3 de mayo se cumplen 20 años desde que fue instaurado como el Día Internacional de la Libertad de Prensa.
Por Elena Belletich Ruiz. 03 mayo, 2013.3 de mayo se cumplen 20 años desde que fue instaurado como el Día Internacional de la Libertad de Prensa. Contrario a lo que quizá se esperaba en 1993, las violaciones a los derechos de los periodistas y a la libertad de expresión se han incrementado y han ido naciendo nuevas formas de violencia e intentos de amordazamiento de la voz de periodistas, medios y comunicadores.
Un ejemplo reciente es el informe dado por el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) de Venezuela que da cuenta de que en ese país, solo en este año, se han reportado 116 casos de violaciones a la libertad de expresión; 48, se cometieron en el contexto electoral. El IPYS señala que esta cifra ha superado la del primer cuatrimestre del 2012. Por otra parte, el barómetro mundial de Libertad de prensa 2013, de Reporteros Sin Fronteras registra 19 periodistas muertos, 175 encarcelados; y 9 net ciudadanos muertos y 156 encarcelados. Se refiere solo a quienes murieron o fueron apresados cumpliendo su deber periodístico.
Esta realidad, y también un contexto latinoamericano cada vez más irrespetuoso de la Libertad de expresión y con medidas o políticas de estados que desean perpetuarse en el poder, han llevado a que la ONU y la Unesco hayan dispuesto que el tema sobre el que girarán los actos recordatorios por el Día Mundial de la Libertad de Prensa de este año sea: ‘Hablar sin riesgo: por el ejercicio seguro de la libertad de expresión’ con lo que se “aspira a movilizar la acción internacional para proteger la seguridad de todos los periodistas, en todos los países y romper el círculo vicioso de la impunidad”.
El reto es grande. En estos tiempos, cuando el amedrentamiento, la presión política y las persecuciones a los hombres y mujeres de prensa se hacen más frecuentes, hasta pareciera ser utópico; sin embargo, sabemos que sin libertad ningún futuro será bueno. De allí la necesidad de recordar esta fecha para promover e impulsar la libertad de expresión, condenando toda acción intento de violentarla, por muy pequeño e insignificante que este parezca.
En su mensaje conjunto, Ban Ki-moon, secretario General de las Naciones Unidas e Irina Bokova, directora General de la Unesco han hecho un llamado a “renovar nuestro compromiso en estos tiempos difíciles” y “mostrar determinación frente a tal inseguridad e injusticia”. Dan cuenta de que en los últimos 10 años, fueron asesinados más de 600 periodistas. “Persiste un clima de impunidad: nueve de cada 10 de estos asesinatos quedan impunes. También hay demasiados profesionales de los medios de comunicación que padecen intimidaciones, amenazas y violencia. Demasiados también son víctimas de detenciones arbitrarias y torturas, a menudo sin poder recurrir a la justicia”.
Reporteros sin fronteras recomiendan que haya: un entorno jurídico y normativo en el que surja un sector mediático abierto y pluralista; voluntad política para apoyar al sector y Estado de derecho para protegerlo; y además, acceso a la información garantizado por ley. “Estos elementos, junto con los profesionales de los medios, que deben cumplir los más elevados criterios éticos y profesionales planteados por los expertos, constituyen la infraestructura fundamental en la que la libertad de expresión puede prevalecer…”.
Que este día lleve a una reflexión general sobre la necesidad de promover y defender la libertad de expresión como un derecho reconocido en las constituciones de los países y también en pactos internacionales como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La vulneración, violación, omisión, censura, ataques (directos o indirectos) de la Libertad de expresión deben ser resortes que nos muevan automática e inmediatamente a defenderla, con una voluntad férrea y decidida. Solo así habrá un terreno fértil en el que la libertad de expresión crezca sana y se fortalezca; y donde los atentados contra ella no queden impunes.