Carlos Masías Vergara, de la Facultad de Humanidades de la UDEP, obtuvo el grado en la Universidad Panamericana de México tras sustentar su tesis sobre “La intersubjetividad en Kant”.
Por Elena Belletich. 18 noviembre, 2015.El profesor Carlos Masías, de la Facultad de Humanidades de la UDEP, sustentó la tesis el 10 de noviembre en el distrito federal de México. En su investigación, el autor pone en evidencia la presencia de un tratamiento del tema de la intersubjetividad en la obra de Kant, un filósofo alemán del siglo XVIII.
Masías Vergara destaca que el tratamiento de la intersubjetividad evidencia una consideración moral de las relaciones humanas por parte del filósofo y que puede servir como marco de comprensión ante el actual problema del reconocimiento del otro.
El maestro José María Llovet, el Dr. Vicente de Haro Romo, el maestro Carlos Masías Vergara y el Dr. Eduardo Charpenel, al final de la sustentación.
Así mismo, la Dra. Dulce María Granja, titular de la Cátedra Filosofía de Kant en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y directora del Centro de Documentación Kantiana de dicha institución, destacó el aporte del profesor de Humanidades de la Universidad de Piura, calificando su investigación “como un trabajo muy satisfactorio y útil”.
La filosofa Granja, también directora del consejo académico de la Biblioteca Inmanuel Kant del Fondo de Cultura Económica (FCE) e informante de la tesis del profesor de la UDEP, señaló que el trabajo –a pesar de su brevedad– está muy bien apoyado en una bibliografía actualizada y de excelente calidad. “Se trata de fuentes muy bien seleccionadas y acotadas, totalmente acordes y atinentes a los distintos asuntos que se abordan”, expresa.
Resalta también la importancia del tratamiento del tema del reconocimiento a partir de conceptos morales kantianos: “es de crucial importancia la argumentación por la que se hace ver que la mentira supone un desprecio de la dignidad propia, lleva a una renuncia de la condición de persona y tiene una importante repercusión en la afectividad”, subraya Granja.
