Chilalos, choquecos, chiclones… diversidad de aves descansan en sus ramas; sus hojas secas son parte de los nidos de aves y conforman parte importante de su alimento. También son albergue de variedad de insectos, importantes en la ecología. Durante años se ha estudiado su fruto para su aprovechamiento integral y han habido importantes esfuerzos para […]
Por Gastón Cruz. 19 marzo, 2013.Chilalos, choquecos, chiclones… diversidad de aves descansan en sus ramas; sus hojas secas son parte de los nidos de aves y conforman parte importante de su alimento. También son albergue de variedad de insectos, importantes en la ecología. Durante años se ha estudiado su fruto para su aprovechamiento integral y han habido importantes esfuerzos para la reforestación con este árbol. Sin embargo, el algarrobo, emblemático y milenario árbol piurano, aún tiene mucho que ofrecer.
El 15 de marzo, fue el día central de las celebraciones por la Semana del Algarrobo y el Día de la Algarrobina, fechas en las que se difunde más el valor de este árbol, su fruto y productos derivados de él.. Los festejos incluyeron concursos de la vaina más grande de algarroba y el mejor coctel de algarrobina; anuncios de reforestación y difusión de investigaciones. Diversas instituciones se unen a estos festejos: escuelas de turismo y gastronomía; universidades, el Gobierno Regional, la Dicertur, productores de algarrobina, Naturaleza & Cultura Internacional, etc.; sin embargo, para las mayorías, la fecha pasa aún desapercibida.
El doctor Gastón Cruz, docente e investigador de la Universidad de Piura, especialista en agroindustria y director ejecutivo del CITEAgroindustrial de Piura aplaude que estas fechas se hayan institucionalizado y que empiecen a trascender a nivel nacional. Inclusive, señala, se ha avanzado bastante en la concienciación sobre la importancia de los bosques secos. “Algunas comunidades campesinas que viven en ellos son más conscientes de que el algarrobo no solo es leña sino que es un elemento fundamental del ecosistema. Valoran más su conservación y el aprovechamiento de sus frutos; aunque, para muchos todavía es ‘el monte’ que nace espontáneamente con las lluvias y muere bajo el hacha del leñador que necesita ingresos para subsistir”, explica.
Por otra parte, está el CiteAgroindustrial de Piura encargado de crear un vínculo entre la universidad como ente generador de conocimiento y tecnología, y la micro y pequeña empresa que tiene inquietudes, necesidades de información y asistencia técnica, para identificar las posibilidades de mejora, tanto en productividad como en calidad, para hacerla más competitiva. Esto, afirma, es un proceso, que va desde la generación de Normas Técnicas Peruanas, hasta la ejecución de proyectos de innovación como, por ejemplo, una cocina de algarrobina a gas de bajo consumo, o mejoras en la elaboración y envasado de los tofis de algarrobina, etc.
Alianzas estratégicas
El árbol emblemático de Piura necesita de esfuerzos conjuntos para su protección y uso para la reforestación. En este sentido, “el aporte más significativo de la UDEP ha sido la reforestación de 60 hectáreas de su campus con algarrobos que hoy día ya tienen 30 años y constituyen un pulmón verde para Piura. Asimismo, la investigación en las propiedades y usos del fruto del algarrobo, y la transferencia de tecnología al sector rural. Es la suma de pequeños estudios, tesis de grado, proyectos, normas técnicas que, en conjunto, ha contribuido a que hoy se conozca más de la algarroba y sus derivados en el Perú y en otros países que nos toman como referencia en este tema”.
Estos resultados también han hecho posible que, por ejemplo, se haya incluido a la algarroba en el programa de Biocomercio que promueven Mincetur y Minam con el apoyo de la cooperación alemana y suiza. “Detrás de esto hay algunas exportaciones de harina de algarroba y algarrobina, por parte de pequeños empresarios y asociaciones de productores, que aún con dificultades por superar, siguen apostando por un producto nuevo, que podría tener un gran potencial, y que está concitando poco a poco, la mirada de ciertos nichos de mercado en EE.UU. y Europa”, anota el experto.
