Celebrando el Día de la Madre, la Universidad de Piura rindió homenaje a a 6 trabajadoras que han realizado una dedicada labor dentro de la institución, desde su llegada al campus; que van desde 1970 al 2003.
Por Julio Talledo. 17 mayo, 2012.Con sendos programas que incluyeron Misa de Acción de Gracias y almuerzo de confraternidad en el que hubo –como cada año– sorteo de diversos regalos, entre las asistentes, celebró la Universidad de Piura (en Lima y Piura) el Día de la Madre.
Este año, la reunión en Piura tuvo una nota singular. Se rindió homenaje a 6 trabajadoras que han realizado una dedicada labor dentro de la institución, desde su llegada al campus; que van desde 1970 al 2003. Se trata de las señoras: Aurea Patiño de Pisfil, jefa de la Biblioteca; Amelia Cadenas de Gómez y Azucena Falconi de Leciñana, recpecionistas, de Lima; y de Témpora Girón Salazar, Marina Pintado Quispe y María Oliva Reyes (del servicio de Limpieza, Piura).
La vicerrectora de profesores, Dra. Mariela García de Corcuera hizo una breve semblanza de las homenajeadas, en las que destacó sus méritos, su trabajo silencioso, fructífero y trascendente, realizado desde cada uno de sus puestos.
Cada una de ellas recibió una placa recordatoria, elaborada especialmente para la ocasión. Cabe señalar que la señora María Oliva recibió hace algunos años la Medalla de la Universidad de Piura, cuando cumplió 25 años en la UDEP. En esta ocasión, agradeció con un discurso y una canción: “Vivo pensando que la UDEP sigue siendo el hogar que me recibió en el momento en que más lo necesité. Para mí, ese fue un milagro…. En corto tiempo aprendí muchas cosas y nuevas ocupaciones, gracias a los talleres de Cosmetología, bisutería, computación, electricidad y catequesis; todo ello, se los fui transmitiendo a mis 7 hijos, a mis nietos. Ahora, ellos me cuidan, me protegen y están orgullosos de mi paso por la Universidad”.
Más adelante, agradeció a Dios, a la santísima Virgen, a San Josemaría, el Fundador de la UDEP (por quien fue a Roma 2 veces, a la Beatificación y a la Canonización), a los rectores, docentes, administrativos a sus compañeras y jefas del servicio de limpieza, en el que se desempeñó durante más de 40 años. “Como humanos tuvimos errores, pero la Universidad nos enseñó a superarlos, con mucha exigencia, pero con cariño”, subrayó. Para luego, cantar a capela el vals Madrecita, con lo que se dio inicio al almuerzo, alternado con el sorteo de regalos.
Todas las más de 120 mamás que pudieron asistir recibieron también dos imágenes de la Virgen Asiento de la Sabiduría, que preside la Ermita del Campus, en Piura.
En Lima, asistieron 35 mamás. La Sra. Nancy del Aguila, directora de estudios del programa Administración de Servicios, agradeció el detalle de la Universidad y recalcó la misión importante que deben cumplir las madres, que son el sostén y soporte de la familia. También felicitó a las nuevas mamás, entre ellas, a Verónica Benel quién ya tiene 6 meses de gestación de su primer bebé.