Ralph Zapata narra el secuestro de 36 trabajadores de una empresa contratista del Proyecto del Gas de Camisea y la entrevista con un terrorista clave para reconstruir aquella historia.
Por Claudia Reto. 09 abril, 2013.La serie titulada ‘Encuentro en la convención’ escrita por Ralph Zapata, egresado de la Facultad de Comunicación de la UDEP, fue nombrada primera finalista en su categoría en los II Premios La Buena Prensa. El concurso, este año en su segunda edición, es organizado por el blog de referencia sobre periodismo: La Buena Prensa de Miguel Ángel Jimeno, docente de Edición de Diarios y de Proyectos Periodísticos de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra.
En la competencia participaron jóvenes periodistas de España y América Latina que presentaron trabajos según la categoría solicitada: reportaje, serie, entrevista, análisis, crónica, cobertura de hecho previsto, cobertura de hecho imprevisto y suplemento. La actividad responde a la finalidad del blog de adherir colaboradores a través de la publicación de crónicas y páginas de periódicos que reflejen el buen ejercicio del Periodismo.
¿Por qué decidiste participar en el concurso?
La Buena Prensa es un blog dirigido por Miguel Ángel Jimeno, docente de la Universidad de Navarra, y una gran referencia del Periodismo en Latinoamérica y España. Era la oportunidad poder medir mi nivel profesional con periodistas de otros países. Fue ‘una prueba de fuego’ para saber si las historias que publico son relevantes y si lograban traspasar las fronteras.
¿Qué es lo que narras en ‘Encuentro en la convención’?
La serie es el resultado de 10 días de cobertura del secuestro de 36 trabajadores de una empresa contratista del Proyecto del Gas de Camisea ocurrido en abril del 2012. Narra la entrevista imprevista que sostuvimos un grupo de periodistas con el terrorista Martín Quispe Palomino, alias ‘Gabriel’, responsable del plagio de dichos obreros y uno de los líderes del Partido Comunista del Perú (PCP), facción renegada de Sendero Luminoso.
La entrevista, que ayudó a completar la verdadera historia del secuestro ocurrido el año pasado en Kepashiato (Cusco), revela la verdadera lucha en el Valle de los Ríos Ene, Apurímac y Mantaro (Vraem) y las mentiras del Gobierno de Ollanta Humala acerca de un cerco inexistente de policías y militares.
¿Cuáles son las características formales de tu trabajo?
‘Encuentro en la convención’ contiene varios informes, reportajes y una crónica acerca del secuestro de Kepashiato, que duró cinco días y dejó ocho policías y militares muertos, como consecuencia de varios enfrentamientos con los narcoterroristas.
Todo el material periodístico fue acompañado por infografías y fotografías de Sebastián Castañeda, con quien trabajé esa arriesgada comisión.
¿Por qué decidiste contar esa historia?
La historia que cuento fue una misión encomendada en mi centro de trabajo, el diario El Comercio. Decidí contarla porque pienso que los buenos periodistas siempre escudriñamos allí donde creemos que hay ‘gato encerrado’. Olfateamos que algo no anda bien y queremos llegar siempre a contar las historias de la manera más honesta posible. Tenemos un compromiso con nuestra gente, con nuestro país, y –sobre todo– con nosotros mismos, pues para eso existimos, para eso hemos elegido este camino.
¿A quién va dirigida tu serie?
Mi trabajo va dirigido a todos los peruanos, a aquellas víctimas, soldados y policías, así como civiles inocentes, que murieron durante la guerra interna y el terror que sembró Sendero Luminoso. Va dirigido también a esas madres que perdieron a sus hijos y esposos, y a esos hijos que perdieron a sus progenitores. A aquella gente olvidada, muchos de ellos nativos machiguengas y ashánincas, personas sin nombre pero con mucha entrega– flagelada por los terroristas, pero más por el Estado que los mantiene olvidados y arrinconados. El trabajo trata de ser una respuesta a ese olvido de nuestra propia gente.
¿Por qué crees que tu trabajo fue seleccionado como finalista?
Creo que no todos los días se entrevista a terroristas del calibre de los Quispe Palomino, tampoco se ve enfrentamientos entre senderistas y policías con el saldo trágico de varios muertos en un mismo día, en una selva inhóspita y accidentada por el terreno. Además, el hecho de que nunca abandonamos el tema, lo seguimos con la misma intensidad y seriedad con el que lo empezamos.
¿Qué críticas has recibido?
El trabajo fue publicado y reconocido, en el 2012, por el diario El Comercio con el premio ‘Padre Urías’, un reconocimiento a los mejores trabajos periodísticos del año. Recibimos buenas críticas, mails de felicitaciones y reconocimientos públicos por parte de autoridades. Y, generó discusiones en el Congreso de la República y en la Opinión Pública.
¿Cuál es tu mensaje para los jóvenes estudiantes de periodismo que anhelan trabajar en un importante medio nacional y destacar en concursos internacionales?
Lean, lean y lean. Los buenos periodistas son aquellos que destacan porque tienen una mirada diferente, no convencional del mundo y de lo que ocurre en él. Una de las actividades que entrena la mirada y el olfato periodístico es la lectura de los grandes maestros como Alberto Salcedo Ramos, García Márquez, Leila Guerriero y otros muchos cronistas cuyas historias te atrapan, te sacuden y generan en ti ganas de escribir.
¿Qué sentimientos te genera el haber sido seleccionado como finalista?
Sin duda es un incentivo moral, una recompensa espiritual al trabajo desplegado desde el año pasado como corresponsal de El Comercio en Cusco y Madre de Dios. Valoro mucho ese reconocimiento porque he competido con periodistas españoles, mexicanos, argentinos y colombianos, y eso para mí es muy valioso porque me enseña que estoy haciendo bien mi trabajo, que el esfuerzo no es en vano, y que siempre habrá un editor o un jurado que descubra tu talento, tu entrega por esta pasión que te motiva día a día.