¿Todes, todxs y tod@s?
Por Carola Tueros, publicado el 7 de julio de 2022A propósito de la resolución emitida en junio del presente año por el gobierno de Buenos Aires limitando el uso del «lenguaje inclusivo» en la educación inicial, primaria y secundaria, habría que preguntarse si realmente es eficaz.
El lenguaje inclusivo es materia de continuos debates, para algunos es una innovación, para otros, un sinsentido. En esta ocasión, hablaremos de la sugerencia de emplear la arroba (@) y letras como la e o x para evitar el uso de la desinencia masculina, que se emplea en español de modo genérico tanto para nombrar al género masculino como al femenino.
Realmente, la vocal e, la letra x y la arroba como posibles formas neutras del género son innecesarias porque nuestra lengua castellana ya goza de un recurso inclusivo que es, precisamente, el masculino genérico, el cual se emplea para referirse a hombres y mujeres en contextos generales; no excluye al sexo femenino, sino, más bien, lo incluye; por lo tanto, no implica una discriminación sexista. Al decir Todos somos ciudadanos, estamos incluyendo a ambos géneros, se sobreentiende que nos referimos a todos los ciudadanos y a todas las ciudadanas, por ende, no se justificaría: *Todes somos ciudadanes; *Todxs somos ciudadanxs o *Tod@ somos ciudadan@s.
Además, en el caso de la x y la @ resultaría ilegible e impronunciable la palabra resultante. No sería apropiado en un registro formal; al contrario, causaría ambigüedades en las construcciones lingüísticas, ya que no entenderíamos a quién o qué se está aludiendo, por citar ejemplos, si se escribe ellx, no sabemos si se refiere a la letra elle (ll) o al pronombre ello/ella; con deud@s, dudamos si es deudo/a (pariente) o la deuda (obligación monetaria o moral contraída por alguienl). Lo mismo pasaría con la vocal e en el caso de elles, pues no entenderíamos si es el plural de la letra elle o los pronombres plurales ellos o ellas.
El problema, más bien, viene de aquellos grupos de ciertos colectivos LGTBIQ+ que emplean estos mecanismos (mal llamados «neutros»), pues consideran restrictivo el binomio masculino-femenino, al no sentirse identificados con ningún género. No obstante, ese no es un problema lingüístico y en la búsqueda de un reconocimiento o respeto como personas no tendrían por qué intentar cambiar la gramática de la lengua castellana, ya que en español hay solo dos géneros (masculino y femenino). Si bien, desde un punto de vista diacrónico o evolución de la lengua, el español es un dialecto del latín, que sí tiene género neutro, solamente conservamos de esta lengua madre el artículo lo y algunas formas pronominales como esto, eso y aquello.
Pedro Álvarez de Miranda, miembro de la Real Academia Española (RAE), enuncia una gran verdad: «Lo que resulta ingenuo, además de inútil, es pretender cambiar el lenguaje para ver si así cambia la sociedad. Lo que habrá que cambiar, naturalmente, es la sociedad. Al cambiarla, determinados aspectos del lenguaje también cambiarán (en ese orden); pero, desengañémonos, otros que afectan a la constitución interna del sistema, a su núcleo duro, no cambiarán, porque no pueden hacerlo sin que el sistema deje de funcionar» (El País, [España] 07/03/2012). Es inadmisible, entonces, intentar crear fórmulas como e, x y @ para un género neutro creyendo que resultan más inclusivas.
Cabe señalar, además, que la @ no es un signo lingüístico, por lo que su uso para aludir a ambos sexos o para indicar un género neutro no marcado, esto es, más general, es incorrecto. Recordemos que la arroba es una unidad de peso y en informática es ‘el símbolo utilizado en las direcciones de correo electrónico que separa el nombre del usuario del dominio al que pertenece’ (DLE, 2014, v.23.5): castellanoactual@udep.edu.pe
Aunque no son aceptados en el registro formal, ni el uso del símbolo de la arroba (@) ni la vocal e ni la letra x como recurso gráfico para incluir en una sola forma los dos géneros, se han extendido en la escritura informal, sobre todo, en redes sociales y en manifestaciones públicas por medio de lemas escritos en pancartas con una intención llamativa y provocadora, como el que apareció en un cartel de la Marcha del Orgullo, el pasado 25 de junio, en Lima, Perú: Lxs personas trans también somos cristianxs.
El presidente de la RAE, Santiago Muñoz Machado, el pasado 15 de junio, en una charla con profesores de la UDEP resaltó la importancia del respeto de las reglas en español. Y, efectivamente, si ya tenemos unas normas que son inclusivas y no discriminan por qué favorecer un lenguaje que puede acarrear anfibología.
No contribuyamos a seguir abriendo brechas y a las polarizaciones a través del mundo lingüístico. No confundamos el género (cuestión gramatical) con el sexo (aspecto biológico). Todos somos personas con dignidad y no hay necesidad de inventar nuevos procedimientos gramaticales para sentirse parte de una sociedad. El reconocimiento de derechos no viene con un cambio en la lengua, pues el idioma, en este caso, no discrimina. Digamos todos y no todes/todxs/tod@s.
Excelente y claro artículo. Gracias
Ese plan de las “todes” y otras huachaferías que parecen ser solo para los homo sapiens ya que, entren otros grupos, en una ferretería o farmacia por ejemplo, no se han hecho (todavía) problemas con el género (gramatical, por cierto) de los productos que venden y no son les herramientes ni les droges (o drogues ??) los que siguen siendo el martillo, la tenaza, los pernos y tuercas, las pastillas, los remedios, los antibióticos y las cataplasmas, o la llave inglesa y el estetoscopio.
De algún modo y en diferente grado, todos somos maniáticos de notoriedad y los hay quienes se sienten más y “de avanzada” como protagonistes de algo que el idioma inglés obvió con el “the”.
En la traducción de algunos manuales técnicos, recuerdo haber leído en las primeras páginas la nota que decía algo así: “En la traducción de este texto nos hemos acogido a la norma del idioma castellano que engloba en el masculino los grupos de vocablos de diferente género gramatical”.
¿Seguira vigente esa norma?.
Excelente información de la real academia. Correcto. Cambiemos cada individuo , la sociedad, no las normas gramaticales.
Porsupuesto, yo no estoy de acuerdo en que se utilizen esas tonterías.
Ojalá haya una resolución en cuanto a este problema.
ESO, DIOS QUIERA QUE SE SIGAN MATENIENDO LA GRAMÁTIA TAL Y COMO SIEMPRE LO HA SIDO, NADA DE “elles”, “todes”, “chiques”, PORQUE PARECE QUE HABLAN COMO “pelotudEs” XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD #NoMásLenguajeIn-trusivo. #NoAlUsoDeElles
Detesto escuchar cuando gente de mi país Peru se expresa de TODOS Y TODAS o cuando expone un tema a titulo personal diga “MI PERSONA “esta considerando tal o cual tema ,
en lugar de decir “YO” estoy considerando tal o cual tema .
EL idioma esta muy bien estructurado para que gente inepta utilice estos términos y vocablos gramaticales que confunden ¡¡¡ Señores el lenguaje no discrimina por favor!!!!!!
Por supuesto nuestro idioma no debe cambiar, n es inclusivo!!
A cambiar las acciones y el respeto por lo establecido
Cuan necesaria es la información, sobre todo para aquellos que dirigen la educación en México; creyendo que la inclusión de los estudiantes es llamarlos “todos”.