Las familias empresarias utilizan la planificación estratégica para proporcionar una dirección general a su compañía, en estrategias financieras, de marketing, de desarrollo de recursos humanos u organizativas, entre otras. En nuestro caso se aplica principalmente a la planeación de la sucesión, considerando las mejores prácticas para involucrar a las siguientes generaciones en el negocio familiar.
Debido a su naturaleza, las empresas familiares enfrentan muchos desafíos adicionales a los que tienen otras organizaciones. Algunos de estos desafíos pueden ser abordados adoptando una sólida estructura de gobierno corporativo dentro de la compañía. Esta estructura de gobierno debería definir claramente los papeles, las responsabilidades, los derechos y la interacción entre los principales órganos de gobierno de la compañía.
Protocolo Familiar:
Es un acuerdo entre los miembros de una familia empresaria, con la finalidad de regular las relaciones entre la familia y la empresa para asegurar su continuidad de generación a generación.
Consejo de Familia:
Es un órgano de gobierno, elegido por los miembros de la Asamblea de Familia para vigilar el cumplimiento del protocolo familiar. Se crea con la finalidad de simplificar las convocatorias y llegar a acuerdos de manera más eficiente.
El proceso de sucesión establece la continuidad de la empresa en el ámbito familiar. La sucesión es más que armar el proceso con antelación, es necesario priorizar el diálogo y saber tratar los conflictos entre los familiares. Un plan de sucesión empresarial claro, acompañado de buena comunicación, es un punto clave para el futuro de cualquier emprendimiento.