El Dr. Percy García Cavero, penalista de la Facultad de Derecho, opina sobre la inseguridad ciudadana y las medidas necesarias para atacar este problema social.
Por Claudia Reto. 14 marzo, 2013.El docente de Derecho Penal de la Universidad de Piura, Percy García Cavero, advierte en distinguir entre la inseguridad ciudadana subjetiva y objetiva, señala la importancia de la educación en valores para evitar la delincuencia y define a la inseguridad ciudadana como un problema operativo y no legal.
¿Las leyes actuales deben ser modificadas para poder atacar a la inseguridad ciudadana?
Las penas para castigar a los delincuentes en el Perú son realmente extremas, incluso mucho más graves que las previstas en otros países de la región, y el otorgamiento de los beneficios penitenciarios se ha vuelto riguroso. Por eso creo que una modificación a la legislación penal poco puede hacer para detener el aumento de los delitos violentos contra los ciudadanos. Ante este panorama, no hay nada más que hacer en relación con las leyes penales.
¿Puede existir una visión subjetiva de la inseguridad ciudadana?
Se debe diferenciar la inseguridad ciudadana subjetiva de la inseguridad ciudadana objetiva. La primera designa a la sensación de inseguridad que si bien tiene una base real objetiva (los delitos violentos que se cometen), muchas veces es potenciada por los medios de comunicación o por los políticos que la usan estrategia para propio provecho. Aquello provoca un aumento exponencial, a veces falsa, de los delitos. Así pues, contra esa sensación de inseguridad el sistema penal poco puede hacer.
La inseguridad ciudadana objetiva se fundamenta en el hecho de que cualquier ciudadano está expuesto a un alto riesgo de ser víctima de un delito violento En términos penales, esta es la que interesa.
¿Por qué los delincuentes suelen permanecer poco tiempo en la cárcel?
El problema es que la Policía Nacional del Perú (PNP) atrapa a los delincuentes, pero éstos luego salen libres, entonces hay un trabajo de investigación penal defectuoso que trae como consecuencia la liberación de los delincuentes.
No se debe olvidar que en un Estado de Derecho hay que probar que una persona ha cometido un delito, la sospecha no basta. Por lo tanto, desde la captura del delincuente es necesario que los órganos de persecución penal realicen un trabajo técnico adecuado que les permita reunir, por medios lícitos, las pruebas que sirvan para que el fiscal pida primero la detención y luego el castigo. Creo que se demoniza a menudo a los jueces por “soltar” a los delincuentes, sin pruebas lícitas, no se puede encarcelar a nadie.
¿Cuáles son las causas de la inseguridad ciudadana en nuestros días?
Resulta curioso que en un país inmerso en un proceso constante de crecimiento económico, la criminalidad patrimonial violenta aumente. Lo lógico es que, por la existencia de mayor empleo y de la satisfacción de las necesidades básicas, este tipo de criminalidad, más bien, disminuya.
La educación en valores y la forma de vida de las personas son importantes para evitar la violencia en la sociedad. Eso no se consigue en un día, ni con la promulgación de una ley, pero es lo único que garantiza una real solución al problema. Sin embargo, la poca rentabilidad política que tiene un plan de este tipo hace que nadie lo impulse ni que existan compromisos a mantenerlos a lo largo del tiempo. Aumentar el número de policías y la magnitud de la pena son solo paliativos simbólicos que no cambian la situación.
¿Quiénes son las autoridades competentes para resolver el problema?
Es evidentemente una solución multidisciplinaria. Se necesitan criminólogos que establezcan los factores de este tipo de criminalidad (visión etiológica). También es necesario el desarrollo de políticas para reducir o eliminar esos factores de incidencia y, la aprobación e implementación de las medidas establecidas en los programas de política criminal.
Se ha escuchado de una iniciativa que propone municipalizar la Policía Nacional, es decir que en cada distrito la comisaría esté subordinada al alcalde. No creo que sea una medida extraña pues en muchos países la policía está a distintos niveles de gobierno. Sin embargo, la cuestión no es tener más policías, sino que los que hay sepan hacer un trabajo de investigación conjunta con el Ministerio Público para detener a los delincuentes y generar la suficiencia probatoria para conseguir la condena judicial.