El libro narra la evolución del sombrero como un tocado especial, su uso europeo y cómo se involucró en la historia del distrito de Catacaos.
Por Claudia Reto. 01 abril, 2013.
Diana Aguirre Manrique, docente de la Facultad de Humanidad y autora del libro ‘El sombrero de paja de Catacaos: tejiendo su historia’.
El libro de Diana Aguirre Manrique, docente de la Facultad de Humanidades: ‘El sombrero de paja de Catacaos: tejiendo su historia’ fue publicado por la Dirección Nacional de Artesanía del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), y presentado ante importantes autoridades de esa institución en el Museo de Artes Populares del Instituto Riva Agüero, el pasado 15 de marzo.
La presentación de la obra estuvo a cargo de la conocida periodista Sonaly Tuesta, y se realizó con la finalidad de promover el ‘Mes de la Artesanía peruana 2013’, actividad impulsada por Mincetur.
La investigación
‘El sombrero de paja de Catacaos: tejiendo su historia’ ofrece una detallada investigación acerca de la técnica del tejido que se hace en este pueblo y las características que lo diferencia del de otras localidades. Además, incluye una propuesta de salvaguarda para este elemento propio de la cultura piurana.
“El estudio se centra en el distrito de Catacaos, pero se mencionan las principales características del estilo de otros conglomerados sombrereros del norte del Perú como Rioja, Eten, Monsefú, Bambamarca, Celendín y Huamachuco, lugares a los que he viajado y he podido comprobar la variedad y riqueza de sus técnicas”, comentó Diana Aguirre.
Los resultados
Los principales hallazgos expuestos en el libro de la profesora Aguirre señalan que aun existen herederos de la técnica del tejido fino de sombrero de paja y que la mayoría de ellos son mujeres.
Otra conclusión permite asegurar que los tejedores cataquenses fueron diestros actores de esa técnica que hasta permite designar un estilo singular que se expresa en su proceso, en los tipos de sombreros, la postura del tejido y los vocablos propios que utilizan durante su actividad.
Por último, el libro señala que detrás del sombrero de paja hay varios siglos de historia. En la actualidad, son muchas las mujeres quienes recrean día a día esa tradición y por eso, es necesario ayudarlas para que mejoren sus condiciones de vida.
La presentación
La iniciativa de publicar el libro surge como consecuencia de la información obtenida por la docente sobre la pérdida de la técnica del tejido fino de sombrero de paja en Catacaos y de los problemas de su comercialización ocasionados por la competencia de otros sombreros procedentes de Ecuador y Cajamarca. “Me planteé averiguar cómo surge la tradición artesanal en esa zona de Piura donde la fibra no crece y cómo se fue desarrollando a través de la historia”, destacó la docente de la UDEP.
La exposición fue acompañada por una muestra especial de productos piuranos de tejido fino dirigida por un grupo de artesanas.
El libro sobre el sombrero de paja de Catacaos forma parte de una colección de textos de investigación y difusión que Mincetur ha planificado publicar con la finalidad de promover al artista popular peruano. Ellos son ‘Toro, torito de Pucará’ y ‘Las shicras de casca. El arte del tejido anillado en la sierra de Lima’.
El destino del sombrero de paja
La docente de la Facultad de Humanidades afirma que ha aumentado la conciencia de la necesidad de emplear protección solar y con eso, el uso de sombreros, pero la venta de sombreros de paja de Catacaos no ha mejorado sustancialmente. “Hace falta un buen programa de promoción de este producto con miras a posicionarlo en el mercado nacional e internacional”, opinó la autora del libro.
Diana Aguirre señaló que el Mincetur y la Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo (Dircertur) ponen énfasis en la innovación artesanal y han creado muchos programas de incentivo para los artesanos y para la promoción de productos a través de ferias y concursos, sin embargo se deben sumar esfuerzos.
“Si no se actúa de inmediato, estaremos próximos a presenciar la desaparición del sombrero de paja y más en tejido fino. Los jóvenes entre 15 y 25 años ya no tienen interés en tejerlo porque no es una actividad rentable. Prefieren tejer otros artículos de paja de mayor demanda en el mercado como carteras y jarrores.”
