El Dr. Enrique Banús, director del Instituto de Estudios Europeos de la UDEP, habla sobre el impacto que tendría en los peruanos la eliminación del visado corto.
Por Kattia Cañola. 29 octubre, 2013.El Dr. Enrique Banús, director del Instituto de Estudios Europeos de la Facultad de Humanidades de la UDEP, analiza el posible impacto que tendría en los ciudadanos peruanos el anuncio de la eliminación del visado corto para ingresar a los países que conforman el espacio Schengen.
“Se ha generado bastante expectativa en torno a la posible eliminación del visado corto para los peruanos, pero es necesario aclarar que solo se ha dado el primer paso en el proceso de aprobación. Ha sido aprobado en Comisión; todavía tiene que ir al Pleno del Parlamento Europeo y ser aceptado allí. Normalmente no tendría que haber problemas para ello, y si se aprueba en Comisión, eso quiere decir que una mayoría de grupos parlamentarios están de acuerdo, lo apoyarán también en el Pleno”, explicó el especialista.
“Asimismo, se debe tener en cuenta que este visado en el espacio Schengen no conoce las fronteras interiores, una vez dentro de este espacio, se puede viajar sin trabas por numerosos países. Por ello, esto es una señal de confianza en el país, puesto que el procedimiento de concesión de visa es también un medio de controlar los datos de una persona y ver si hay riesgos para la seguridad”, explico el especialista.
Beneficios
Esto, afirma el experto, supone facilitar la vida a personas que viajen por turismo, intercambio, cursos breves, idiomas o incluso gestiones de búsqueda de trabajo, reencuentro familiar, etc. Un ejemplo: si para entonces la medida estuviera vigente, los peruanos que quieran viajar a la canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII no necesitarían visado ni acudir al consulado ni hacer cola ni pagar tasas. Es básicamente facilitar la vida de los ciudadanos.
Por último, expresa, esperemos que la diplomacia peruana esté trabajando para que no haya obstáculos de ningún tipo y se llegue al debate en el Consejo con una claridad con la que no habrá estados que se interpongan.