¿Por qué huérfano, huerto, hueso con h?
Por Castellano Actual, publicado el 6 de septiembre de 2013El uso constante explica que se escriban con h- todas las palabras que comienzan con /ue/, esté presente o no dicha letra en su etimología: huérfano, huerto, hueso, huevo, etc.
Esta hache es herencia de la costumbre antigua de indicar con ella, que en esas palabras, la u es vocal y no consonante. Este uso se inició en la época medieval, en que no se diferenciaban los grafemas v y u, por lo que ambos podían representar el fonema vocálico /u/ o el consonántico /b/; así, por ejemplo, se usó para evitar que una palabra como ueso (del latín ossum, ‘hueso’) se leyera erróneamente /béso/ en lugar de /uéso/ o que uelo (hoy velo, del latín velum) se leyese /bélo/. Así pues, para evitar esto se empezó a escribir la h delante de la u con valor vocálico: hueco, huelga, huella, etc.
Entonces es correcto no poner h??
Estimado Francisco:
No estamos diciendo eso.
Saludos cordiales.
Castellano Actual
Francisco. Por respeto a las normas ortográficas se sigue empleando la “h”, tan sólo por eso, pero no por que tenga algún valor gramatical o fonético.
hola me gusta las respuestas
Curioso, escaneando, barriendo, el diccionario hay solo una palabra que comienza con u seguida de otra vocal UEBOS. en desuso, pero ahí está.
entonces, por favor, me podría explicar bien, por que las palabras como óseo se escribe sin H y hueso con H
¿Por qué hueso lleva h y sus derivados no llevan h?
Pero mira que la gente tiene problemas para leer…
El post explica claramente que la h se añadió para indicar que la u debía pronunciarse como una vocal, no una consonante.
Hueso viene de ossum; la “o” acentuada se convirtió en “ue”, pero como la u/v se escribían igual, se añadió la h para distinguirlo y no pronunciar “ve” sino “ue”. La transformación “o” en “ue” es muy común, y aparece en palabras como “cuervo” (latín “corvus”) o “cuerno” (latín “cornu”).
La pálabra “óseo” viene de osseus, que está relacionada, pero como la vocal no se transformó, se quedó sin la h. Es habitual que palabras más “formales” o científicas que se incorporaron al castellano más tarde sean más próximas al latín. Por ejemplo “oreja” viene del latín “auricula”, pero tenemos también “aurícula” y “auricular”.