Por citar un caso, en julio, durante la Convención Anual del Instituto de Tecnólogos de Alimentos (IFT Meeting 2013), un colega norteamericano, el Dr. Peter Felker, presentará a los industriales, este ingrediente nuevo y único que es la harina de algarroba de Perú y Argentina.
Una experiencia exportable
En otros países el uso del fruto del algarrobo es más incipiente. En Argentina, Chile, Colombia u otros con los que la UDEP mantiene relaciones de colaboración, el algarrobo es nativo. “Los árboles crecen de modo silvestre y son aprovechados por las cabras y ovejas en las zonas rurales; excepto en la región del Chaco Argentino, donde desde hace años el algarrobo blanco (Prosopis alba) es utilizado para madera (muebles, puertas y ventanas), pero esto ha ocasionado la pérdida de miles de hectáreas de bosque, y a pesar de los programas e incentivos para reforestación promovidos desde el gobierno, las áreas restituidas son mínimas. Al norte de Chile y de Colombia, académicos y organizaciones de campesinos quieren dar uso a los frutos de algarrobo, pero existe una limitante que es la mano de obra para la recolección, que hace más costoso el producto. Además, las áreas son más pequeñas que las que nosotros tenemos”.
Un caso interesante, destaca, es el del noreste de Brasil (en Pernambuco) donde se han hecho plantaciones de algarrobo de la especie peruana (Prosopis Pallida) en zonas ganaderas privadas, para el engorde de vacunos; y se han instalado algunas “mini-usinas” (molinos pequeños) para preparar alimento balanceado para ganado. No se usa la algarroba para alimentación animal en general; pero sí, de modo bastante organizado y al parecer exitoso, para la ganadería.
Retos actuales
Algo está sucediendo con la producción de algarroba. En la última década esta ha decaído en más del 40%; se presume que por la ubicación de las plantaciones, el agua no llega en buena proporción. El Dr. Cruz indica que en Chulucanas y en las zonas cercanas a las zonas de riego la producción es mayor que en las zonas más bajas, que están muy alejadas de las zonas agrícolas. Otro problema que podría estar afectando la producción son las lluvias en época de florecimiento; estas se llevan las flores; afectándose también a la apicultura. “Hablamos de lluvias únicas, fuera de época que solo quitan y no aportan agua suficiente para el mantenimiento de los árboles”. Este es uno de los retos para los investigadores: conocer las causas del descenso en los niveles de producción y encontrar soluciones.
Por otra parte, Cruz Alcedo señala que si bien se ha trabajado bastante, como Universidad y como Cite, en “transferencia de tecnología a los productores, en el estudio y mejoramientos de las propiedades de los productos intermedios que sirven para preparar algo; falta convencer a los industriales para que utilicen los productos de la algarroba como ingrediente para fabricar productos finales: galletas, alagrrobina, tofis, yogurt… Este es un aspecto que debemos empezar a trabajar como Universidad y Cite, con los productores, empresarios e industriales”, subraya.
PARA RECUADRO
El CITEagroindustrial de Piura
“Es una institución de carácter privado sin fines de lucro, conformado por la “Asociación Civil Promoción de la Agroindustria de Piura”, integrada por la Asociación Peruana de Productores de Mango – PROMANGO, la Universidad de Piura – UDEP, la Cámara de Comercio y Producción de Piura, la Asociación Regional de Productores de Algarrobina Piura–ARPAL, la Central Piurana de Cafetaleros – CEPICAFE, CEDEPAS NORTE y el Ministerio de la Producción. El Consejo Directivo está integrado por los cuatro primeros miembros antes mencionados. Fue acreditado en agosto de 2004 por Resolución ViceMinisterial 014-2004-PRODUCE/VMI”. (http://cites.produce.gob.pe/cites/unidadTecnica.jsp?cod=11)