17

Mar

2021

Artículo de opinión

Conciencia y atención plena en el aquí y ahora

Evitemos la dispersión de la mente, que siempre divaga entre el pasado y el futuro y centrémonos en el presente. La única manera de sentir la felicidad es aquí y ahora.

Por Jaime Ancajima. 17 marzo, 2021.

Mahatma Gandhi dijo: “Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras. Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos. Cuida tus actos, porque se convertirán en tus hábitos. Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino.”

Hoy, muchos hablan de “mindfulness”, término inglés que ha sido traducido al español como atención plena, plena conciencia, presencia mental y presencia plena/conciencia abierta. En palabras de la psicóloga española Elena Sanz, “mindfulness” consiste en centrar nuestra atención en lo que está ocurriendo en el presente, sin interpretaciones ni juicios, únicamente observándolos con interés, curiosidad y aceptación, convirtiéndonos en observadores externos de nuestros propios pensamientos y sentimientos.

El doctor Jon Kabat-Zinn, de Estados Unidos, introdujo esta práctica dentro del modelo médico de occidente hace más de 50 años y fundó la Clínica de Reducción de Estrés en el Centro Médico de la Universidad de Massachusetts. Allí, introdujo a los pacientes a la práctica de “mindfulness” para el tratamiento de problemas físicos y psicológicos, dolor crónico y otros síntomas asociados al estrés.

El ejercicio continuado de esta disciplina conlleva numerosos beneficios para la salud física, emocional y su efecto positivo en enfermedades como la ansiedad o la depresión y en procesos cognitivos como la concentración y la memoria.

Las bases del “mindfulness” son: ser consciente de cada emoción, pensamiento y reacción que se están produciendo en nosotros a cada momento; adoptar una actitud abierta y libre de juicios; no interpretar lo que sucede, solo observar, desvincularse, aceptar todo lo que es, sin catalogarlo como bueno o malo; y, tomar el poder de decisión y emplearlo en seleccionar nuestras acciones.

Así, experimentaremos una mejora en nuestra concentración, memoria y creatividad. El estrés y ansiedad que suelen acompañarnos serán sustituidos por un estado de calma y serenidad que, también, favorecerá nuestro sueño. Además, nuestra inteligencia emocional se desarrollará de forma exponencial, nuestra capacidad de identificar, gestionar y expresar emociones mejorará notablemente al igual que nuestras relaciones interpersonales.

Tomemos consciencia plena de nuestros contenidos mentales, desde una perspectiva de espectador que nos permita modificarlos sin sentirnos abrumados por ellos. Evitemos la dispersión de la mente, que siempre divaga entre el pasado y el futuro y centrémonos en el presente. La única manera de sentir la felicidad es aquí y ahora. ¡Que tu día favorito sea hoy!

Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.

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