El doctor Rafael Alvira, vicepresidente del Instituto Empresa y Humanismo de la Universidad de Navarra, dictó clase a los directivos de la Universidad de Piura.
Por Cesar Flores Córdova. 20 agosto, 2014.“La universidad es una casa de estudios superiores donde se busca el amor por el saber en sus diversas ramas”, fue una de las primeras reflexiones que del doctor Rafael Alvira, vicepresidente del Instituto Empresa y Humanismo de la Universidad de Navarra, durante su clases para los directivos de la Universidad de Piura, de Lima y Piura.
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El profesor Alvira lamentó que muchas instituciones universitarias del mundo hayan dejado de lado el estudio de las Humanidades, considerándolas como innecesarias para el desarrollo del mundo. “La universidad forma personas que van a ser influyentes en la sociedad y si hoy existe un menosprecio por las Humanidades, esta actitud generará personas que van a dificultar la comunicación del mundo”, afirmó.
Por otro lado, recomendó recordar que toda sociedad –incluyendo a la universidad– se constituye al modo de una familia: “Dentro de una familia se avistan tres dimensiones comunes: 1. Economía: entendida como los recursos necesarios para vivir; 2. Educación: en una universidad no hay mejor educación que el diálogo verdadero. Si no hay diálogo directo no hay universidad; 3. Intimidad. “Toda organización es tanto mejor cuanto más participa de estas dimensiones”, refirió.
En ese sentido, consideró importante los conceptos de unidad y confianza como parte de una organización: “La unidad tiene la energía, no es una composición de piezas. El principio de unidad es indispensable en la actividad. Por otro lado, sin confianza no funcionada nada y para ganar confianza hay que obrar bien. Una organización debe ser honesta y hecha para el bien común”.
También señaló que en la Universidad se debe crear el ambiente de una casa: “la vida diaria en una casa es una fiesta; si no es así, aún no es una verdadera casa. Si las personas viven un espíritu de eternidad viven en una fiesta continua”.
Tareas universitarias
En la Universidad actual existen dos conceptos que se repiten a diario como responsabilidad de los profesores: la docencia y la investigación. Para el profesor Alvira, estos solo tienen sentido si hay espíritu de estudio y, estos aspectos, configuran al profesor y al alumno: “La personalidad no se puede desarrollar en alguien si no le gusta aprender. Una persona llega a ser lo que es si es que quiere aprender”.
Tomando como base a san Josemaría, Rafael Alvira refirió que la universidad debería tener tres almas: 1. Alma popular: en fiesta continua, que disfruta lo que hace; 2. Alma burguesa: le gusta el trabajo, es colaborador; 3. Alma aristocrática: le gusta buscar la perfección.
Asimismo, criticó la actual visión que existe en el mundo sobre lo que debe ser la educación universitaria: se busca “puntuar” el trabajo del profesor y que el alumno consiga empleo y quiera “competir”.
“Antes te daban puntos por comprar jabón de lavar; ahora por ser profesor universitario. ¿Cuándo una universidad honorable ha de competir con otra? La Universidad tiene que formar y, en vez de presumir mucho, debe ayudar a la de al lado, debe tener espíritu de grandeza. Las actuales normas internacionales están hechas sobre el espíritu de la pequeñez y no de la grandeza”, concluyó.