¿Moda? ¿Obligación exclusiva para grandes empresas? ¿Marketing o maquillaje publicitario? ¿Qué es la Responsabilidad social? ¿Solo concierne a las grandes empresas? Después de participar en “Semaneando”, evento organizado por AIESEC Piura en la UDEP, y conversar con Hugo Piñarreta—consultor y motivador de G-21 Consultora Organizacional—quedan claros los puntos claves que estudiantes y profesionales  deben tomar […]

Por Julio Talledo. 14 septiembre, 2012.

¿Moda? ¿Obligación exclusiva para grandes empresas? ¿Marketing o maquillaje publicitario? ¿Qué es la Responsabilidad social? ¿Solo concierne a las grandes empresas? Después de participar en “Semaneando”, evento organizado por AIESEC Piura en la UDEP, y conversar con Hugo Piñarreta—consultor y motivador de G-21 Consultora Organizacional—quedan claros los puntos claves que estudiantes y profesionales  deben tomar en cuenta para perseguir sus propósitos  con esfuerzo y compromiso con uno mismo y, por ende, con la sociedad. Porque ¿cómo aplico y trasmito Responsabilidad social en mi compañía si no lo practico en mi vida diaria?

El consultor de G-21 dijo que hace falta—primero—ser  responsable con uno mismo y en la vida diaria: como hijos, como universitarios o expertos y,  sobre todo, como ciudadanos. De ese modo, una persona muestra su compromiso en sus estudios y en sus roles. Se es responsable y comprometido, por ejemplo, cuando se contribuye, de algún modo, en las tareas del hogar; cuando se respeta la luz roja de los semáforos o se aporta al ornato de la ciudad o colaboramos para que las leyes se cumplan. Los adolescentes también pueden comprometerse y para ello deben comenzar preguntándose ¿qué están haciendo para mejorar el destino del país, para cambiar su realidad y ser socialmente responsables?

Esto es fundamental, sobre todo hoy en día cuando la carencia de valores ha ocasionado que los futuros y jóvenes profesionales olviden su protagonismo en la sociedad actual. Medios de televisión, avances tecnológicos y hasta los entornos amicales han alejado mucho más a quienes deberían iniciar el cambio que se busca en el país.

Hace falta también que el ciudadano tome la iniciativa y desde donde esté, en el trabajo, profesión u oficio que le corresponda desempeñar (comunicador, empresario, ingeniero, abogado, etc.) demuestre ‘compromiso’. Se trata de que cumplan su rol y, al mismo tiempo, desarrolle la comunidad. En cuanto a la juventud, debe tener en cuenta que la ‘responsabilidad social’ no es sinónimo de empresa sino una inspiración voluntaria, un reconocer y aceptar responsabilidades que cada uno tiene en su entorno. Pero, sobre todo, es enseñar y trasmitir lo que uno vive y ha vivido de modo personal.

Esto no es fácil. Es preciso establecer prioridades: empezar por uno mismo, descubre eso que te indigna y motiva; desarrolla un corazón que se preocupe por los demás; adquiere convicciones que cambien vidas y, por último, decide trascender y dejar un legado a la próxima generación. En palabras de Piñarreta: “sean el cambio que quieren ver en el mundo” sin olvidar que la responsabilidad social parte del compromiso personal.

Comunicadora.

Dirección de Comunicación.

Universidad de Piura.

Artículo publicado en el diario El Tiempo, viernes 14 de setiembre de 2012.

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