Luz Pacheco, profesora de Derecho Laboral y directora de Estudios de su Facultad, es abogada, conciliadora y educadora. Admira la música clásica y a Andrea Bocelli.

Por Silvia Torres. 03 diciembre, 2012.

Profesora Luz Pacheco

Luz Imelda Pacheco Zerga nació en Lima y es la tercera de cuatro hermanos. Como todo empieza por casa, le bastó ver el ejemplo de su padre para decidir su futuro y encontrar su vocación. Él ejerció  la abogacía con mucha rectitud y solo defendía a un cliente si veía que tenía la razón. Me enseñó esa rectitud para el trabajo y para la vida. Hoy, él y mi madre son mis mejores asesores.

Es abogada por la Pontificia Universidad Católica y doctora en Derecho por la Universidad de Navarra. Le apasiona el Derecho laboral desde que lo aprendió en las clases del profesor Mario Pasco Cosmópolis, cuando estudiaba su carrera. Sus diez primeros años de ejercicio profesional los dedicó al mundo empresarial en Lima y Arequipa, en el área de recursos humanos.

Ejercer en un mundo diseñado por hombres y para hombres no siempre fue fácil, menos en los ochenta: La preferencia hacia los hombres era marcada. Cuando era gerente de área en una importante empresa textil, con la responsabilidad del personal en plena época del terrorismo, me di cuenta de que otro de los gerentes ganaba más que yo. Le pregunté al Gerente general el porqué de esa diferencia. Con una sonrisa me dijo muy convencido: es que tú eres mujer y no tienes que parar la olla. Me costó convencerlo de que ese razonamiento era discriminatorio.

La aventura de enseñar

Su identificación con el servicio a los demás la llevó a Piura, donde inició su trabajo de investigación y docencia en la Universidad.

Siempre he sido muy exigente al evaluar y si tengo que desaprobar a alguien, le explico las razones… Creo que por eso hay alumnos que, aunque han aprobado Derecho Laboral a la tercera vez, lo han elegido como especialización profesional. Sigo exigiendo, pero he aprendido, con el paso de los años, que la mejor técnica de una buena docencia es querer y conocer a cada alumno para ayudarle según sus necesidades.

Su entusiasmo por la misión social del abogado le lleva a afirmar que para ser un profesional confiable hay que apostar por lo que se considere justo,  evitando los apasionamientos y el sentimentalismo, pero actuando siempre con amabilidad. Darle a cada quien lo que corresponde: ese es el mundo del derecho y la condición indispensable para la paz social.

Una tercera dimensión

La profesora Luz Pacheco considera el hecho más importante de su vida haber conocido al fundador de la UDEP, San Josemaría, primero a través del libro Camino y, años después, personalmente. Sus enseñanzas me permitieron descubrir lo que él llamaba, ‘la tercera dimensión de la vida’, que se refiere al valor de eternidad de las circunstancias ordinarias de cada día. Se trata de abrirse al amor, a la amistad, al trabajo en un clima de alegría y confianza. Aprendí de él que es necesario renovarse diariamente, aunque se hagan las mismas cosas, y que el secreto para conseguirlo es hacerlas cada día con más amor.

Un futuro prometedor

En el plano profesional, planea adaptar al derecho peruano su tesis doctoral “La dignidad humana en el derecho del trabajo”, publicada en España. Actualmente, junto con investigadores de ocho universidades europeas y americanas, trabaja en un Diccionario europeo latinoamericano de Derecho de la integración, en materia de derechos individuales.

En lo académico: Quisiera que muchos alumnos de la UDEP se dedicaran a la vida pública. Hay tanto por hacer. Se necesitan políticos y funcionarios públicos competentes y socialmente responsables.  Antes de despedirnos, le pedimos una frase que condense sus ambiciones para el futuro. Nos dijo una que aprendió de la vida del Fundador de la Universidad hacer lo que debo y estar en lo que hago… con una sonrisa.

Comparte: