(Piura).- "La privatización es un proceso necesario. Falta difusión de este tema que ocasionó graves problemas el año pasado", comenta el Ingeniero Jorge Timaná.
Por Julio Talledo. 20 abril, 2011.
(Piura).- El Mercado Modelo de Piura, resaltante por su desorden, peligrosa infraestructura, hacinamiento, insalubridad y comercio informal, está llegando a una etapa oscura. Con la llegada de los grandes centros comerciales y la competencia que generan, es claro que el mercado debe cambiar. “La privatización es un proceso necesario. Sería interesante saber la alternativa que tienen para los informales que ocupan las vías públicas. Falta difusión de este tema que ocasionó graves problemas el año pasado”, comenta el Ingeniero Jorge Timaná de la Universidad de Piura.
El docente de la UDEP señala que el proceso de privatización de mercados municipales se enmarca dentro de la ley 26569, con el objetivo de transferir la propiedad y administración a los comerciantes. Es una alternativa para acabar con el desorden, la insalubridad, mala calidad de servicios, etc., característica común de los mercados públicos administrados por las Municipalidades, anota. “El mercado no puede seguir como está y si la privatización es una alternativa, bienvenida. La privatización es un proceso que genera esperanza en los comerciantes y en los usuarios también.
¿Cómo se llegó a este estado?
Como casi todas las actividades económicas en las que interviene un ente estatal, los mercados no han sido la excepción a la mala administración, tanto de la actividad comercial como de los servicios asociados a su actividad, llámese electricidad, agua, desagüe, servicios higiénicos, etc. Dentro del desorden, no han faltado las denuncias de tráfico de puestos, negociados con los servicios y otras denuncias de corrupción en las administraciones.
¿Qué ventajas y desventajas traería la privatización?
Como ventaja, me parece fundamental que la Municipalidad se desprende de una pesada carga, la cual no ha sabido administrar y que es fuente de corrupción. Deja una actividad económica en la que poco aporta y puede orientar sus esfuerzos a establecer normas y control para que los mercados funcionen bien. Si el proceso es bien llevado, se podría ordenar el mercado. Por otra parte, más que desventajas, veo una dificultad en el tratamiento que se les dará a los comerciantes informales, los que ocupan vías públicas desde hace años. Me pregunto si los puestos asentados en veredas exteriores y vías públicas están contemplados en el proceso de privatización. Ahora será responsabilidad de los comerciantes que el mercado funcione bien.
¿Qué medidas se deben contemplar para ejecutar este proyecto?
Esperemos que la Municipalidad y los comerciantes lleguen finalmente a un acuerdo que beneficie al usuario. Para esto, deben estar claramente establecidas, y con plazos definidos, las medidas para recuperar veredas y pistas de los exteriores, la seguridad interna y externa del mercado, planes para mejorar los servicios de limpieza, frigoríficos, servicios higiénicos. Asimismo, se espera que de pasar el mercado a manos de los comerciantes, éstos se preocupen por la calidad de las instalaciones y del servicio en general.
Económicamente hablando y, teniendo en perspectiva los nuevos súper mercados en la ciudad, ¿qué tan necesaria es la privatización?
Creo que es urgente, porque se parte de la premisa de que mejorarán el servicio y la atención al usuario. Si la Municipalidad ha sido tan mala administradora del mercado, confiemos en que los comerciantes estén a la altura de lo que los usuarios esperan. Si lo logran, el beneficio económico será para ellos y para el público. Será una buena oportunidad para que los comerciantes sean más competitivos. Todos queremos que sean exitosos porque a la larga, eso beneficia a la población, que tendrá más y mejores opciones.
