2014 | Asociación de Orquestas Infantiles y Juveniles del Perú - Sinfonía por el Perú

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Premio Campodónico
2014 | Asociación de Orquestas Infantiles y Juveniles del Perú – Sinfonía por el Perú

Premio Campodónico
2014 | Asociación de Orquestas Infantiles y Juveniles del Perú – Sinfonía por el Perú

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Discursos

Discurso de Presentación pronunciado por el señor Raúl Vargas, director de noticias de Radioprogramas del Perú

Muy buenas noches.

Es para mí un alto honor hacer uso de la palabra como parte de los adherentes a este hermoso proyecto que hoy constituye una valiosa y triunfante realidad, que ha cosechado la adhesión de grandes figuras mundiales de la música, en especial tenores que, como Juan Diego Flórez, entusiasta impulsor de “Sinfonía por el Perú”, desean hacer de la música una ofrenda de paz y de formación de las nuevas generaciones, creando orquestas e instituciones dedicadas a ello.

“Sinfonía por el Perú” ha obtenido ya numerosos reconocimientos, pero el de esta noche tiene especial significación, porque es un premio que se otorga a aquellas iniciativas de instituciones y grandes personalidades que han brindado o brindan un valioso aporte a la sociedad, la cultura y las mejores prácticas solidarias. Hay en todo ello una común tarea benefactora y especialmente un afán de distinguir todo lo bueno que se hace aquí, en nuestro país, preocupado a veces por vicisitudes.

Hace pocos días, Sinfonía por el Perú presentó un estudio sobre las bases metodológicas y los resultados de una evaluación educativa destinada a medir los efectos del emprendimiento y su impacto en los niños y jóvenes procedentes de diversos sectores del Perú, particularmente para ratificar que el apoyo del BID y de la Agencia Japonesa de Cooperación ha sido valioso y justificado. El estudio ha sido elaborado por GRADE, una agencia sobresaliente en estudios de alto nivel académico sobre la realidad social y económica del país.

En este estudio se ratificó aquello que es un punto de partida para toda educación artística y, en especial, musical. En pedagogía suele separarse artificialmente humanidades y ciencias, con lo que se corta el paso a la integralidad de la experiencia humana y la generación de vocaciones que no renuncian a la complementariedad entre diversas disciplinas.

La música, y lo confirman las experiencias nórdicas y europeas, construye una base de confianza, trabajo en común, disciplina gratificante y abre las puertas a reafirmar pensamiento matemático y lógico, sintiendo al mismo tiempo al dimensión de la belleza en la base de toda formación. La ciencia como la música se sustentan en la libertad y en la emoción creadora. Sinfonía por el Perú ha conquistado y lo seguirá haciendo no solo en Lima sino en varios puntos del país y será pronto un símbolo de orgullo, como lo es en el Perú, en proyectos benéficos, arqueológicos, turísticos, gastronómicos.

Unánimes felicitaciones por todo ello.

Permitidme unas citas finales de Platón: “Aquel arte (la música), que, regulando la voz, llega hasta el alma y le inspira amor a la virtud”. Coincidiendo con Cervantes en El Quijote: “Donde hay música no puede haber cosa mala”.

Discurso pronunciado por la señora Mariana Pinillos, gerente de Editorial Letras e Imágenes S.A.C. – Grupo Editorial Cosas

La Revista Cosas nació durante la época más dura del terrorismo, cuando todas las noticias, todas las portadas y titulares de los medios de comunicación abordaban hechos de sangre y violencia extrema. Pero Cosas nació con la filosofía de abrirse paso en medio de tanto dolor y celebrar el éxito de nuestros compatriotas, dentro y fuera del país. Salimos a buscar referentes que nos devolvieran el orgullo de ser peruanos.

Fue así como llegamos a Juan Diego Flórez, que se abría paso en Europa y compartía cartel con los grandes de la lírica internacional. El orgullo y las satisfacciones que nos proporcionaba nuestro compatriota nos llevaron a seguir su trayectoria y su vida personal, siendo portada de Cosas en varias oportunidades.

Juan Diego estaba en el corazón de la gente, y en Cosas nos sentíamos orgullosos de haber contribuido a acercar su historia de esfuerzo y éxito personal a nuestros lectores, al Perú en general.

Considero necesario este preámbulo para explicar por qué estamos aquí esta noche. Todo empezó cuando respondimos al llamado de Silvia Guerrero, encargada, en nombre de la Universidad de Piura, de la convocatoria al Premio Esteban Campodónico Figallo, quien nos invitó a proponer a un candidato. Y es así que propusimos a Juan Diego Flórez con su obra “Sinfonía por el Perú”; cuya razón de ser podemos resumir usando palabras del propio Juan Diego: “Hagamos que la música vaya más allá de los sentidos y llegue al espíritu de nuestros niños. Llevémosles su poder transformador, que formará en ellos los valores, los hábitos y las actitudes que harán posible que nada pueda detener sus sueños. ¡Entonemos juntos una Sinfonía por el Perú!”

Respaldamos a este gran peruano que no solo piensa en él, sino también en un proyecto de inclusión social a través de la música y los instrumentos musicales como herramientas para proteger a los niños y jóvenes de los peligros de su entorno, a los que están expuestos por su modesta condición socioeconómica. Y es que la música, gracias a Juan Diego Flórez y Sinfonía por el Perú, ofrece a estos niños y jóvenes una oportunidad real, concreta, de alcanzar un futuro mejor. Por eso era nuestro candidato.

