10

Feb

2014

El ‘arte’ del regateo en China

Artículo de María Gracia Zapata Novoa, becaria en China por el Instituto Confucio de la Universidad de Piura.

Por Julio Talledo. 10 febrero, 2014.

Si crees que ya eres un “sayayin” del regateo porque lograste que el vendedor te hiciera una rebaja de 5 soles, por ese polo de alguna galería del centro de Piura que tanto te gustaba, lamento decirte que aún estás en la etapa de principiante.

Uno consigue el cinturón negro del regateo, cuando en China se logra pagar 10 veces menos del precio inicial propuesto, en alguna tienda del famosísimo Mercado de Sedas. Para lograrlo, deberás librar una lucha con la vendedora o el vendedor. Esta puede durar de 3 a 4 rounds y tú deberás ser siempre el atacante.

Comprar en los mercados chinos puede resultar un proceso bastante tedioso e irritante para quienes están acostumbrados a la comodidad de los precios fijos, pero también puede ser un “deporte” divertido, para los amantes del regateo.

Primer paso. Antes de salir de compras, debe prepararse mentalmente y tener en claro qué es lo que realmente necesita comprar; de lo contrario, podría salir de la tienda con cinco artículos en la mano y ninguno es el quería comprar. Por esta razón, la regla nº 1 del comprador extranjero en China deberá ser: no subestime el poder de convencimiento de los vendedores chinos.

Una vez en las tiendas, comienza lo que yo llamo “fase de prueba”, por ser la más sencilla. Entre a una tienda y pregunte por el precio del artículo que desee comprar. Aunque el precio le parezca aceptable, barato o justo, nunca compre el producto en el primer round. Abra más los ojos, arquee un poco las cejas y lance alguna frase como: “¡Pero qué caro!”. Entonces, el vendedor le entregará su calculadora y le pedirá que ponga usted un precio al producto.

Y aquí viene mi parte favorita: coloque un precio muy por debajo del que estás dispuesto a pagar; muy, muy por debajo. Un precio casi descarado. Por ejemplo, si inicialmente le pidieron 100 yuanes, ofrezca 20. Al principio, la vendedora se negará, lo mirará con desagrado; se hará la ofendida y hasta lo llamará loco más de una vez. En ese preciso instante, tú (comprador/a) harás el ademán de salir de su tienda, dispuesto a comprar el mismo artículo pero en otro lugar. Entonces,  la vendedora le agarrará de un brazo y te pedirá un precio menor a 100, pero aún muy lejos de los 20 yuanes. El siguiente paso será lograr soltarte de ella, salir de la tienda y empezar a caminar mirando hacia otros puestos. En ese momento, la vendedora se asomará y empezará a gritar: “¡65!, ¡60!,¡50!, ¡40!…” Es allí donde uno deberá desacelerar el paso hasta escuchar la última propuesta.

Ha terminado el primer round. Con una idea del precio “mínimo” del producto, podrá dirigirse a las otras tiendas preguntando. Pero, siempre debe tener en mente que lo deberá conseguir por un precio aún menor de la última propuesta hecha por la primera vendedora.

Dentro de la tienda comienza la verdadera lucha con la vendedora. Te recordará lo linda/o que eres, lo bien que te queda la ropa y lo hermoso que es tu cabello. El secreto está en no responder a ninguno de sus halagos; si lo haces, habrás caído en ‘sus garras’.

Finalmente, si logras llevarte el producto por el precio que tú pusiste, habrás “ganado” la batalla; si, solo entre comillas, porque aunque el precio haya sido bajo para usted, le puedo asegurar que la ganancia del vendedor chino habrá sido mucho mayor.

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