Premio Esteban Campodónico

1998 | Dr. Segundo Seclén Santisteban

1998 | Dr. Segundo Seclén Santisteban

Médico endocrinólogo formado en la Universidad Cayetano Heredia de Lima, con postgrado en España. Creó la Clínica de la Diabetes en el Hospital Cayetano Heredia, que actualmente dirige, luego de tener a cargo el Instituto de Gerontología. Ha destacado por sus investigaciones sobre diabetes mellitus tipo I (de mayor incidencia en los niños) en la población peruana, lo que permitió conocer la existencia de un factor genético que protege a la raza mestiza contra la enfermedad. En 1997 obtuvo el Premio Rousell. Pese a las dificultades existentes para la investigación, persiste en el empeño y difunde las medidas de prevención entre la población afectada.

 

Además ha ejercido como director científico ad honorem de la Asociación de Jóvenes Diabéticos del Perú, con la cual ha colaborado desde los inicios. Propugna la creación de un Programa Nacional de Diabetes en el Perú.

Discurso

Discurso de agradecimiento pronunciado por el Dr. Segundo Seclén; Premio Esteban Campodónico 1998

El doctor Esteban Campodónico Figallo, ilustre médico nacido en Italia y con formación y labor profesional médica en el Perú, ha legado a través de estos premios, que hoy me honro en recibir, un estímulo para el desarrollo del progreso científico y el fomento de la labor humanitaria y de beneficencia en nuestro país.

Y no creo equivocarme al afirmar que hoy más que nunca este tipo de estímulos profesionales están permitiendo que destacados grupos de investigación de diferentes áreas, puedan seguir bregando en una dura lucha por conseguir un espacio en una sociedad, que, como la nuestra, no está reconociendo ni estimulando adecuadamente la labor que realizan sus cuadros científicos e intelectuales.

Todos nosotros a través de los diferentes medios de comunicación nos hemos enterado de la elevada migración de profesionales peruanos al exterior en la última década con cifras que llegan hasta los 40 mil entre 1985 y 1993. Si bien es cierto esto obedeció fundamentalmente a la coyuntura que vivió nuestro país en recientes años, también es cierto que el escaso impulso al desarrollo científico y humanístico, así como el incentivo de los avances tecnológicos en las ramas prioritarias, siguen siendo el motivo principal por el cual importantes talentos de nuestro país salen a buscar nuevos horizontes que le son negados por los gobiernos de turno.

La situación no ha variado mucho en los últimos cinco años y la prueba está en que los presupuestos para la investigación en organismos estatales tan importantes como el Concytec, pero sobre todo de las universidades nacionales y privadas siguen siendo relegados a un ínfimo porcentaje que sólo permite investigaciones de muy bajo nivel, con resultados incapaces de competir con los países industrializados.

Nuestro país tiene un gran potencial humano como lo demuestran las cifras de la Unesco, que revelan que el Perú es uno de los países latinoamericanos con mayor proporción y profesionales en especialidades científicas y tecnológicas, los cuales con un poco de apoyo de parte de los organismos estatales y privados permitirían un cualitativo avance en el desarrollo tecnológico en nuestro país, pero este hecho no se produce.

Por ello es que estímulos como los que el doctor Esteban Campodónico está ejercitando a través de la Fundación Clover, están permitiendo que algunos grupos de investigación puedan transitar hacia proyectos realizables a favor de nuestra comunidad.

El caso nuestro es una voz inicial de alerta respecto de enfermedades crónicas que ya están dando problemas de salud en grandes sectores de la población tanto infantil como adulta, y que son susceptibles de poder evitar su alto costo económico y social que conllevan sus complicaciones.

Enfermedades como la diabetes mellitus que en nuestro país afecta alrededor de un millón de personas podría ser controlada con un programa de prevención primaria formulado desde el ministerio de Salud con la contribución de capital estatal y privado.

Y no es casual que nuestra universidad Cayetano Heredia, con 36 años luchando por la vida, haya apoyado desde un inicio todas estas iniciativas que han permitido investigaciones importantes en los últimos diez años, que son un aporte para la medicina nacional.

Por un lado, los hallazgos de que la diabetes infantil en nuestro país tiene una de las incidencias más bajas del mundo, favorecido ello por una carga genética protectora dada nuestra condición de población mestiza, y por otro, de que la diabetes mellitus tiene un diverso impacto poblacional, dependiendo si se trata de poblaciones urbanas o rurales de la costa, sierra y selva del Perú, pero sobre todo la demostración de que la prevención y el tratamiento oportuno de esta enfermedad, impedirá la inhabilitación y la muerte de muchos ciudadanos de nuestro país.

Nuestra actividad profesional reivindica los objetivos por los cuales el doctor Esteban Campodónico luchó durante toda su vida, el de servir al Perú con su trabajo y con su ejemplo.

En nombre de mi grupo y el mío propio, quiero agradecer el alto honor que significa recibir este premio de gran relevancia para mi carrera profesional, pero sobre todo quiero agradecer el aporte filosófico que conlleva el obtenerlo, ya que el doctor Campodónico, al crearlo como un estímulo para actividades profesionales destacadas en nuestro país está enfrentando con verdadero éxito el muy conocido refrán que todos llevamos adentro: que dice que nadie es profeta en su tierra.

Creo que estamos a la espera de que los presupuestos del Estado y también del capital privado abran sus puertas para apoyar a todos los que con su labor en todos los campos del saber quieren ser profetas en su tierra.

Gracias a mi universidad por haberme confiado y brindado todas las facilidades necesarias para el logro de mis investigaciones, a mi familia por el tiempo que he dejado de compartir y a mis hijos, que, aunque estando lejos siguen siendo el principal estímulo de mis acciones.

Muchas gracias.

Dr. Segundo Seclén Santisteban

Lima, 24 de julio de 1998

Galería