Un espacio que marca la diferencia
Por Claudia Mezones, publicado el 19 de noviembre de 2012Imaginemos que recibimos un mensaje escrito así: “Tiene en su cuenta un reembolso de 14536345 nuevos soles”. Aun con la emoción que nos embargaría, no podríamos leer fácilmente esta cantidad e intentaríamos saberlo separando mentalmente los números en grupos de dos, tres o cuatro elementos. Sucedería así porque se cree que los seres humanos solo somos capaces de percibir conjuntos o secuencias de hasta cuatro elementos.
De allí que la normativa internacional de pesos y medidas permita escribir los números de más de cuatro cifras agrupando estas de tres en tres y separándolas con un espacio fino (‘pequeño’) entre ellas: 14 365 345. Para evitar ambigüedades, se prohíbe utilizar cualquier signo gráfico. El punto o la coma –usados aún en algunos países en la expresión de números enteros– solo se podrán interpretar como marcadores de decimales: Los catorce millones trescientos sesenta y cinco mil trescientos cuarenta y cinco nuevos soles (14 365 345) quedarían convertidos aproximadamente en catorce soles con treinta y siete céntimos si colocáramos una coma en el número (14, 365 345).
Al respecto, la Ortografía de la lengua española (2010) nos dice que la separación en grupos de tres dígitos es opcional cuando el número expresa cantidad: “Piura tiene una población de XXXXXXXXX habitantes”. Cuando no es así, prohíbe su uso, ya que el número (de cuatro a más cifras) solo sirve para identificar un elemento dentro de una serie y no indica una cantidad: “Voy en la página 2140” (distinto a decir: “Me he leído 2 140 páginas”).
Los casos en que nunca debe utilizarse espacios en los números son los siguientes. Cuando designamos años: “¿Cómo habrá sido la vida en el año 30000 a.C.?”, distinto a decir: “En el año 30 000 a.C. no existíamos”. Tampoco debe haber espacios en números de páginas o de versos: “El libro termina en la página 12346 con el verso 1756” (que es distinto a: “El libro tiene más de 12 346 páginas y más de 1 756 versos”). Por lo mismo, la numeración de textos legales o sus divisiones omiten el espacio: Ley 20530, Artículo 1566 del Código Civil. Otro es también el caso de los números de las vías urbanas y de códigos y apartados postales: Avda. Grau 35345, Código postal 24004. Finalmente, se debe evitar en los números de identificadores, signaturas o registros: Pasaporte n.º 521008; DNI n.º 40453290.
Con todo lo dicho, no nos queda duda de que hay un espacio que marca la diferencia.
Cuando se usa espacios como separador numérico en la computadora debo cuidarme que el procesador de texto (MS Word), no intente partir mi número en dos lineas. Ese es el verdadero problema por el que se sigue usando comas como separador de miles y punto como separador decimal. Para generalizar el uso del formato numérico correcto primero habría que corregir al corrector ortográfico de las computadoras, valga la redundancia.
Lo que recomienda la Academia, que Catellano Actual avala, no es seguido por los bancos y quienes llevan las cuentas nacionales, ni los aparatos electrónicos; de ahí que la mayoría siga escribiendo las cifras separando los miles con comas y los decimales con puntos.
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Saludos