Juan Francisco Raffo, miembro de la familia y parte del jurado, tuvo la gentileza de comunicarnos, muy emocionado por esta designación, la buena nueva. Luego vino la carta oficial enviada por Silvia Guerrero, anunciando que, en la reunión final del jurado de la vigésima edición del Premio Esteban Campodónico Figallo, se acordó proclamar como ganador del Premio, a la Asociación Orquestas Infantiles y Juveniles del Perú, siendo el resultado aprobado por la Fundación Clover de Nueva York y la Universidad de Piura, organizadores de esta convocatoria anual.

Mi más profundo agradecimiento a todos los miembros del jurado que apoyaron esta candidatura, que cumple con la voluntad testamentaria del doctor Campodónico, destacado médico y filántropo; notable personalidad de su época, que supo ejercer la medicina con auténtica vocación de servicio. Es gracias a su visión y a su legado que hoy se concede este Premio a Sinfonía por el Perú, a través de la persona de Juan Diego Flórez, siendo además este galardón el primero que recibe en el Perú.

Esta noche, Juan Diego no está con nosotros, pero nos acompañan en su lugar su infatigable hermana, Milagros Flórez, y Miguel Molinari, director de Sinfonía por el Perú, a quienes deseamos el mayor de los éxitos en este emprendimiento que cada día abarca más regiones de nuestro querido Perú.

Muchas gracias.

Discurso de agradecimiento del Sr. Miguel Molinari, Director Ejecutivo Sinfonía por el Perú

Discurso de Cierre del Dr. Ralph Coti, representante de la Fundación Clover

Muy estimado padre Arizmendi, vice gran canciller de la  Universidad de Piura, doctor Sergio Balarezo, rector de la Universidad de Piura, señor Juan Francisco Raffo, sobrino nieto de don Esteban Campodónico; señores representantes de Sinfonía por el Perú, ganador del Premio Esteban Campodónico Figallo 2014; y ganadores del premio en años anteriores aquí con nosotros esta noche. Estimados damas y caballeros.

Estamos ahora en la parte final de la ceremonia de entrega del Premio Esteban Campodónico Figallo del año 2014.

No es la primera vez que tengo el honor de dirigirme a una audiencia de distinguidos amigos del Premio Campodónico y de los premiados. Es la vigésima vez. ¡Han pasado veinte años! Dos décadas. Es mucho tiempo. Un quinto de siglo.  Muchos de los jóvenes que hoy estudian en la Universidad de Piura ni siquiera habían nacido cuando empezamos.

El Perú ha tenido cuatro presidentes. Y el Premio Campodónico ha tenido 43 ganadores y hemos otorgado medio millón de dólares para los premiados, con lo que estamos cumpliendo puntualmente la voluntad del doctor Campodónico expresada en un testamento.

Durante estos 20 años, la mayoría de los ganadores del Premio han seguido promoviendo los mismos proyectos y obras valiosas que fueron  las razones por las cuales recibieron el Premio Esteban Campodónico Figallo.

Es triste, pero inevitable, recordar que algunos premiados ya han fallecido, como el ingeniero Luis Zapata, el doctor Augusto Bazán, el padre Jean Marie Protain. No obstante, tenemos ya una gran cadena de ganadores peruanos que han ayudado al Perú y que han honrado a su patria con sus esfuerzos, sin egoísmo, y en muchos casos continúan haciéndolo.

La cadena comienza con el doctor Raúl Davelouis, AFESA de Abancay y Condoray, primeros receptores del premio Esteban Campodónico en 1995; y continúa sin interrupciones hasta Sinfonía por el Perú, que, a su vez, es el último enlace en la cadena, hasta el día de hoy.

Si Dios lo quiere, el programa del Premio Esteban Campodónico Figallo continuará por otros 20 años e indefinidamente en el futuro; aunque estoy casi seguro de que dentro de 20 años no estaré yo al frente de otra distinguida audiencia hablando de una extensa cadena de 40 años.

La cadena de premios comenzó hace dos décadas, pero la idea del programa, su semilla intelectual comienza con un gran hombre de origen italiano y corazón peruano: el doctor Esteban Campodónico. Él tuvo la idea de iniciar el programa para honrar a personas sobresalientes que se dedican a ayudar a la sociedad.

El doctor Esteban Campodónico dedicó de sí mismo y de su labor profesional para ayudar a otras personas, y decidió, a través de su testamento, continuar promoviendo a personas y entidades que también se dedican a ayudar a otras personas y a la sociedad peruana. El doctor Campodónico hizo su testamento en los años treinta del siglo pasado, pero la primera entrega del premio procedente de su legado tuvo lugar hace 20 años.

El doctor Campodónico no dedicó su vida profesional a ayudar a otras personas y a la sociedad peruana para recibir un premio. De hecho, a lo largo de su vida, si bien tuvo algunos reconocimientos, no recibió un premio no obstante se lo merecía tanto.

A través del programa de premiación que ya ha cumplido 20 años, el doctor Esteban Campodónico ha puesto en acción una manera de reconocer lo bueno que destacadas personas y entidades han prestado al Perú. Ni el objetivo ni la meta de Sinfonía por el Perú es el de recibir un premio. No obstante, el doctor Esteban Campodónico quiso dar reconocimiento a grupos y personas que hacen bien sin buscar reconocimiento público. Su visión se ha concretado durante estos 20 años y tenemos plena confianza de que así continuará.

Como representante de la Fundación Clover, que ha colaborado con la Universidad de Piura en la administración del programa estos 20 años, felicito a los representantes de Sinfonía por el Perú y les agradezco por todo lo que hacen.

Declaro finalizada la presente convocatoria y, a la vez, abrimos a partir de hoy la convocatoria 2015, que es la vigésimo primera de la historia del premio Esteban Campodónico Figallo.

Muchas gracias.

Premio Esteban Campodónico

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