El Dr. Salomón Soldevilla explicó los principales problemas por los que atraviesan los proyectos al momento de su planificación y ejecución y brindó varias recomendaciones para mejorar al respecto.
Por Javier Paico. 07 enero, 2015.
En el marco de las conferencias: “Research and Innovation Seminars”, la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Piura presentó la exposición a cargo del Dr. Salomón Soldevilla, quien ha sido jefe de la Unidad de Proyectos del FINCyT y posee una sólida experiencia en formulación, evaluación y monitoreo de proyectos, presentó el tema: “Buenas prácticas en formulación de proyectos de investigación e innovación”.
Durante su intervención, el Dr. Soldevilla explicó que uno de los problemas comunes que se encuentran en los proyectos, es que estos nos están alineados al resultado esperado. “Otro de los inconvenientes es que los proyectos no tienen coherencia entre el alcance, el costo y el tiempo de duración, asimismo no cuentan con un soporte adecuado de capacidades, lo cual refleja un alto riesgo para la gestión”.
Además, comentó que los proyectos también se enfocan mucho en los procesos y no en los resultados, los cuales, al momento de difundirlos, no son comprendidos por los clientes internos y externos. “Es importante realizar un diagnóstico preciso de la realidad para identificar y priorizar los problemas, así como ejecutar una vigilancia del entorno para identificar oportunidades tecnológicas”.
El experto manifestó que estos problemas se presentan debido a la poca inversión que los proyectos destinan para la gestión de la investigación e innovación, a esto se suma una débil retroalimentación por parte de los ejecutores del proyecto, por lo que se deben realizar constantes autoevaluaciones, encuestas de percepción, estudios económicos, entre otros.
Asimismo, recomendó realizar una planificación de corto, mediano y largo plazo con instrumentos normativos que permitan gestionar la incertidumbre; fortalecer las capacidades del equipo, para realizar una buena gestión de la investigación; contar con recursos humanos locales, repensando la estrategia de intervención orientada a la calidad y corregir fallas mediante un clima de confianza y apertura.
