¿Cómo se forjó el pensamiento del Juan Pablo II? Artículos sobre su vida y opiniones de expertos ayudan a conocer su itinerario intelectual.
Por Tania Elías. 01 abril, 2015.El doctor Francisco Bobadilla destacó el 2004, un año antes de que falleciera el Papa, sus facetas “fuera de lo común: rezador y piadoso, deportista, acogedor, simpático, un padre para los católicos, un líder espiritual para la humanidad”.
En el artículo “Fe, pensamiento y corazón de Juan Pablo II” se refiere al libro autobiográfico del Papa, Levantaos! Vamos!, en el que se encuentran algunas claves -manifestadas por él mismo- sobre su itinerario intelectual, que mantiene su vigencia para entender la figura del Papa Amigo.
Bobadilla señaló en ese artículo que según el Papa hubo dos etapas en su itinerario intelectual: la primera consistió en el tránsito del modo de pensar literario a la metafísica; la segunda lo llevó de la metafísica a la fenomenología.
Para la doctora Luz González Umeres, filósofa de la Universidad de Piura, el Papa tuvo interés en la antropología y la teología de la creación, y por ello tiene muchos libros sobre teología y filosofía. “Es el Papa de la familia”, precisa.
Como idea fuerza del Santo Padre destaca la creación del hombre. “Juan Pablo II se basa en el Génesis que sostiene que Dios ha creado al hombre a su imagen y semejanza: varón y mujer los creó. Es una huella personal de Dios y cada quien tiene la suya. No somos masa. Hemos de descubrir a Dios por nosotros mismos, en lo profundo del alma”, expresa.
Gonzáles Umeres afirma que el legado de Juan Pablo II es el del Cristianismo, que se mantendrá vigente también con el correr de los siglos. “La verdad es única. Pueden variar los modos de decirla o los estilos, pero la verdad es inmutable”, asegura.
“Juan Pablo II ha aportado mucho a la Filosofía. En su pensamiento se encuentra la luz de Dios al alcance de intelectuales y no intelectuales. Él escribió sobre la relación entre la razón y la fe, y esos documentos tienen un gran valor por lo que los jóvenes deberían leerlos”, agrega.
Indica que el legado de Juan Pablo II se puede conocer a través de los recursos audiovisuales y tecnológicos, pinturas, poemas, música, pero sobre todo por medio de los escritos. Recomienda, entre otros documentos, la Carta a los Jóvenes.
“Hoy se aprende con la televisión y los medios digitales pero no olvidemos la palabra escrita, meditada, pensada. Es una fuente de conocimiento y enriquecimiento para uno mismo. Los libros están ahí. A ellos se debe acudir”, enfatiza.