(Lima).- En ceremonia realizada en el Polideportivo, se premió al C.E.E Fernando Wiese Eslava, en el Área de Servicios Directos a la Sociedad; y al Ing. Julio Kuroiwa, en el Área de Actividad Profesional Destacada.
Por Julio Talledo. 07 septiembre, 2011.(Lima).- En una ceremonia realizada en el Polideportivo de la Universidad de Piura, se premió al C.E.E Fernando Wiese Eslava, de CPAL, ganador en el Área de Servicios Directos a la Sociedad; así como al Ing. Julio Kuroiwa Horiuchi, en el Área de Actividad Profesional Destacada, como ganadores de la XVII edición de los Premios Esteban Campodónico Figallo recibieron 10 mil dólares y un diploma de reconocimiento.
Este acto de reconocimiento estuvo presidido por Antonio Abruña, rector de la UDEP. También estuvieron presentes Ralph Coti, director de la Fundación Clover de Nueva York; Sergio Balarezo, vicerrector de Campus Lima; Antonio Mabres, prorrector de la UDEP; entre otras autoridades e invitados.
“Somos una familia”
Hace 52 años, los esposos Grimanesa Wiese y Rodolfo Neuhaus descubrieron que su hijo padecía sordera y, en el proceso de descubrimiento de sus potenciales y de sus necesidades, decidieron crear un colegio para rehabilitar a niños de la misma condición. No imaginaron la dimensión que esta acción alcanzaría.
Actualmente, unos 120 niños procedentes de todo el país -de cero a 12 años- que padecen sordera acuden al centro; en su mayoría pertenecen a hogares de bajos recursos económicos. Asisten a rehabilitación, aprenden a hablar gracias a la metodología especializada y al uso de tecnología (audífonos, implante coclear, sistema FM, salones acústicos). Hoy es la única escuela oral del país, cuyo objetivo es insertar con éxito a los niños con problemas de audición en las escuelas de educación regular Inicial y Primaria.
“Nuestro hijo fue el principal impulso para crear una escuela y dar el primer paso para ayudar a la gente que se encontraba en situaciones similares a la nuestra. El fortalecimiento de nuestra institución es producto del trabajo conjunto de toda la gente involucrada en el proyecto: familias, profesores, niños. Somos todos una familia, así se fundó y así seguirá”, señaló la señora Grimanesa Wiese en la ceremonia.
“La prevención es una tarea de equipo”
El Ing. Julio Kuroiwa es un apasionado por su línea de investigación. Durante más de 40 años se ha dedicado al estudio de los efectos locales de sismos, tsunamis, actividad volcánica e inundaciones, incluyendo los efectos del Fenómeno del Niño.
En su discurso de agradecimiento, volvió a resaltar que las labores de prevención son fundamentales para minimizar las consecuencias de los fenómenos naturales. “El objetivo de mi vida es reducir al máximo las enormes pérdidas humanas y materiales que podría generar un terremoto y tsunami de gran magnitud. Hay que proteger la vida de los peruanos de menores recursos; de aquel 45% de compatriotas que viven en casas vulnerables de adobe y tapial, sobre suelo blando. Esto solo se podrá lograr si se trabaja en equipo”.
Finalmente, el Ing. Kuroiwa expresó su gratitud a sus 175 co-investigadores, quienes han desarrollado, durante los últimos 40 años, sus tesis profesionales y de maestrías en reducción de riesgos de desastres, en la Facultad de Ing. Civil de la UNI.
