Más de 461 000 fallecidos
Por Carola Tueros, publicado el 24 de junio de 2020Día a día seguimos las noticias del número de contagios y pérdidas humanas causada por la COVID-19. A la fecha, mundialmente, tenemos más de 8 millones de contagiados y 461 000 fallecidos. Con pena y a la vez con un espíritu esperanzador vamos adelante confiando en que esta situación acabe. Si bien exponemos estos datos para ser conscientes de la situación general, en este artículo no pretendemos hablar del avance de la enfermedad ni mucho menos de las incidencias o cuidados que debemos tener, sino explicarles algunas cuestiones normativas sobre el uso de numerales, pues actualmente son el «pan de cada día», en los reportes de los medios de comunicación.
En nuestro sistema tenemos cinco tipos de numerales que expresan léxicamente cantidad: los cardinales señalando una cantidad exacta (15 o quince, 37 o treinta y siete), los ordinales expresando orden o sucesión (1.º o primero, 3.er o tercer), los partitivos o fraccionarios indicando fracción o división de la unidad (1/2 mitad o un medio, 3/4 tres cuartos) y los múltiplos marcando multiplicación o repetición del sustantivo (doble/duplo, triple/triplo).
La norma tradicional establece que los cardinales compuestos a partir del treinta se escriban con la conjunción y: treinta y siete, cuarenta y nueve, ochenta y tres, etc.; sin embargo, según lo precisa la Ortografía de la lengua española (2010, pp. 670-671) se «documentan casos de grafías univerbales»: treintaisiete, cuarentaitrés, cincuentaiocho, etc., formas válidas, «pues responden a la tendencia a la fusión gráfica que experimentan las unidades léxicas pluriverbales que forman un solo grupo acentual». Por lo tanto, los números del 31 al 99, también, se pueden escribir en una sola palabra, acentuarse de acuerdo con las normas generales e incluir la i latina en lugar de la conjunción y: treintaitrés y no *treintaytrés ni *trentaitrés, cincuentaidós y no *cincuentaydós ni *cincuentidós…
Por otra parte, los cardinales un y una concuerdan en género y número con el sustantivo y cifras en que se combinan: un hospital, una cama, veintiuna pruebas de descarte, cincuenta y una llamadas telefónicas, treinta y un pacientes, novecientos y un contagios, veintiuna camillas (no *veintiún camillas), veintiuna doctoras (no *veintiún doctoras). No son correctas las construcciones en las que los cardinales complejos con un o una en posición final preceden a un sustantivo en singular: doscientos un médicos, veintiuna veces y no *doscientos un médico ni *veintiuna vez.
El femenino una, en las formas compuestas, puede adoptar la variante un ante sustantivos que empiecen por /a/ tónica (a o ha), por ende, es válida la alternancia con un o una: ciento un o ciento una altas médicas, treinta y un o treinta y una almas, cuarenta y un o cuarenta y una hadas, etcétera.
De igual manera sucede con los compuestos, en los que una precede a mil: veintiuna mil enfermeras o veintiún mil enfermeras. En los demás casos debe seguirse la concordancia: cuarenta y una semanas y no *cuarenta y un semanas; treinta y una hamacas y no *treinta y un hamacas, cincuenta y un doctores y no *cincuenta y una doctores, veintiuna personas y no *veintiún personas, noventa y una víctimas y no *noventa y un víctimas, etcétera.
Las centenas, desde doscientos hasta novecientos, concuerdan en género con el sustantivo que acompañan: novecientas lavadoras, trescientos pacientes, cuatrocientas frazadas, etc. Los compuestos de cien también poseen moción genérica: cuatrocientos sesenta y un mil fallecidos, trescientas mil pruebas rápidas, etcétera.
Cuando se usa miles, sustantivo masculino plural de mil, los determinantes y adjetivos deben concordar con el mismo género masculino. No es correcta la concordancia gramatical con el sustantivo que complementa a miles: los miles de víctimas y no *las miles de víctimas, unos cuantos miles de defunciones y no *unas cuantas miles de defunciones.
