(Piura).- “Los padres tienen derecho a conocer las diferentes alternativas y los docentes tienen la obligación de analizar con profesionalismo los diferentes textos y realizar una elección justa”expresó la Lic. Milagros Ramos.
Por Julio Talledo. 15 febrero, 2012.
(Piura).- “Los padres tienen derecho a conocer las diferentes alternativas y los docentes tienen la obligación de analizar con profesionalismo los diferentes textos y realizar una elección justa. El problema no es pedagógico, es económico”. Fue lo expresado por la Lic. Milagros Ramos López, especialista del nivel Primaria de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Piura, al referirse a la polémica en torno al caso de las editoriales.
Ramos resaltó la importancia de que los padres conozcan la oferta editorial y “vigilen que no haya ninguna comisión con la que pueda quedarse el director”.
Según la docente de futuros educadores, Ramos, una buena idea para la reutilización de los textos escolares es dividirlos en libro texto y cuadernos de trabajo. “Desde hace unos años, el libro texto se ha transformado en cuaderno de trabajo. Obviamente, los cuadernos se han creado para trabajar en ellos. No tiene razón de ser comprar un libro texto, que es cuaderno de trabajo, y no poder realizar tareas en él”.
Respecto a la opinión de algunos especialistas que hablan de la necesidad de que los niños trabajen en los libros, Ramos López precisó que no es necesario que los hagan sus tareas en los libros: “Muchas veces es mejor utilizar hojas adicionales ya que los niños suelen equivocarse. Los libros de texto traen espacios muy estrechos para que utilice y eso limita sus soluciones. Hay que dar mayor libertad al alumno para que piense sus tareas.”, anotó.
Criterios a tener en cuenta
Además, la especialista en Educación recomendó que, aunque hay criterios pedagógicos y económicos a tener en cuenta en la elección de los textos escolares, uno no debe anular al otro. Entre los criterios se pueden considerar: la calidad del texto, de la información, de la imagen, del diseño de la impresión y la durabilidad del material.
La calidad del aprendizaje no depende únicamente de aspectos económicos, un buen colegio no es el que cobra más, “así, un buen libro no solo es el que cuesta más. Hay que analizar la calidad del contenido del libro. No pensemos que proponer libros de texto más baratos bajará la calidad de la enseñanza. Esta depende de la institución educativa y del trabajo del docente, quien guía el aprendizaje de los alumnos”, indicó.
El dato
La modificación de la Ley 29694 permitirá la adquisición transparente de libros y evitará los negociados entre editoriales y colegios. Gracias a ello, los padres podrán participar en la elección de los textos, los directores no podrán imponer la compra de libros nuevos, se implementará un Observatorio Nacional de Textos Escolares, entre otros beneficios para los consumidores.
