20

Jul

2020

Artículo de opinión

Los retos de Pedro Cateriano

Ya designado, los retos del nuevo premier son, dada la coyuntura, de dos tipos: unos urgentes en plena pandemia; y otros de mediano plazo, aun considerando el poco tiempo que le queda al gobierno Vizcarra.

Por Guillermo Dulanto. 20 julio, 2020.

Foto: flickr PCM.

Recientemente, el presidente Martín Vizcarra nombró Primer Ministro a Pedro Cateriano, expremier en el gobierno de Ollanta Humala. Se trata de un político con amplia experiencia, que tiene un mayor peso político que su antecesor, Vicente Zeballos, y lo ha demostrado con la nueva composición del gabinete en el cual, según confesión propia, él ha propuesto a varios ministros.

Es evidente que existe un giro con respecto a la orientación, programática por decir lo menos, del anterior Consejo de Ministros, cuyo oxígeno ya se había terminado desde hacía un buen rato. Una vez designado, los retos del nuevo premier son, dada la coyuntura, de dos tipos: unos urgentes en plena pandemia; y otros de mediano plazo, aun considerando el poco tiempo que le queda al gobierno Vizcarra.

Entre los temas urgentes tenemos: reactivar la economía, cuya caída del PBI este año podría estar entre 15-20%. Un primer indicador de la gestión de Cateriano, en el plano económico, podría ser que a fin de año la caída del PBI sea mucho menor a ese rango. Para esto, se requiere propiciar una reactivación de los motores de la economía, tales como la inversión privada y pública, el consumo privado y exportaciones.

No en todos puede incidir directamente el Gobierno; pero, lo que sí debe hacer es bajar la conflictividad política entre el Ejecutivo y el Congreso. Para esto, Cateriano ha declarado que, aunque tiene sus ideas políticas bien definidas, el cargo lo obliga (y así lo hará dice) a dialogar con el Congreso. Esto sería muy positivo.

Otro tema importante es mejorar la gestión del Gobierno Nacional, llámense ministerios y organismos públicos. No estamos hablando de un cambio profundo, para lo que no tiene tiempo, sino de una mejora con lo que se tiene. Esto implica: mejores ministros y también mejores gerentes en las diferentes áreas públicas. En adición, es importante que mejore la coordinación del Gobierno Nacional con los gobiernos regionales y los locales que, en la actualidad, en muchos casos es casi nula.

Quedan en el tintero, pero se podría dejar sentadas las bases, los temas de mediano plazo, tales como cancelar el actual proceso de descentralización, que ha sido un fracaso, e iniciar un verdadero proceso de descentralización y regionalización. Otro aspecto en el cual se podría dar un impulso es en la aplicación del Plan Nacional de Competitividad. No creo que esta gestión gubernamental aborde la necesidad de reformar integralmente el Estado peruano, ya que para esto se requiere de un consenso muy grande en el país.

Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas en él son de responsabilidad del autor.

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