Verbos reflexivos y cuasi reflejos

Por , publicado el 26 de septiembre de 2018

Al evaluar los verbos según sus peculiaridades sintácticas, llaman la atención algunos para cuya conjugación es obligatorio agregar un pronombre. Por ejemplo, en el día a día podemos encontrar oraciones como Se cortó el dedo o Te peinaste mal. En estas construcciones en concreto se ha empleado un verbo conocido como reflexivo. A diferencia de otras formas verbales, las formas reflexivas destacan por el hecho de que el sujeto de la acción es el objeto de la misma: el que se peina mal hace el peinado sobre sí mismo.

No obstante, existen algunas formas pronominales que un ojo poco entrenado bien podría confundir con formas reflexivas: Se fue temprano. / Me caí de la cama. / ¿Te levantarás a tiempo? Se trata, en estos casos, de verbos cuasi reflejos. Se llaman así porque tienen relativa coincidencia con los anteriores en la sintaxis por la necesidad del pronombre, mas no en el significado. Sucede que en los verbos cuasi reflejos quien realiza la acción no la lleva a cabo sobre sí mismo, de forma que el pronombre agregado no es ni objeto directo ni indirecto. De hecho, muchos de estos verbos ni siquiera son transitivos (Me fui al mercado); y, si lo son, su objeto directo es completamente ajeno del sujeto: Te olvidaste las llaves.

 

4 comentarios

  • Rosa dice:

    Hola, amigos:
    Esta información es muy útil y fácil de entender.
    Gracias por todo lo que nos comparten.

    Un abrazo,

    Rosa

  • Anonimo dice:

    Me ayudo mucho con mi tarea gracias

  • carla dice:

    gracias muy util

  • Valentina Ignacia Ortiz Urbina dice:

    Los verbos cuasi reflejos son ejecutados por el sujeto, pero no indican actos físicos como los reflexivos; sino que manifiestan estados anímicos y sus efectos.
    Ejemplos: No te entristezcas. Yo me enamoré. Nos duele tu ausencia.
    Gracias.

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