Copio¹ sobre urbanismo una definición elaborada por el Consejo Europeo de Urbanistas, que ofrece una idea muy completa de todo lo que supone esta actividad y cuánto bien podría hacer a las ciudades y a la vida urbana, si se practicara con competencia profesional y espíritu de servicio: El urbanismo y la ordenación del territorio […]
Por Ernesto Mavila. 18 julio, 2013.Copio¹ sobre urbanismo una definición elaborada por el Consejo Europeo de Urbanistas, que ofrece una idea muy completa de todo lo que supone esta actividad y cuánto bien podría hacer a las ciudades y a la vida urbana, si se practicara con competencia profesional y espíritu de servicio:
El urbanismo y la ordenación del territorio comprenden todas las actividades relacionadas con el desarrollo y uso del suelo. Opera en todos los estratos sociales y en varios niveles espaciales interrelacionados –local, rural, suburbano, urbano, metropolitano, regional, nacional e internacional. Se preocupa por la promoción, la guía, la mejora y el control del desarrollo en un entorno físico constantemente en transformación, en interés del bien común pero respetando los derechos del individuo.
Hace previsiones para el futuro, ayuda a reconciliar intereses en conflicto, proyecta el cambio físico y social, facilita la evolución armónica de las comunidades e inicia la acción para una utilización óptima de los recursos. Es tanto una actividad de gestión como una actividad creativa. Es un catalizador para la conservación y el desarrollo de la estructura y forma, actual y futura, de las áreas urbanas y rurales. Contribuye a la creación del carácter presente y futuro de la organización física y económica y a la calidad medioambiental.
La planificación urbana no es determinista. Pretende establecer equilibrio y armonía. Señala las opciones posibles, salvaguarda la libertad de elección para el presente y el futuro. Se concibe para poder ser adaptable a la evolución de las circunstancias.
La planificación es un proceso raramente independiente; debe tener en cuenta decisiones externas. Funciona a través de los mecanismos de toma de decisiones de las instituciones políticas de la sociedad y con los sectores público y privado. La participación pública es un elemento indispensable en el proceso.
Aunque un poco extenso, el texto no tiene pierde y nos ilustra ampliamente sobre lo que debe ser la práctica urbanística al servicio de la vida en colectividad. Por lo pronto, encontramos el carácter multidimensional y comprensivo del urbanismo; es decir, se ocupa de todo lo que tiene que ver con el desarrollo y uso del suelo, en todas las dimensiones posibles de una realidad compleja y mudable. Se ocupa sobre todo de proporcionar puntos de referencia y principios ordenadores para la conformación de la ciudad, teniendo en cuenta que una ciudad no se hace por la suma de todos los aportes individuales de los pobladores que han decidido vivir en el mismo lugar. Una cosa es imaginar la propia vivienda –hay algunos que, incluso, no saben formular lo que quieren– y otra muy distinta imaginar el barrio o la ciudad. Hace falta pues una visión superior y articuladora que establezca lineamientos generales, patrones de crecimiento, reglas de uso y condiciones para la convivencia social en armonía.
El urbanista, pues, debe avizorar el futuro y establecer cauces para regular los procesos de transformación del espacio por la vida urbana. El urbanista no impone, sino que encauza, orienta y asiste, con un profundo respeto por la realidad humana –individual y social– a la que le corresponde servir. De alguna manera, el urbanista debe tener una sensibilidad especial para comprender la vida humana y sus muchas manifestaciones en el uso del espacio y la convivencia. Debe discernir correctamente entre lo que es colectivo e individual, público y privado, bien común y particular. Y, en definitiva, debe volcar toda su capacidad en proponer reglas claras y estables de juego, que fomenten la convivencia amable y la espontaneidad en la población; así como el autocontrol y el respeto mutuo. Además, debe, sobre todo, ocuparse del espacio público y la conformación general de la ciudad: estructura vial, zonificación, áreas de expansión, etc. en entornos físicos confortables y armoniosos.