06

Nov

2018

Instituto de Ciencias para la Familia

“El valor de la espera es una propuesta que ayuda a vivir, en la práctica, la vocación para el amor”

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Mariela Briceño y César Chinguel participaron en el conversatorio Familia y Sociedad. El miércoles 7 culmina el ciclo de conferencias promovidas por el ICF, con el tema “La autoridad paterna en la familia”.

Por Tania Elías. 06 noviembre, 2018.

“El valor de la espera explicado a los jóvenes” fue el tema que desarrolló el Instituto de Ciencias para la Familia, con el objetivo de dialogar con padres, educadores y profesionales, sobre los desafíos culturales y personales que suponen la promoción del matrimonio, la familia y la paternidad.

En la cuarta jornada, la magíster Mariela Briceño se refirió a la importancia del valor de la espera, que definió como “una propuesta que ayuda a vivir en la práctica algo que anhelamos en el fondo: la vocación para el amor”.

“Todos anhelan amar porque para eso hemos sido creados. Ello requiere construir un proyecto de amor en nuestras vidas y comprender el valor que tiene la espera, el guardar la entrega de la sexualidad hasta el momento en que se pueda asumir el compromiso de un proyecto familiar estable, con otra persona”, indicó.

Para la docente, en la actualidad se vive un momento donde existe el autoerotismo y el descontrol afectivo. “Por ello, se les propone a los jóvenes una opción de vida que les ayude a vivir con más plenitud y de una manera más humana, la vida como seres sexuados. Esta exige decisión. Los padres están para ayudar a los adolescentes a tomar la decisión que les haga mejores personas, y apoyarlos mientras lo necesiten”, mencionó.

Al referirse al tema, la expositora describió el contexto. Se refirió a una sociedad permisiva en la que se desarrollan los adolescentes, donde prima el subjetivismo, el yo creo, yo opino, yo pienso, en el que se ha perdido el concepto objetivo del bien y del mal, y se confunden los parámetros de normalidad y de frecuencia (un hecho frecuente se convierte en algo normal), con una escala de valores cambiante en función de las modas.

“Así se hace difícil transmitir a los jóvenes cuál es el verdadero significado de la sexualidad humana, pero no debemos darnos por vencidos. La felicidad y salud de nuestros jóvenes están en peligro así que debemos poner manos a la obra en el campo donde estemos -desde la docencia universitaria, en las escuelas, como padres de familia- para aportar nuestro granito de arena”, dijo.

Frente a ello, recordó la necesidad de enfocarse en la educación de los sentimientos y de la afectividad, desde la infancia, ofreciendo a los hijos un ambiente familiar adecuado para que aprendan a descubrir el amor bueno y verdadero, y la capacidad de servicio a los demás, lo que los llevará a sentirse amados. “Así los púberes se sentirán emocionalmente más preparados para que luego puedan ir introduciéndose en la información, criterios y valores que los ayuden a vivir correctamente su sexualidad”, expresó.

Los tiempos
En el conversatorio, el ingeniero César Chinguel destacó que las personas no solo son cuerpos sino también afectividad y razón. “Hay un tiempo para amar y para cada cosa. Cuando hacemos algo antes de los tiempos, estamos yendo en contra de la naturaleza. Los chicos lo entienden”, enfatizó.

El docente explicó que profundizar en el amor requiere ir a la fuente porque no es un proceso psicológico. “Uno no se casa porque se siente bien, se casa porque quiere querer. Vendrán problemas, y eso hay que decirlo a los chicos, al igual que alegrías. El amor es mucho más que un sentimiento, este es importante porque genera unión en la primera estancia de la unión conyugal, en el enamoramiento”, refirió.

Según expresó, el sentimiento es oscilante y pone a prueba esa posible unión de futuro. “Por eso no es bueno adelantar actos propios del matrimonio cuando aún se está en una etapa previa. Hay un tiempo para vivir el enamoramiento y si no lo viven van a necesitar más esfuerzo para conformar bien su unidad conyugal”, remarcó.

El ciclo de conversatorios “Familia y Sociedad” cierra este miércoles 7 con el tema “La autoridad paterna en la familia”, a las 7:00 p. m. en el aula E 205, del Edificio E. Anteriormente se trató “La naturaleza del matrimonio y su defensa racional”, “El género y su distorsión ideológica”, “Integración trabajo-familia: una realidad posible”.

Si desea participar, aún puede registrarse en el siguiente enlace

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