El Dr. Pedro Martínez, de la Universidad Complutense de Madrid, explica la necesidad de estudiar las aguas subterráneas, un recurso que está escondido y que es importante conocer cómo funciona para gestionarlo bien.
Por Javier Paico. 22 noviembre, 2013.
“La participación de la ciudadanía en la gestión del agua es importante, porque este es un recurso esencial para todos. Estamos acostumbrados a abrir el grifo para obtener agua, pero también debemos involucrarnos en cómo se gestiona. Hay que formar y educar a las personas, para que entiendan los riesgos de explotar este recurso”, manifiesta el Dr. Pedro Martínez, de la Universidad Complutense de Madrid y profesor de la Maestría en Recursos Hídricos de la Universidad de Piura.
Para el Dr. Martínez, experto en aguas subterráneas, el problema de la sobreexplotación del agua se puede resolver con una gestión de abajo hacia arriba. “Los agricultores deben organizarse en juntas de usuarios, para que lleguen a acuerdos con las administraciones sobre cuánta agua pueden sacar; y ellos deben ser los que controlen el recurso que se distribuye”.
¿Cuál es la importancia de las aguas subterráneas?
Son una proporción de los recursos accesibles de agua dulce que tenemos en el planeta. Es un volumen de agua almacenado, que debemos conocer para gestionarlo de la mejor manera posible, desde el punto de vista de la explotación y del ambiental.
Ha sido poco estudiado…
Porque las aguas subterráneas están escondidas, muchas veces parece que no existieran y se estudian mucho menos. Es muy importante que los países hagan un esfuerzo para estudiar las aguas subterráneas, para saber cómo funcionan y, a partir de ahí, gestionarlas bien.
¿Cómo se deben cuidar estos acuíferos?
Es importante que primero haya unas reglas de juego claras, para respetar ciertos ecosistemas acuáticos. Además, los agricultores deben tener una responsabilidad real en la conservación del agua, en el uso que le dan; es decir, no deben sobreexplotar el recurso y deben precisar la cantidad de fertilizante y pesticidas que usan, porque estos producen contaminación que luego va a los ecosistemas.
¿En qué ayuda la buena gestión de las aguas subterráneas?
Son un catalizador muy importante de progreso social y de desarrollo. La buena gestión da unos beneficios económicos y sociales muy importantes, como la generación de empleo o una alternativa contra la sequía. Sin embargo, sin la debida gestión, la afluencia desmedida de pozos puede generar escasez de agua y una serie de efectos ambientales, difíciles de tratar.
¿Quién es el responsable de la gestión de este recurso?
El gobierno debe dejar la gestión del agua a las comunidades de agricultores, siempre y cuando hayan sido convenientemente aleccionadas; es decir, que entiendan cuáles son los riesgos y los problemas, y a partir de ahí formar asociaciones que tienen que responder ante la administración. Este tema es importante, porque así se evitará la sobreexplotación de los acuíferos.
¿Las aguas subterráneas pueden significar un peligro?
Sí, porque, por ejemplo, se puede producir una licuefacción. Por ej. Si hay una napa freática muy alta y unos materiales sueltos, si hubiera un sismo esos materiales se agitan y pasan a flotar en el agua, de manera que pueden generarse hundimientos de tierras y derrumbes de casas. Es importante trabajar con cimentaciones adecuadas cuando se construye en este tipo de medios.
¿Aumentar el precio del agua ayudaría a gestionarla mejor?
El problema del agua es que es muy barata en todo el mundo. En España, mil litros de agua valen tres soles. Sin embargo, es curioso que medio litro de agua embotellada cueste un sol cincuenta; mientras que por quinientos litros de agua del grifo, se paga dos o tres soles. Esto genera un debate en el que el rico sí tiene el derecho al agua y el pobre, no. Es un debate complejo que tiene dos vertientes. Es verdad que aumentado el precio del agua incentivas un uso más sostenible del recurso, pero le cortas al que tiene menos.
