Los sustantivos ambiguos

Por , publicado el 24 de febrero de 2022

De pequeños aprendemos que los animales y los humanos se dividen en masculinos y femeninos, machos y hembras: perro/perra, gato/gata, loro/lora… con cambio de terminación; padre/madre, yerno/nuera, caballo/yegua… con cambio total de palabra; el/la artista, el/la cantante, el/la pediatra… con cambio de artículo; serpiente hembra/serpiente macho, cachalote hembra/cachalote macho… con una precisión.

En todos esos casos nos estamos refiriendo al aspecto sexual, al aspecto biológico presente solo en animales y humanos. Pero cuando hablamos de las palabras como unidades lingüísticas dotadas de significado, no hacemos referencia al plano sexual, sino al plano gramatical y reconocemos el masculino, el femenino y el neutro, este último solo en algunos casos. Así, palabras como mesa y serpiente, por ejemplo, son de género femenino (mesa pequeña, serpiente venenosa aunque sea macho), mientras que libro y cachalote son de género masculino (libro nuevo, cachalote blanco aunque sea hembra). ¿Y de género neutro? En nuestra lengua no hay sustantivos de género neutro y solo lo tienen los demostrativos esto, eso y aquello; los cuantificadores tanto, cuanto, mucho y poco; el artículo lo y los pronombres personales ello y lo.

Ahora bien, nos vamos a encontrar con un grupo de sustantivos que solemos utilizar en masculino o femenino para referirnos a la misma realidad, generalmente, inanimada: el mar/la mar, el maratón/la maratón, el azúcar/la azúcar… A estos sustantivos se los conoce como ambiguos en cuanto al género, o, simplemente, sustantivos ambiguos.

El significado de ambigüedad en este caso no corresponde a aquella ‘posibilidad de que algo sea entendido de varios modos o de que se admita distintas interpretaciones’ (Diccionario Clave, 2014, s. v. ambigüedad), como en Vi a Pedro paseando por el parque (¿Quién paseaba?, ¿yo o Pedro?), o como en Han inaugurado un banco en el parque (¿De qué tipo de banco estamos hablando? ¿Del establecimiento financiero o de un asiento?). En ambos casos observamos cierta indeterminación, por lo que necesitaríamos cambio en el orden de colocación de los elementos o una mayor precisión: Mientras paseaba por el parque vi a Pedro o Vi a Pedro que estaba paseando por el parque, para anular la ambigüedad del primer caso; y para el segundo podríamos usar otros términos: Han inaugurado un establecimiento financiero o Han inaugurado un asiento en el parque.

Retomando nuestro caso de ambigüedad referida a la misma realidad, reconocemos como sustantivos de género ambiguo tizne, agravante, atenuante, armazón, arte, interrogante, aneurisma, mimbre, reuma (también reúma), pijama (también piyama), sauna, sartén, por lo que, pueden aparecer tanto en masculino como en femenino cuidando, eso sí, la concordancia: una sartén limpia/un sartén limpio.

Si bien no ofrecen un cambio de significado, estos sustantivos proporcionan información valiosa de origen o procedencia, de registro, de uso, incluso de oficio de los hablantes; así, por ejemplo, es más frecuente el uso femenino de mar (la mar) entre los marineros. En cambio, el uso de azúcar en masculino o en femenino está condicionado por criterios geográficos, pues en algunas zonas como España se prefiere el masculino (el azúcar, azúcar blanco, azúcar rubio, azúcar moreno…), y en otras, principalmente americanas, el femenino (la azúcar, azúcar blanca, azúcar rubia, azúcar morena…), pero para el plural, eso sí, optan por el masculino, en ambos sustantivos: los mares y los azúcares. Sin embargo, el caso de arte es peculiar, pues se prefiere el masculino en el singular (el arte ruso, el arte románico, el arte incaico, el séptimo arte), pero el femenino en el plural: las artes marciales, las artes plásticas, las bellas artes.

6 comentarios

  • Maria Hurtado dice:

    Hola Eliana,
    Me pareció muy interesante y super útil la imformación.

    Muchas gracias,
    Maria H.

  • Maria Hurtado dice:

    Hola Eliana,

    Me pareció super interesante y muy útil la información.

    Muchas gracias,
    Maria H.

  • nancy salas dice:

    Interesante recaer en esta indeterminación, que está determinada según qué lugar o personas por aspectos variados como oficios, idiosincracia, …

  • Christian Monago M. dice:

    El español es un idioma muy profundo y nosotros no dominamos a la exactitud. Muchas veces las personas de nuestro entorno nos enseñaron empíricamente hasta donde han podido.

  • Santiago R Menacho dice:

    Solamente un apunte. Mar o azúcar son sustantivos ambiguos, y así lo indica su definición en el diccionario de la RAE (pone m. o f.). Por el contrario, sartén es de género femenino, aunque se reconoce su uso en masculino en algunos lugares (En muchos lugares de Am. y Esp., u. c. m.).

  • Orlando Rene dice:

    8/2/2024: Gracias por reafirmar los términos ambiguos que ya habíamos estudiado en nuestros respectivas enseñanza básica, excelente aportes bendiciones.

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