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  • Reflexiones en el Día Mundial de la Educación

Por José Jiménez Abarca

Por Julio Talledo. 02 abril, 2013.

La educación es la base para el desarrollo de las comunidades y es la herramienta fundamental de la tan manoseada  “inclusión social”, pero ¿qué pasa en zonas donde esta frase no llega? ¿Qué sucede donde hay docentes multigrado o escuelas unidocentes en las que la semana de clases empiezan el martes y terminan el jueves.

La Ley General de Educación manda que los contenidos educativos sean coherentes con las necesidades, realidad social, cultural, lingüística y geográfica de los estudiantes. Pero, a pesar de esto,  se observa que no existe una relación entre los contenidos propuestos con los que los estudiantes requieren en las comunidades rurales.  Se propone conocimientos  que están lejos del entorno cultural, geográfico, socio económico y productivo que no ayudan al desarrollo sostenible de estas comunidades.

Para que los niños, las niñas y los jóvenes, principalmente de zonas rurales, desarrollen un conocimiento interdisciplinario y sistémico, así como habilidades necesarias para participar de forma activa en el desarrollo de una sociedad competitiva,  se debería fomentar e incluir, con mayor énfasis,  una educación para la sostenibilidad ambiental, económica y productiva en todos los niveles de la enseñanza y en todas las áreas disciplinares.

El desafío al que nos enfrentamos hoy es el de fomentar y apoyar programas educativos que tengan como objetivo central mantener comunidades viables desde un punto de vista ecológico, y prósperas desde el enfoque económico y productivo. Esto se debe logar con la participación de todos los actores educativos (padres de familia, docentes, alumnos y comunidad) así como de los gobiernos locales y regionales. Deben elaborar una propuesta educativa contextualizada para que la educación sea una herramienta con la que se logre el desarrollo personal, familiar y comunal.

En este contexto, es un importante aporte la ejecución del proyecto  “Mejora del sistema educativo con equidad para el desarrollo humano sostenible de la población del Distrito de Frías, sierra altoandina de la Región Piura” conocido como Proyecto Frías, que ejecutan la Universidad de Piura, la Asociación civil Fomento de Investigación y Acción por el Desarrollo, en coordinación con la Municipalidad del distrito mencionado.

La zona de ejecución del proyecto es una de las más vulnerables de la Región Piura; en Frías, el 66,6 %, de niños de 3 a 5 años (unos 1300) no asisten a la escuela, según el Infobarómetro de la primera infancia. Esto significa que los niños están perdiendo la formación inicial y base de un adecuado desarrollo.

El Proyecto Frías, que es financiado por el Gobierno Vasco y la Asociación Ingeniería para la Cooperación ICLI,  tiene como objetivo central la mejora integral de la educación, incidiendo en los factores mencionados líneas arriba, entendiendo que el punto clave para un desarrollo sostenible es el trabajo conjunto de estudiantes, docentes y padres y madres de familia.

Para lograr el objetivo se desarrolla un sistema educativo integrador que busca trabajar en el empoderamiento docente a través de un Diplomado de Educación Rural que actualmente capacita a  170 profesores, en promedio.  Se trabaja también en un programa de sensibilización para padres de familia y alumnos  en temas de persona, ambiente, salud, etc.

El desarrollo sostenible implica cambios de actitud y nuevas capacidades. La educación para el desarrollo sostenible, especialmente referida a comunidades rurales, debería tomarse con mucho interés y responsabilidad por parte de los profesionales de la educación, autoridades y sociedad en su conjunto que deberían, además, fomentar la educación desde la niñez como un medio esencial para alcanzar el desarrollo.

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