Para la cantidad 100 (cien), la forma de sustantivo es ciento (Más vale pájaro en vano que ciento volando) y la forma de determinante es cien (Se realizaron cien pruebas rápidas). Es incorrecto emplear cien cuando la función de este numeral es sustantiva y no determinante: *El setenta por cien de peruanos aprueba las medidas del presidente; lo correcto es El setenta por ciento de peruanos...
En la lengua usual, la numeración mediante ordinales únicamente suele emplearse hasta el diez (décimo) y a partir de este número se suele utilizar el cardinal: Voy al piso quince y no Voy al piso decimoquinto. A partir del trigésimo el uso es prácticamente inexistente, también se cambia por el numeral cardinal.
Se prefiere la escritura en una sola palabra de los ordinales comprendidos entre el 13.º y el 29.º: decimocuarto, vigesimooctava, sin ser incorrectas en más vocablos: décimo cuarto, vigésimo octava. Las formas decimoprimero y decimosegundo, en otro tiempo rechazadas, se admiten junto con sus correspondientes undécimo y duodécimo.
Los ordinales compuestos de diez y de veinte se pueden escribir en una palabra o en dos. En el primer caso, la concordancia se da con el segundo componente (edición decimotercera, ediciones vigesimosegundas); en el segundo, con los dos componentes (edición décima tercera, ediciones vigésimas segundas).
En la escritura de los fraccionarios formados por adición del sufijo –avo a un cardinal terminado en -a, se recomienda reducir las dos vocales iguales a una sola: cincuentavo mejor que cincuentaavo.
Se considera incorrecto usar los fraccionarios o partitivos con el valor de los ordinales: *La veinteava vez por la vigésima vez; *Treceavo capítulo por decimotercer capítulo, capítulo decimotercero o capítulo trece; *Ingresó en el doceavo puesto en vez de decimosegundo o puesto 12; *El juicio se inició en el cuarentaicuatroavo juzgado por el cuadragésimo cuarto juzgado o el cuarenta y cuatro (cuarentaicuatro) juzgado.
Para finalizar, podemos decir que algunos multiplicativos poseen dos formas: una acabada en -e, válida para ambos géneros (parto doble, letra doble); y otra terminada en -o, a la que corresponde un femenino en -a (parto duplo, letra dupla). Los más usuales son doble, triple, cuádruple, quíntuple, séxtuple.
Esperemos que las cifras de la COVID-19 mermen, que se quintupliquen los corazones solidarios y la fe y la esperanza de los miles de personas contagien de positivismo al mundo entero.
Excelente artículo como siempre. Muy pertinente para esta temporada en la que los medios digitales se han convertido en “los profesores” de las nuevas generaciones.
Es muy triste para mi, bucear por la Internet y encontrarme con cada error gramatical que me dan ganas de desaparecer este medio, si pudiera por supuesto; es una verdadera lástima ver y comprobar cómo la tecnología que nos ha traído tantos avances en las comunicaciones, también se haya convertido en el mayor destructor de la buena escritura.
Ni qué decir de la TV o de la radio, cuando escucho las noticias siento que mis oídos se quejan y todo mi ser se estremece escuchando los errores que lindan con “horrores”, si no hubiera tenido la bendición de una muy buena instrucción desde la primaria hasta la universidad, creo que hubiera sido una víctima más del contagio del mal hablar y de la mala escritura.
Muchas gracias por su valioso aporte profesora, y por supuesto que lo voy a compartir tantas veces como sea posible, usando todos los canales a mi alcance.
Un abrazo.
Su ex-alumna del Programa de Ejecutivos
Complicado saber de memoria las formas algo diferentes a las correctas que, generalmente aceptadas, no dejan duda de lo que se quiere expresar.
En la relación que nos dan de “nuestro sistema tenemos cinco tipos de numerales que expresan léxicamente cantidad”, veo que falta el muy nuestro “promedio de…” (por un aproximado).