dice que ” En nuestra lengua castellana hay dos géneros para el sustantivo: masculino y femenino”. ¿Es que ya no se considera el neutro? Los hoy “determinantes, antes artículos, me parece que excluyen el neutro “lo”. El bello panorama, la bella figura o lo bello del paisaje. ¿Es así?
Me gustaría que estos conceptos tan importantes para el habla común y corriente (no solo para la conversación exquisita como era con Martha Hildebrant). Sean difundidos intensamente sobre todo en las universidades de donde salen los profesionales para desempeñarse en todas las actividades del país y hablan de una manera tan vergonzosa, descartando el tema que a veces es peor. Todos los días tenemos múltiples ejemplos desde la presidenta que es ignorante al extremo, para abajo que obviamente ya no tiene nombre.